Ludovico Einaudi cautiva y emociona en el Concert Music Festival de Sancti Petri

Hab¨ªa tantas ganas de ver en C¨¢diz a Ludovico Einaudi (Tur¨ªn, 66 a?os), que el colof¨®n a su concierto en el Concert Music Festival, en el poblado marinero de Sancti Petri, lo puso el p¨²blico con casi cinco minutos de ovaci¨®n. El aplauso adquiri¨® al final un bonito comp¨¢s, por buler¨ªas. Sello de identidad de la casa, que seguro que el m¨²sico no esperaba.

La noche del mi¨¦rcoles el festival ofreci¨® un recital de uno de los mayores virtuosos del piano, un compositor de talla mundial cuyo p¨²blico no entiende de generaciones. Era una noche esperada por los aficionados a la m¨²sica cl¨¢sica, y Einaudi no defraud¨®. Dej¨® un par de horas de emoci¨®n ante un p¨²blico entregado que rato antes, se afanaba en comprar vinilos y partituras del maestro.

Einaudi comenz¨® desplegando sus armas con una entrada elegante. Con un fondo negro y tenue iluminaci¨®n, entr¨® al escenario, blazer oscura y sombrero estilo panam¨¢, y se sent¨® al piano solo para interpretar Atoms. Le siguieron en las primeras canciones otras composiciones de su disco Underwater, su primer ¨¢lbum solo de piano despu¨¦s de 20 a?os, y con el que actualmente est¨¢ de gira por Europa y Latinoam¨¦rica.

Al m¨²sico italiano la pandemia le pill¨® a resguardo en su casa en Italia. All¨ª, aislado en plena naturaleza, tuvo la fortuna de encontrarse con uno de sus momentos de mayor libertad creativa. Se sent¨® solo frente al piano, experiment¨® como hac¨ªa a?os que no pod¨ªa. Por un tiempo, toc¨® solo por y para ¨¦l, experimentando nuevas emociones. De esos meses de encierro naci¨® su disco Underwater, con cuyas canciones inici¨® el concierto, y que supone una vuelta a las esencias para reivindicar la armon¨ªa, lo natural y la fluidez.

M¨²sica en libertad

Sonaron en los primeros 35 minutos composiciones como Flora, Wind song o Natural light, creaciones que el artista compuso en la m¨¢s absoluta libertad, seg¨²n cont¨® por tel¨¦fono a EL PA?S d¨ªas antes del concierto: ¡°Despu¨¦s de mes y medio tocando para m¨ª, mir¨¦ a mi m¨²sica y me di cuenta de que hab¨ªa buenas ideas. Quise grabarlo para transmitir esa paz en un nuevo ¨¢lbum. Pens¨¦ que hab¨ªa nacido algo muy natural del proceso, hab¨ªa descubierto otro lado de m¨ª mismo y el t¨ªtulo reflej¨® el momento en el que estaba¡±.

Pocas veces el Concert, en el bullicioso y animado Sancti Petri, luci¨® tan silencioso cuando la m¨²sica sonaba. Tampoco quiso el p¨²blico perderse el concierto con sus m¨®viles en mano, aunque con mucha m¨¢s discreci¨®n que en recitales de otros g¨¦neros. Einaudi es un maestro internacional de talla planetaria y la agradable noche del mi¨¦rcoles reuni¨® a familias, parejas y amigos, donde este festival se erige como una referencia cada verano, desde hace cinco a?os, con artistas de talla nacional e internacional durante los meses de julio y agosto.

Un p¨²blico variopinto

La velada acogi¨® a un p¨²blico variopinto. Esther y Celia Conde, dos hermanas adolescentes del Puerto de Santa Mar¨ªa, de 14 y de 17 a?os, se saben todas las canciones del artista, tocan el clarinete y el tromb¨®n y han venido con su familia. Asisten m¨²sicos profesionales, otros son apasionados de la m¨²sica en general y la composici¨®n, una pareja escucha a Einaudi en Spotify para estudiar y un grupo de j¨®venes reconoce usar las melod¨ªas del m¨²sico en Tiktok e Instagram. Muchos vienen inspirados por las bandas sonoras de las pel¨ªculas del maestro, como las del Doctor Zhivago, Nomadland o The Father.

Son¨® la canci¨®n Fly, la que el compositor cre¨® para la inolvidable pel¨ªcula Intocables, y el p¨²blico estall¨® en bravos. Ocurri¨® en otras ocasiones durante el concierto, ya acompa?ado Einaudi de su banda de tres m¨²sicos ¨Dpercusi¨®n, viol¨ªn y violonchelo¨D. ¡°Thank you, gracias, ciao¡±, es lo ¨²nico que dijo en toda la noche el artista con una sonrisa, mientras se tocaba su sombrero. A la tenue iluminaci¨®n y al detalle de sus manos en pantalla, se sumaba un fondo de proyecciones sencillas, con juegos de olas, puntos y humo, que invitaban a la calma. La calma es precisamente lo que el artista busca con su gira de Underwater, que recorrer¨¢ pr¨®ximamente otros escenarios espa?oles como A Coru?a, Avil¨¦s o La Granja de San Ildefonso de Madrid.

No faltaron en la noche exitosas composiciones de otros ¨¢lbumes, como Elements, Divenire, Una matinna o Experience, identificadas inmediatamente por los susurros entre los asientos. De una u otra manera, la m¨²sica de Einaudi lleg¨® a un p¨²blico agradecido, que ven¨ªa cargado de historias personales. Ana G¨®mez, natural de San Roque, hab¨ªa llegado acompa?ada de su esposo. Ven¨ªa para reconciliarse con una dura etapa: acaba de pasar un c¨¢ncer y la m¨²sica de Einaudi le ha acompa?ado durante todo el proceso de curaci¨®n, como un b¨¢lsamo de esperanza. Coincide con el prop¨®sito del artista, como dec¨ªa d¨ªas antes por tel¨¦fono: ¡°Mi pasi¨®n es continuar creando visiones para m¨ª y los dem¨¢s. Es una constante b¨²squeda para abrir las mentes en nuevos territorios. Me gusta llegar al coraz¨®n¡±.