Pablo Juli¨¢, ¡°notario¡± de un tiempo de Transici¨®n
El fotoperiodista recorre con 120 instant¨¢neas los inicios de la democracia espa?ola en una exposici¨®n en la Diputaci¨®n de C¨¢diz
Tiene el tiempo un curioso efecto narc¨®tico. Distorsiona los recuerdos hasta endulzarlos a su antojo. Hace creer que cualquier momento pasado fue mejor, que la vida era m¨¢s hermosa, que antes parec¨ªamos m¨¢s apuestos u osados. El enga?oso espejismo se rompe al ver a esa ni?a an¨®nima y desnuda que viv¨ªa bajo un puente en 1983, a esos jornaleros andaluces de la aceituna de 1984 o esa pomposa procesi¨®n sevillana con la que un cardenal rogaba lluvia en 1976.
Tan solo cuatro d¨¦cadas han pasado de esas 120 instant¨¢neas de la Transici¨®n ¡ªen algunas incluso menos¡ª con las que el fotoperiodista Pablo Juli¨¢ (C¨¢diz, 1949) golpea, estremece y emociona m¨¢s, incluso, que cuando las hizo. La mudanza democr¨¢tica de Andaluc¨ªa no fue dulce ni hermosa, pero s¨ª combativa, libre y trascendente. Es la primera ense?anza que se extrae de Otros tiempos, la exposici¨®n organizada por la Diputaci¨®n de C¨¢diz con motivo del 19 de marzo, D¨ªa de la Provincia, en la que Juli¨¢ ejerce de cicerone de un periodo clave para la historia espa?ola.
¡°Simplemente he sido un notario de lo que hay aqu¨ª, pero ustedes son los propietarios¡±, ha aclarado el fotoperiodista, poco antes de inaugurar la muestra. La "foto de la tortilla" ¡ªen verdad eran naranjas¡ª de ese a¨²n PSOE clandestino en 1974, los moratones de las mujeres marroqu¨ªes en Melilla, el gaditano de Astilleros enfrent¨¢ndose a su destino incierto con el rostro embozado y una honda en la mano. Ahora todos esos instantes son piezas de una exposici¨®n, en su momento, fueron portada de medios como EL PA?S, en el que Juli¨¢ trabaj¨® entre 1979 y 2007.
Lo que para Henri Cartier-Bresson era ¡°el instante decisivo¡±, para Juli¨¢ es una formulaci¨®n exacta entre ¡°suerte y pasi¨®n¡±. Es el ¡°estado de gracia¡± en el que dice entrar el fotoperiodista gaditano antes de disparar. Por esa suerte de fe agn¨®stica, lleg¨® a estar 10 minutos agazapado esperando a que el pol¨ªtico Manuel Fraga hiciese lo que ¨¦l esperaba: levantar y ordenar sus papeles, entre los que se encontraba un peri¨®dico con la publicidad "Vota PSOE". ¡°Tiempo despu¨¦s Fraga me dijo que era ¡®un gran fot¨®grafo y un gran hijo de puta¡¯. Viniendo de ¨¦l, fue un gran halago¡±, rememora Juli¨¢ entre risas.
El tiempo no fue solo la clave para alumbrar cada una de las 120 fotograf¨ªas que componen la muestra. Tambi¨¦n lo ha sido estos a?os de solera que las han apoderado de la trascendencia hist¨®rica que hoy tienen. ¡°Lo que haces hoy se tira, lo que tiene 40 o 50 a?os alcanza otra importancia¡±, se?ala el que fuera director del Centro Andaluz de Fotograf¨ªa (de 2007 a 2016). Un ejemplo gr¨¢fico: no es lo mismo retratar en 1968 a un joven apoyado en su coche mientras fuma a contemplar hoy esa imagen si ese hombre es Felipe Gonz¨¢lez 14 a?os antes de convertirse en el primer presidente de izquierdas de Espa?a desde 1936.
Martirio, Kiko Veneno, Manuel Chaves, Lole y Manuel, Alfonso Guerra, Mar¨ªa Jim¨¦nez, Rafael Escuredo. Cantantes, artistas, pol¨ªticos y muchos rostros an¨®nimos andaluces componen este retrato de una ¨¦poca que arranca en los 60 y que no termina hasta 2001, a?o en el que Juli¨¢ marca el fin de la Transici¨®n. Todos juntos y, a veces, revueltos presidir¨¢n el claustro del Palacio de la Diputaci¨®n hasta el pr¨®ximo 26 de abril. Y lo hacen en un momento clave, como reflexiona con tono de advertencia uno de esos protagonistas, el expresidente andaluz Manuel Chaves: ¡°Es importante que sea ahora. Aquello no fue ni mejor ni peor, pero es muy relevante expresar que el tr¨¢nsito estuvo lleno de dificultades y peligros¡±.
Tuvo que ser en C¨¢diz
A punto de cumplir los 70 a?os, el fotoperiodista Pablo Juli¨¢ est¨¢ jubilado, pero no quieto. ¡°Quiero seguir movi¨¦ndome. La fotograf¨ªa es una introspecci¨®n en tu vida¡±, advierte con media sonrisa. En ese movimiento, ha escogido C¨¢diz para cerrar un cap¨ªtulo: ¡°Es el punto y final a la Transici¨®n. Ahora quiero otra cosa¡±. Fue su ciudad natal la que vio crecer sus inquietudes art¨ªsticas, primero por el cine y luego por su profesi¨®n, el fotoperiodismo. Pero otro motivo ha empujado al profesional a comisariar y protagonizar la exposici¨®n ¡®Otros tiempos¡¯: ¡°C¨¢diz, sus calles, es lo mismo que hace 50 a?os. Esa esquina, ese desconch¨®n sigue ah¨ª. Eso no pasa en otras ciudades¡±.
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