Salvador Sobral: ¡°Necesitaba sentir que soy mucho m¨¢s que la canci¨®n de Eurovisi¨®n¡±

Hay m¨²sicos que citan en hoteles de lujo y m¨²sicos que citan en parques. Salvador Sobral es de los ¨²ltimos. A la entrevista en el Jardim dos Pl¨¢tanos, en Linda-a-Velha, no lejos de Lisboa, llega con el pelo a¨²n h¨²medo y sin desayunar un d¨ªa antes de la publicaci¨®n de su cuarto disco, Timbre (Warner Music). Es un Salvador Sobral hedonista, tropicalista y hasta bail¨®n, lo propio de los d¨ªas felices en los que vive desde que recibi¨® un coraz¨®n nuevo que le ha concedido tiempo de vida y le ha permitido tener a su hij...

Hay m¨²sicos que citan en hoteles de lujo y m¨²sicos que citan en parques. Salvador Sobral es de los ¨²ltimos. A la entrevista en el Jardim dos Pl¨¢tanos, en Linda-a-Velha, no lejos de Lisboa, llega con el pelo a¨²n h¨²medo y sin desayunar un d¨ªa antes de la publicaci¨®n de su cuarto disco, Timbre (Warner Music). Es un Salvador Sobral hedonista, tropicalista y hasta bail¨®n, lo propio de los d¨ªas felices en los que vive desde que recibi¨® un coraz¨®n nuevo que le ha concedido tiempo de vida y le ha permitido tener a su hija A?da. Al donante desconocido que le ha dado la segunda oportunidad le dedica la bell¨ªsima canci¨®n El regalo que me hiciste, donde se repite como un mantra: ¡°Cosas para recordar, el valor de poder volver a empezar¡±.

Sobral (Lisboa, 33 a?os) vive ahora entre su ciudad natal y Par¨ªs, donde trabaja su pareja, la actriz Jenna Thiam, y donde dedica buena parte de su tiempo a cocinar para su hija. Ha relajado sus obsesiones. En la vida lo m¨¢s importante ya no es ganar un Grammy. ¡°Me gustar¨ªa ganarlo, pero de una forma m¨¢s rom¨¢ntica. No hago concesiones para eso, yo hago la m¨²sica que me sale del alma y eso no me quita el sue?o y antes me lo quitaba¡±, responde, sentado en un banco del parque.

¡°Yo ten¨ªa un mont¨®n de ambiciones superfluas como tocar en el Carnegie Hall o en el Blue Note Tokyo. Me sent¨ªa angustiado por no alcanzar eso. Cuando vino A?da empec¨¦ a relativizar esos objetivos. Ya no les doy tanta importancia porque no tengo tiempo, estoy haciendo cremas todo el d¨ªa. Eso es buen¨ªsimo porque sentir que sobrevive d¨ªa tras d¨ªa es una cosa muy ¨²til y concreta, me di cuenta de que no soy solo cantante, descubr¨ª que tambi¨¦n era buen padre. No quiero hacerlo todo por la m¨²sica. Estoy feliz si puedo cantar y ganar dinero, pero ten¨ªa un hambre insaciable de conciertos y ahora pienso que tal vez no me apetezca estar dos semanas lejos de A?da¡±.

La paternidad tambi¨¦n ha iluminado su m¨²sica. Timbre es un disco alejado de zonas umbr¨ªas del pasado, cuando estaba condicionado por la enfermedad y el carrusel que le atrap¨® en 2017.

¨C?Ha superado el riesgo de ser solo el cantante portugu¨¦s que gan¨® Eurovisi¨®n?

¨CToda mi vida voy a estar asociado a Eurovisi¨®n. Tendr¨¦ 85 a?os y saldr¨¦ al escenario a cantar Amar pelos dois y la gente lo cantar¨¢ conmigo. Estuve un a?o y medio sin tocar la canci¨®n.

¨C?La castig¨®?

¨CNecesitaba respirar y sentir que soy mucho m¨¢s que esa canci¨®n. Al principio la tocaba feliz y despu¨¦s tuve esa ¨¦poca de rechazo durante el disco anterior [bpm]. Pero de repente, veo a mis ¨ªdolos como Caetano [Veloso] o Bruce Springsteen que siguen cantando O le?ozinho y Born in the USA. ?Qui¨¦n soy yo para no cantar Amar pelos dois? Esa canci¨®n me trajo la casa donde vivo, el coche que conduzco, esta entrevista, todo esto me lo ha tra¨ªdo Eurovisi¨®n, tengo que estar en paz y ahora la toco en todos los conciertos. Aunque no me apetezca, la toco. Es parte de este oficio. Esa canci¨®n toca un mont¨®n a la gente.

¨CSe convirti¨® en una especie de himno.

¨CS¨ª. Much¨ªsima gente la asocia a cosas distintas de su vida. Un padre que ten¨ªa c¨¢ncer o alguien que se cas¨®. Entonces, ?qui¨¦n soy yo para no tocarla? Soy el embajador de esa canci¨®n.

En 2017 el ganador menos eurovisivo del festival de Eurovisi¨®n se transform¨® en el personaje m¨¢s divinizado y perseguido de Portugal, donde hasta entonces apenas le hab¨ªan escuchado fuera de los circuitos del jazz. ¡°La fama instant¨¢nea deber¨ªa ser ilegal. Nadie me conoc¨ªa y de la noche al d¨ªa todo el mundo, todo este pa¨ªs, me conoc¨ªa y me recibi¨® por millares en el aeropuerto. Es sobrehumano, no estamos preparados para lidiar con eso. Yo ten¨ªa algo m¨¢s grave que era una enfermedad terrible que se a?ad¨ªa a lo surrealista de la situaci¨®n. En un aspecto me ayud¨® porque no me dej¨® que se me subiera a la cabeza, yo solo pensaba en sobrevivir¡±.

El a?o de los vendavales de Sobral comenz¨® en un escenario en Kiev y concluy¨® en un quir¨®fano en Portugal. La prensa sensacionalista mordi¨® su fil¨®n. ¡°Una vez mi madre fue a tomar un caf¨¦ antes de entrar en el hospital y se encontr¨® una portada que dec¨ªa: ¡®Salvador Sobral a punto de morirse¡¯. Y ten¨ªan informaciones incre¨ªblemente ciertas. De repente me fallaron los ri?ones despu¨¦s de la operaci¨®n y ellos al d¨ªa siguiente ya lo sab¨ªan. Igual le pagaron a alguien, al que no culpo porque lo que se gana en Portugal es una verg¨¹enza. No le culpo por haber cobrado por dar informaciones m¨ªas¡±.

Ni era due?o de su privacidad ni era due?o de un cuerpo acosado por una dolencia cardiaca. Se aferr¨® a la m¨²sica. ¡°En el hospital me dio tiempo para reflexionar. Cuando san¨¦ y dej¨¦ de tener inter¨¦s para esos medios que buscaban sangre, fue una bendici¨®n. La gente que ahora se acerca a hablarme es muy respetuosa. Les gusta de verdad mi m¨²sica. Ya no tengo 6.000 personas vi¨¦ndome cantar pero tengo mil que est¨¢n por la m¨²sica y no por la fama. Me ha ocurrido tambi¨¦n en Espa?a¡±.

¨C?Y c¨®mo cambia la vida y la m¨²sica un trasplante de coraz¨®n?

¨CCuando sal¨ª del hospital me sent¨ªa la persona m¨¢s afortunada de este mundo. A la salida hay una rotonda donde siempre hay tr¨¢fico. Me acuerdo de estar en la rotonda y pensar ¡®nunca m¨¢s en mi vida voy a enfadarme con el tr¨¢fico¡¯, el tr¨¢fico es una bendici¨®n que significa que estamos vivos y yo estaba fascinado con la sociedad y c¨®mo se organizaba en las rotondas. Me dije tambi¨¦n que todos los d¨ªas iba a agradecer estar vivo y con la oportunidad de poder hacer lo que me gusta. Y luego poco a poco te vas acostumbrando a la salud como te acostumbraste a la enfermedad.

¨CY llega a las rotondas y se enfada de nuevo con el tr¨¢fico.

¨CPero igual procuro todos los d¨ªas estar agradecido. Y con la m¨²sica, que me ha costado. En el hospital recib¨ª un email de mi exmanager de una cantante de ¨®pera que se hab¨ªa hecho un trasplante y hab¨ªa tardado dos a?os en volver a cantar. Sal¨ª en febrero del hospital y en marzo fui a un local a cantar medio clandestino, fue fatal porque hab¨ªa perdido la masa muscular y me ca¨ª en el escenario. Pens¨¦ que era la decadencia m¨¢xima. Me levant¨¦ y dije a los m¨²sicos que parasen el concierto. Mi contrabajista, que es uno de mis grandes amigos, me anim¨® a seguir. Poco a poco gan¨¦ confianza, pero la cantante ten¨ªa raz¨®n, pasaron dos a?os hasta que sent¨ª que la voz estaba completamente bien.

El contrabajista Andr¨¦ Rosinha, que le empuj¨® a seguir el concierto, aguardaba el ¨²ltimo jueves de septiembre en el local de ensayo del nuevo disco. Es el ¨²nico de los m¨²sicos de la banda anterior que Sobral ha mantenido para este trabajo, en el que se ha rodeado de tres instrumentistas catalanas (la pianista Lucia Fumero, la flautista Magal¨ª Sare y la saxofonista Eva Fern¨¢ndez) y tres portugueses (adem¨¢s de Rosinha, el guitarrista Andr¨¦ Santos y el baterista Joel Silva).

Timbre, que comienza con un tema a capella, es una celebraci¨®n de su voz. Necesit¨® tiempo para llegar aqu¨ª. ¡°Tard¨¦ mucho en encontrar mi identidad art¨ªstica. Es dif¨ªcil porque ya hay todos los timbres posibles. Que suene tu voz en la radio y la gente sepa que eres t¨² es algo muy dif¨ªcil. Yo imitaba a Stevie Wonder, Ray Charles, Caetano y much¨ªsimo a Chet Baker, que fue mi ¨²ltima obsesi¨®n. Durante mucho tiempo dudaba de mi voz y supongo que la gente notaba que yo imitaba. Supongo que es normal. Los cantantes y los instrumentistas tenemos que pasar por la imitaci¨®n hasta llegar a la originalidad¡±.

En el estudio Sobral y la banda dan los ¨²ltimos retoques a la puesta en escena que al d¨ªa siguiente sorprender¨¢ a muchos turistas en una calle del Chiado. Es probable que a partir de ahora deje de gustarle Timbre, donde comparte temas con su hermana Lu¨ªsa, Jorge Drexler, la mexicana Silvana Estrada y la francesa Barbara Pravi, que compiti¨® en Eurovisi¨®n en 2021 con una canci¨®n, Voil¨¤, que evocaba el estilo Sobral. ¡°En cuanto el disco sale, empiezo a encontrarle defectos. Este estuvo mucho tiempo en el caj¨®n y le tengo much¨ªsimo cari?o porque siento que no solo est¨¢ mi timbre, sino tambi¨¦n mi personalidad, con temas m¨¢s latinos y alegres. No me gustar¨ªa nada que me dejara de gustar, pero intuyo que me va a pasar y eso est¨¢ bien porque significa que tengo que seguir buscando y componiendo hasta encontrar el disco perfecto¡±.

¨C?Existen?

¨CS¨ª.

¨C?Siempre son de los otros? ?Alguna vez pens¨® que hab¨ªa hecho la canci¨®n perfecta?

¨CNunca me pas¨®, pero tengo 33 a?os y la esperanza de que me pase. En mi vida hay discos perfectos como Songs in The Key of Life, de Stevie Wonder, Fina estampa, de Caetano, Tinta y tiempo, de Jorge Drexler, o Maria Jo?o Pires tocando Chopin.

Igual que persigue la plenitud en la m¨²sica, tambi¨¦n lo hace en el f¨²tbol. No a la manera del forofo incondicional de un equipo, sino como amante de la plasticidad del juego. ¡°Para m¨ª¡±, dice, ¡°el f¨²tbol es arte¡±.

¨C?Qu¨¦ le pareci¨® lo ocurrido en la selecci¨®n femenina espa?ola?

¨CEn el v¨ªdeo parece claramente que ¨¦l la forzaba. Estamos en 2023. De repente en el Festival de Venecia de cine los principales invitados son Woody Allen, Roman Polanski y Luc Besson [los tres, acusados en casos de abusos sexuales, si bien solo el segundo fue condenado; Besson fue absuelto y Allen no lleg¨® a ser procesado]. En 2023 no puede seguir el endiosamiento de estos hombres perversos. Tiene que terminar. Ya pas¨® su ¨¦poca. Separar el hombre del arte... eso es pura mierda, no existe. El hombre es su arte.

¨C?Un artista tiene que tener principios ¨¦ticos en su obra?

¨CEn esta ¨¦poca donde vivimos, s¨ª. El arte no puede servir como excusa para decir que es algo superior a los derechos de la mujer. El arte es un oficio como el periodismo.