Pablo Juli¨¢: ¡°Quer¨ªa que mis fotos cambiaran el mundo. No cambian nada¡±
El fot¨®grafo andaluz publica su gran antolog¨ªa que resume seis d¨¦cadas de trabajo, entre la pol¨ªtica, el fotoperiodismo y el arte
Pablo Juli¨¢ (C¨¢diz, 1949) lleva haciendo fotos desde los 15 a?os. Fot¨®grafo del PSOE en los setenta, despu¨¦s fotoperiodista y editor gr¨¢fico de EL PA?S, para luego dirigir durante una d¨¦cada el Centro Andaluz de Fotograf¨ªa. La antolog¨ªa Fotograf¨ªa y Palabra (Editorial S¨ªlex) recupera su obra con pies de fotos construidos a partir de su memoria.
Pregunta. ?C¨®mo ve la fotograf¨ªa actual?
Respuesta. Las fotograf¨ªas no permanecen. Antes ten¨ªas la revista Life y las fotos de la muerte de Kennedy o las piernas de Marilyn duraban meses. Ahora en tu pantalla ves un avi¨®n cayendo y medio segundo despu¨¦s pasas a las tetas de Pamela Anderson. La fotograf¨ªa era esencia, puro Parm¨¦nides; ahora es heraclitiana, donde todo fluye y nada permanece.
P. ?Qu¨¦ deber¨ªa hacer alguien que arranca en esta fotograf¨ªa tan heraclitiana?
R. Olvidarse de tanta t¨¦cnica y de tanta escuelitis. No tener miedo a equivocarse. Y volver a la fotograf¨ªa anal¨®gica como base porque, al no ser inmediata, te ense?a a reflexionar.
P. ?Cu¨¢ndo se dio cuenta de que ten¨ªa una mirada propia?
R. ?ramos tan pocos fot¨®grafos que ten¨ªas que educarte a ti mismo. Me influy¨® el cine de la nouvelle vague y Antonioni, especialmente Blow Up. A base de probar y errar construyes tu mirada.
P. ?Si no hubiera sido fot¨®grafo?
R. No lo s¨¦. En C¨¢diz me llamaban El Peliculero porque me gustaba el cine. Fui actor, pero hab¨ªa que dedicar mucho tiempo. Y estudi¨¦ Historia¡ ?He tocado tantos palos!
Felipe Gonz¨¢lez me dio un buen consejo: ¡°No sirves para la pol¨ªtica. Ded¨ªcate a la fotograf¨ªa¡±.
P. Y, sin embargo, con una c¨¢mara desde los 15 a?os¡
R. Y siempre con una c¨¢mara encima, buscando la geometr¨ªa. Porque, ?qu¨¦ es la fotograf¨ªa sino geometr¨ªa?
P. ?Y qu¨¦ papel juega la luz?
R. Al ser fotoperiodista pocas veces pod¨ªa modificar la luz. Me apoyaba en lo que ten¨ªa: la geometr¨ªa. Para m¨ª la fotograf¨ªa es m¨¢s geometr¨ªa que luz.
P. ?Artista o fotoperiodista?
R. Siempre he tenido conciencia social. Quer¨ªa que mis fotos cambiaran el mundo. No cambian nada. Al principio tienes una visi¨®n mesi¨¢nica de la vida que acaba en decepci¨®n. Le das la vuelta y pasas a un discurso ir¨®nico y vitalista. Ya no eres fotoperiodista: simplemente, un fot¨®grafo.
P. ?Buscamos trascender con la fotograf¨ªa?
R. Ya no busco trascender. Los fot¨®grafos somos exhibicionistas y la foto es nuestro desnudo. Y cuando no tienes un peri¨®dico para publicar, encuentras en las redes una soluci¨®n a ese ansia.
P. ?Ha dejado de mostrar alguna fotograf¨ªa?
R. Hice fotos que nunca ense?¨¦ porque iban a contramano de mis principios.
P. Y hay muchas fotos que usted ha hecho que hoy no se podr¨ªan publicar
R. Nos autocensuramos. Estamos invadidos por una ola de neoconservadurismo que toca a toda la sociedad.
P. Sus primeras fotos que trascendieron fueron fotograf¨ªas pol¨ªticas para el PSOE en los 70¡?C¨®mo fue esa etapa?
R. Yo militaba en el PSOE con mi c¨¢mara. Era socialista, sigo si¨¦ndolo sin carn¨¦, pero dej¨¦ de militar cuando muri¨® Franco. Felipe Gonz¨¢lez me dio un buen consejo: ¡°Mira, t¨ªo, t¨² para la pol¨ªtica no sirves. Ded¨ªcate a lo ¨²nico que medio sabes, que es la fotograf¨ªa. Aqu¨ª hay que repartir juego y t¨² no sabes, porque eres fundamentalista de lo tuyo¡±. Le hice caso.
P. Casado con Isabel Pozuelo, diputada 20 a?os del PSOE. ?C¨®mo era la convivencia?
R. La confrontaci¨®n era clar¨ªsima. Ella, por ejemplo, llevaba la ley antitabaco y yo fumaba. ¡°Hombre, c¨®mo vas a venir conmigo fumando un puro¡±, me dec¨ªa ¡°?Pues yo voy a seguir fumando, Isa!¡±. Publicaba cosas que le molestaban. ¡°Bueno, t¨² sabr¨¢s¡±, me soltaba. Mis amigos primigenios, como Felipe o Manolo Chaves, jam¨¢s me echaron en cara las fotos. La derecha s¨ª. Javier Arenas me recriminaba que yo sacara a Aznar con mi intencionalidad. Dec¨ªa: ¡°Hombre, Pablo, co?o, que somos amigos¡±. Eso nunca me lo dijeron los que realmente eran mis amigos.
Babelia
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