Natalie Portman: ¡°Nunca hemos visto en pantalla todas las versiones posibles de la mujer¡±

En 1996, la relaci¨®n entre una profesora de colegio en Seattle, Mary Kay Letourneau, de 34 a?os, casada y con cuatro hijos, y un alumno suyo de 12 a?os, Vili Fualaau, de ascendencia samoana, dio la vuelta al mundo. El esc¨¢ndalo estall¨® cuando Letourneau se qued¨® embarazada del ni?o, y, por tanto, se supo que manten¨ªan relaciones sexuales. Su marido se divorci¨® y se llev¨® a sus cuatro v¨¢stagos a Alaska, y ah¨ª comenz¨® una concatenaci¨®n de acontecimientos: los padres de Vili Fualaau la denunciaron y hubo juicio. La condena fue leve, de tan solo tres meses, pero ser¨ªa m¨¢s dura si volv¨ªa a ver a su alumno. Tras dar a luz a una ni?a, pas¨® por penitenciar¨ªa, sali¨® y una madrugada de febrero de 1998, la polic¨ªa la descubri¨® junto al estudiante en un coche. Un mes despu¨¦s anunci¨® que estaba embarazada de nuevo. Entr¨® en la c¨¢rcel con una condena de siete a?os y medio, all¨ª tuvo a su segunda hija con Fualaau, y no sali¨® hasta 2004.

Como se manten¨ªa la prohibici¨®n de acercarse al chaval, Letourneau batall¨® para que esa orden se anulase y al a?o siguiente se cas¨® en secreto con ¨¦l. Al final, en 2018 un documental confirm¨® que estaban en mitad del tr¨¢mite de divorcio, pero no llegaron a separarse: a Letourneau le diagnosticaron un c¨¢ncer y Fualaau se qued¨® a su lado hasta su muerte, a los 58 a?os, en julio de 2020. Aquel drama fue carnaza de los tabloides y alm¨ªbar para los programas de telebasura, y ahora ha encontrado un curioso reflejo cinematogr¨¢fico en May December, la pel¨ªcula de Todd Haynes a concurso en Cannes, que protagonizan Julianne Moore, como aquella mujer devenida aqu¨ª en trabajadora temporal de una tienda de mascotas en Savannah, y Natalie Portman, una actriz ganadora del Oscar que pasa unos d¨ªas con ella y su familia para conocerla antes de encarnarla en una pel¨ªcula indie.

Con un traje de chaqueta y pantal¨®n azul marino, Portman (Jerusal¨¦n, 41 a?os) se sienta a hablar con un grupo de periodistas. Para la actriz y directora es un trabajo muy especial: es la primera pel¨ªcula nacida de su productora, MountainA, y fue ella quien, guion en mano, busc¨® al director adecuado ¡ª¡°Pens¨¦ inmediatamente en Todd por su habilidad para retratar la vida de los suburbios¡±¡ª y fue ¨¦l quien trajo a Julianne Moore para encarnar a esa mujer liada con un chico (en esta versi¨®n, de padres coreanos) 23 a?os m¨¢s joven. ¡°Todd fue mi primera opci¨®n, un sue?o, y cuando convenci¨® a Julianne hizo que mi sue?o subiera un escal¨®n m¨¢s¡±, sonr¨ªe.

Portman (que debut¨® en el cine encarnando a una ni?a con una compleja relaci¨®n con un asesino en Le¨®n, el profesional, en 1994) insiste en que en May December se habla tanto de aquel caso como de la relaci¨®n entre una actriz y el personaje al que va a interpretar. ¡°Mi papel sirve de excusa para que nos planteemos si el arte puede ser amoral. ?Cu¨¢ntas pel¨ªculas se hacen sobre asesinos en serie, cu¨¢ntas matanzas vemos en pantalla sin plantearnos un juicio de valor¡±, apunta.

Ahora bien, la reflexi¨®n llega a trav¨¦s de un personaje muy turbio, en de Portman, y con unos tonos de comedia negra, con instantes desmadrados y algo de la t¨¦cnica visual y musical de los culebrones, que le da a May December una gran vuelta de tuerca. ¡°He sido actriz casi toda mi vida, as¨ª que llevo investigando para ese papel todos esos a?os¡±, bromea. ¡°Lo fascinante del personaje es que no le importa estar actuando todo el rato, lo lejos que es capaz de llegar por su trabajo y las diferentes capas de interpretaci¨®n pone en juego, incluso cuando est¨¢ sola¡±. En pantalla, los espejos sirven para ahondar en esos momentos, bien con la actriz, bien con ella y el personaje de Moore, en un juego a ratos cercano a Persona, de Bergman, a ratos similar a los melodramas de Almod¨®var. ¡°Nunca he jugado a esto en mi vida privada, y tras hacer este filme [rompe a re¨ªr] jam¨¢s dejar¨¦ que mi vida salga en pantalla¡±. En todo caso, ?qui¨¦n la encarnar¨ªa? ¡°Seguro que alguien que no ha nacido todav¨ªa¡±.

Esa imagen de actor par¨¢sito, de un vampiro de emociones ajenas para insuflar vida a su labor, le parece a Portman ¡°un t¨®pico manido¡±. Y va m¨¢s all¨¢: ¡°Tambi¨¦n se le achaca a los narradores y recuerdo las palabras de Ch¨¦jov sobre ello, sobre el uso de palabras y sentimientos de otros. Crear en el teatro o en el cine otras vidas es para m¨ª un acto de amor y de compasi¨®n, y un disfrute, desde luego¡±.

Durante la pandemia, Portman dud¨® sobre el futuro profesional: ¡°Llevo tantos a?os en esto, que he visto la industria cambiar radicalmente. Ahora bien, no perd¨ª la esperanza en que al final del confinamiento volver¨ªa a actuar. Porque desde que somos seres humanos, necesitamos que nos cuenten historias¡±.

En May December, la actriz va a dar una charla a la clase de teatro de la hija peque?a de Moore, y all¨ª confiesa que las secuencias sexuales son tan irritantes como fascinantes, que a veces efectivamente se deja llevar por la qu¨ªmica con sus coprotagonistas. ¡°Es un momento que ya en guion sobresal¨ªa. Bueno, todos tenemos sentimientos genuinos con el resto de los seres humanos, y se da tanto en la interpretaci¨®n como en la vida real. Hay que saber gestionarlo, y no confundir nuestro trabajo con nuestras emociones. En mi caso, nunca me he sentido c¨®moda con las secuencias de sexo¡±.

Otro de los retos atractivos en el guion, seg¨²n Portman, estaba en mostrar ¡°un crimen que habitualmente realizan los hombres, cometido ahora por una mujer. Ese salto psicol¨®gico es llamativo. Y ocurre porque nunca hemos visto en pantalla todas las versiones posibles de la mujer. Para m¨ª eso s¨ª ser¨ªa lograr la equidad. Podemos ser villanas, atletas, tontas, listas... Complejas, y con cuanta m¨¢s variedad, mejor¡±. Dentro de esa labor feminista, Portman es una de las fundadoras en Los ?ngeles de un equipo de f¨²tbol profesional femenino. ¡°De un tiempo a esta parte, me gustan cosas m¨¢s arriesgadas, como esta pel¨ªcula. He estado d¨¦cadas actuando, y ahora que me he pasado al lado de la producci¨®n, he descubierto otros retos... y otras dificultades. Esta vez todo ha fluido, y espero seguir as¨ª un tiempo¡±.