Resurrection Fest: de la m¨²sica del Averno a las bodas sat¨¢nicas y los beb¨¦s amamantados con decibelios
El mayor festival de ¡®metal¡¯ de Espa?a congrega en el pueblo lucense de Viveiro a decenas de miles de fieles de 46 pa¨ªses. Abuelos y nietos acuden juntos al reclamo de bandas como Ghost, Pantera o Slipknot
Los bazares de Viveiro (Lugo, 15.231 almas) encargan pal¨¦s de art¨ªculos de Halloween dos veces al a?o. Una, para la v¨ªspera de Difuntos. Otra, para el acontecimiento que todos los veranos, entre finales de junio y principios de julio, transforma la peque?a ciudad cant¨¢brica en portal al Averno, una escenograf¨ªa necesaria para recibir las voces de ultratumba y el terremoto de guitarras de las bandas internacionales que se dan cita en el gran festival de metal de Espa?a, ¡°el Resu¡±, o Resurrection Fest. Marta Samart¨ªn, sin ir m¨¢s lejos, se ha comprado en la tienda oriental una sombrilla de encaje negro digna de la m¨¢s siniestra damisela, una falda larga de tul del mismo color y un ramo de rosas que esconde, en cada capullo, un ojo de pl¨¢stico. Su cu?ada Ana Francisco ha encontrado unos cuernos de macho cabr¨ªo que combinan a la perfecci¨®n con unas trenzas postizas, unas lentillas rojas, un collar¨ªn de polipiel y un cors¨¦ tachonado de pinchos. Ellas y su grupo de amigos (asturianos, leoneses, gallegos y un turolense), veteranos del festival, han puesto a prueba el stock de mercanc¨ªa oriental porque el s¨¢bado por la tarde, cuarta y ¨²ltima jornada del Resu, protagonizan la ¨²ltima boda ante Sat¨¢n. Los Resumonios ¡ªoscuros esponsales en la Resuchapel de un bulevar comercial que recibe a los asistentes con un letrero luminoso id¨¦ntico al de Las Vegas¡ª han sido una de las novedades de la 18? edici¨®n del Resurrection Fest, un evento que no necesit¨® llegar a su mayor¨ªa de edad para consagrarse como el primero de Espa?a en su g¨¦nero.
Cuatro ¡°damos de honor¡± u ¡°orcos¡± dar¨¢n fe de que Marta, Ana, su amiga Noelia Barrag¨¢n, David Francisco y Alfredo Vargas contraen libremente esta uni¨®n que no les traer¨¢ m¨¢s que ¡°penitencias¡±. Un enlace que no es matrimonio, sino ¡°pentamonio y medio¡±, la boda no oficial pero muy simb¨®lica (y con certificado y arroz SOS) de cinco adultos y un beb¨¦ de siete meses. Max es el ni?o m¨¢s peque?o entre el ej¨¦rcito de cr¨ªos que acuden a este festival para gente de todas las edades, desde los abuelos que pasan de 70 a?os hasta los nietos en etapa preescolar.
Desde las dos y media de la tarde hasta muy pasadas las tres de la madrugada, la ciudad del Resu, instalada en Celeiro, la zona portuaria de Viveiro, con su Resucamp de caravanas y su glamping (camping de lujo) ha retumbado entre espect¨¢culos encadenados, solapados, durante cuatro d¨ªas (del 28 de junio al 1 de julio), en otros tantos escenarios. Los suecos Ghost, los estadounidenses Pantera y Slipknot y los australianos Parkway Drive encabezaron un cartel con un centenar de formaciones de medio planeta. El programa lo dise?an cada a?o los mismos organizadores, un equipo capitaneado por dos vecinos de Viveiro todav¨ªa treinta?eros, los hermanos Iv¨¢n y David M¨¦ndez, que con su amigo Iv¨¢n P¨¦rez se propusieron un d¨ªa traer hasta su pueblo a su banda favorita, los neoyorquinos Sick Of It All. Se plantaron con sus planes en el despacho del alcalde socialista, el ya fallecido Melchor Roel, y el sue?o de aquellos j¨®venes despeg¨® en 2006.
Aquella aventura se ha convertido en todo un fen¨®meno sociol¨®gico. Entre las multitudes que reponen fuerzas del d¨ªa a la noche con los puestos de comida y cerveza (y arrasan con las existencias de las tiendas de camisetas negras desplegadas intramuros) hay se?ores que el resto del a?o se visten de ejecutivos, gobiernan empresas, administran bancos, asesoran a pol¨ªticos o dirigen juzgados y fiscal¨ªas. ¡°Estoy flipado con el poder adquisitivo de muchas de estas personas¡±, confiesa un vendedor, ¡°en otros festivales es mucho m¨¢s dif¨ªcil hacer caja porque el p¨²blico es m¨¢s homog¨¦neo, pr¨¢cticamente todos estudiantes o adolescentes¡±. Al empezar la tarde del cuarto d¨ªa, las prendas oficiales del Resu ya se han agotado y entonces el p¨²blico se abalanza sobre los mostradores que despachan las de las bandas participantes. Uno de los platos fuertes, los alemanes Powerwolf, se llevan el premio a ¡°los que menos venden¡±, revela una dependienta. ¡°Solo dos¡± camisetas conmemorativas de su cita en Viveiro, hasta que al caer la tarde se venden otras dos, a 35 euros cada una. En la pechera llevan el dibujo de un lic¨¢ntropo vestido como para las Cruzadas; la fiera ense?a los dientes y enarbola una bandera (constitucional) de Espa?a.
La organizaci¨®n habla de m¨¢s de 136.000 asistentes de 46 nacionalidades, sumando los cuatro d¨ªas. La jornada con m¨¢s p¨²blico super¨® los 40.000, y de estos muchos repet¨ªan porque ten¨ªan abono (a partir de 139 euros). Otros fans solo han podido ir un d¨ªa, como Maril¨® y Rub¨¦n, y han viajado desde Lugo con su hijo menor, Luca Quiroga, que a sus dos a?os ya baila como si no hubiera ma?ana. A la hora de la merienda, la madre saca del carrito un yogur natural y una cuchara. El padre cuenta que en su casa el peque?o crece amamantado por la m¨²sica. Da igual que sea metal, punk, hardcore... ¡°o Isabel Pantoja¡±, reconoce Rub¨¦n: ¡°A m¨ª me gusta de todo... aqu¨ª llegamos escuchando Marinero de luces¡±. A pocos metros de Luca, Fran L¨®pez cuida de su ahijado, Anxo, de 20 meses, que degusta con frenes¨ª el chupete mientras se le empiezan a cerrar los ojos. El beb¨¦ lleva cascos aislantes para proteger los o¨ªdos, lo mismo que la procesi¨®n de 53 infantes que atraviesan, pasadas las siete de la tarde, la atiborrada explanada del concierto de la banda francesa de inspiraci¨®n nipona Rise of the Northstar. ¡°Un aplauso para los resukids¡±, gritan desde la megafon¨ªa justo cuando los ni?os, cada cual con la camiseta de su grupo preferido, pasan en fila con sus monitores, rodeados por una cuerda para no perderse entre la masa, detr¨¢s de un barco vikingo con ruedas.
El servicio de guarder¨ªa entretiene a los cr¨ªos todo el festival con juegos y actividades. Pero otros menores prefieren saltar pegados a sus padres hasta la madrugada. Y si no que se lo pregunten a Nerea y Ander, hermanos de ocho y cinco a?os, de Ondarroa (Bizkaia), o a Mara y Edur, gemelos de ocho, llegados desde Bilbao. Mara est¨¢ feliz, porque al fin ha heredado el chaleco vaquero con parches de AC/DC, Guns and Roses y Kiss de un hermano mayor. ¡°Nuestro grupo favorito es Ghost¡±, afirma muy segura de s¨ª misma la peque?a. ¡°El otro d¨ªa en su concierto aguantamos hasta las dos de la ma?ana sin parar¡±, presume, ¡°tenemos un truco para no dormirnos: echar la siesta y comer helado¡±.
Volviendo a la ceremonia nupcial del principio, la postrera del Resu 2023, resulta que Max, de siete meses, ya hab¨ªa asistido el a?o pasado en la barriga de su madre, Marta Samart¨ªn, y ahora est¨¢ siendo ¡°maldecido¡± por el ¡°oficiante¡± del resumonio, en un templo decorado con fantasmag¨®ricos monjes, calaveras, cruces de ne¨®n y un esqueleto entero. Pedro Dur¨¢n, un actor que tambi¨¦n trabaja para la Televisi¨®n del Principado de Asturias, suda bajo la sotana de su reverend¨ªsimo personaje en la peque?a capilla negra ¡ªpatrocinada por el licor Heretic¡ª, que arde como el mismo infierno cuando pega el sol en la techumbre.
Fue correrse la voz de que este a?o en el festival se iban a celebrar las endiabladas bodas y ¡°se apuntaron mil parejas¡± (o grupos) aspirantes, cuenta Dur¨¢n. Pero no se pod¨ªan atender todas las peticiones y ¡°se seleccion¨® a una veintena¡±: ¡°Canarios, valencianos, madrile?os, andaluces, vascos, catalanes, portugueses...¡±, trata de recordar el sacerdote, que se ha pasado el festival invocando a Satan¨¢s mientras los dem¨¢s alzaban su mano cornuda. Antes de maldecir la uni¨®n, Dur¨¢n advierte a los presentes de todos los males que les esperan si dan este paso: ¡°Est¨¢ escrito. Sentir¨¦is las llamas del Averno. El maligno descubrir¨¢ todos y cada uno de vuestros secretos, y lo har¨¢ en el peor momento, cuando pueda haceros da?o y joderos. Ser¨¢ como un mal pol¨ªtico en elecciones, os prometer¨¢ dinero, fama, belleza... pero no lo cumplir¨¢¡±.
¡°Hay quien dice que somos el mejor grupo del Resu¡±
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.