Par¨ªs y Londres se enfrentan en la guerra del arte

Par¨ªs y Londres vuelven a enfrentarse. La rivalidad hist¨®rica entre Francia e Inglaterra se ha traducido, en los ¨²ltimos tiempos, en un combate por la capitalidad del arte en el continente europeo. La batalla se ha librado durante todo el mes de octubre en las dos ciudades, que han acogido dos de las mayores ferias del mundo: Frieze, la ya veterana cita londinense que acaba de cumplir 20 a?os, y Paris+, impulsada en la capital francesa por el gigante suizo Art Basel, que cerr¨® el domingo pasado su segunda edici¨®n. El resultado del partido no est¨¢ claro. Hay quien defiende un dominio persistente de Londres, como siguen certificando las cifras. Quien observa una bicapitalidad pac¨ªfica entre las dos urbes. Y quien pronostica un desplazamiento gradual del centro de gravedad hacia Par¨ªs, favorecida por un capital simb¨®lico de deseabilidad: The New York Times acaba de designarla ¡°the new darling¡± (el nuevo amor) del sector del arte. ¡°Par¨ªs+ es como un nuevo cachorro¡±, confirma Olivier Babin, galerista de Clearing, con sedes en Nueva York, Los ?ngeles y Bruselas. ?Y a qui¨¦n no le gustan los cachorros?

Varios factores explican este desplazamiento de las placas tect¨®nicas del arte. El primero es, sin duda, el Brexit. Y no solo por la erosi¨®n del aura internacional de Londres que desprendi¨® ese reflejo aislacionista, sino por una mera cuesti¨®n econ¨®mica. Al abandonar el mercado com¨²n, las compras de arte realizadas en Londres por coleccionistas o instituciones europeas se ven penalizadas por aranceles de entre el 5% y el 20%, lo que ha provocado que las mayores galer¨ªas abran sedes en Par¨ªs en los ¨²ltimos a?os. El primero fue David Zwirner, el galerista m¨¢s importante del mundo seg¨²n la lista Power100 de 2023, seguido de la muy londinense White Cube o de las neoyorquinas Skarstedt y LGDR. La ¨²ltima en llegar ha sido la todopoderosa Hauser & Wirth, que acaba de abrir una sala, la 17? que inaugura en el mundo, en un elegante palacete de la rive droite de la capital francesa.

Regent¡¯s Park, 11 de octubre. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, actores como Andrew Garfield, Emily Blunt o Florence Pugh, y m¨²sicos como Neil Tennant, Jarvis Cocker o FKA Twigs vagaban por los expositores de Frieze London en la sesi¨®n inaugural para coleccionistas VIP. En ese mismo lugar, solo que en una carpa m¨¢s modesta, se celebr¨® la primera edici¨®n de 2003, bastante m¨¢s arriesgada y gamberra, cuando el arte londinense viv¨ªa un momento dulce, en la estela de la creaci¨®n de la Tate Modern y del auge de los Young British Artists. ¡°Todo ha cambiado mucho. Entonces el mundo del arte en la ciudad era muy peque?o, mientras que ahora Londres es una capital global que acoge a nuevas demograf¨ªas que fueron excluidas por su g¨¦nero, raza y geograf¨ªa¡±, sostiene la directora de la feria, Eva Langret. ¡°La rivalidad con Par¨ªs no me preocupa. Londres sigue siendo dominante, pero no creo que haya que elegir una u otra¡±, a?ad¨ªa Langret. La beneficia cierta equidistancia: es francesa.

En 2022, la primera edici¨®n de Paris+, favorecida por el poder casi absoluto de Art Basel, logr¨® dejar a Londres en evidencia. Este a?o, la capital brit¨¢nica ha puesto toda la carne en el asador. Pese a un excesivo dominio de la pintura y una tendencia irrefrenable a lo comercial, puede que esta haya sido la mejor edici¨®n en a?os, sumada a la inauguraci¨®n de algunas de las grandes muestras de 2023, como la que la Royal Academy consagra a Marina Abramovic, icono de la performance pop, o la que la Tate Modern dedica a Philip Guston, conocido por sus pol¨¦micos cuadros del Ku Klux Klan. ¡°Londres ha ense?ado las garras. Es importante que haya una competici¨®n sana. Las dos ciudades tienen la capacidad de ser capitales a la vez. Par¨ªs est¨¢ subiendo, pero Londres sigue siendo Londres¡±, opinaba la coleccionista italiana Patrizia Sandretto, cazada al vuelo en un pasillo. En Maisterra Valbuena, una de las cuatro galer¨ªas espa?olas que exponen en Frieze, coincid¨ªan con el diagn¨®stico. ¡°No veo un desgaste. Su cultura visual es igual de potente. Para nosotros, el contacto con el mercado parisiense es m¨¢s dif¨ªcil. Estamos menos c¨®modos¡±, afirmaba su codirector, Pedro Maisterra.

Grand Palais Eph¨¦m¨¨re, 18 de octubre. Paris+ abr¨ªa sus puertas en una carpa temporal plantada frente a la Torre Eiffel, a la espera de que las obras de su sede oficial, el centenario Grand Palais, terminen en 2024. En la capital francesa se respiraba una sensaci¨®n absurda de euforia, solo unos d¨ªas despu¨¦s del inicio del conflicto entre Israel y Ham¨¢s, con la alerta terrorista al nivel m¨¢ximo y la psicosis de los chinches como neurosis del momento. ¡°Paris+ refleja la efervescencia cultural que anima la ciudad, su dinamismo y su atractividad¡±, declaraba su director, Cl¨¦ment Del¨¦pine. Y aseguraba, en un lapsus revelador, que Par¨ªs ya concentra ¡°la mayor¨ªa de las transacciones del arte en Europa, un 54% de todo el continente¡±, cifra que solo ser¨ªa correcta si se deja fuera al Reino Unido. ¡°Me refiero a la Uni¨®n Europea¡±, correg¨ªa de inmediato. Esa confusi¨®n sem¨¢ntica se va imponiendo: algunos profesionales consultados ¡ªsobre todo, los estadounidenses, que han abundando en la capital francesa, con la que mantienen un largo idilio¡ª equiparaban Par¨ªs con Europa, como si el Reino Unido ya fuera otra cosa.

¡°Londres ha ense?ado las garras. Es importante que haya una competici¨®n sana. Las dos ciudades tienen la capacidad de ser capitales a la vez¡±, afirma la coleccionista Patrizia Sandretto

El primer d¨ªa de la feria, Zwirner vendi¨® un cuadro de Kerry James Marshall por 5,7 millones de euros, la mejor venta del mes, seguida de obras de Alice Neel y Marlene Dumas por unos 3 millones. Por su parte, Hauser & Wirth logr¨® vender los 30 cuadros de la exposici¨®n protagonizada por el artista Henry Taylor, de filas de la nueva figuraci¨®n afroamericana y elogiado por Barack Obama y Kendrick Lamar, antes de abrir las puertas de su nueva galer¨ªa en Par¨ªs.

¡°La guerra entre las dos ciudades est¨¢ teniendo lugar, pero sobre todo en los medios¡±, ironiza Marc Payot, copresidente de Hauser & Wirth. ¡°Londres ha tenido mejores d¨ªas, por razones pol¨ªticas y econ¨®micas, pero sigue siendo una gran fuerza cultural. Por otra parte, Par¨ªs, una ciudad con una importancia hist¨®rica indiscutible desde los tiempos de las vanguardias, se ha visto impulsada por sus nuevos museos y fundaciones¡±. Se refiere a proyectos art¨ªsticos ligados al sector del lujo, siempre omnipresente en Par¨ªs, como la Fundaci¨®n LVMH de Bernard Arnault (que acaba de inaugurar una muestra hist¨®rica dedicada a Rothko), la Bolsa de Comercio de Fran?ois Pinault o la nueva sede que Cartier abrir¨¢ junto al Louvre, que han convertido la patria del proteccionismo cultural en un nuevo para¨ªso para la iniciativa privada. La paradoja es que, en Londres, la ultraliberal, son los museos p¨²blicos como las dos Tate o la National Gallery, los que llevan la voz cantante.

Pese a la percepci¨®n de que Par¨ªs gana enteros, Londres sigue imponi¨¦ndose en la batalla de las cifras, que son testarudas. El informe anual de Art Basel y UBS, de referencia en el sector, indica que el mercado franc¨¦s supone un 7% de las transacciones del comercio global de arte, lejos del 18% que acumula el Reino Unido, pese a las se?ales de una incipiente erosi¨®n y al peligro inminente de la inflaci¨®n. Otro indicador es que las casas de subastas, que sol¨ªan concentrarse en la capital brit¨¢nica, tambi¨¦n empiezan a mirar a Par¨ªs.

Hace unos d¨ªas, una subasta en la sede parisiense de Christie¡¯s ¡ªfundada por brit¨¢nicos, pero cuyo actual propietario es el franc¨¦s Pinault¡ª logr¨® adjudicar una obra de Mir¨® por 20,7 millones de euros, cerrando as¨ª una de las ventas m¨¢s cuantiosas de la temporada. Hasta no hace tanto, ese tipo de pujas estratosf¨¦ricas sol¨ªa tener lugar en Londres. La situaci¨®n ha cambiado: en 2022, Sotheby¡¯s organiz¨® 70 subastas en Par¨ªs, un 140% m¨¢s que hace solo una d¨¦cada. Una escultura vista en Frieze resum¨ªa bien la que, cada vez m¨¢s, parece la situaci¨®n de la capital brit¨¢nica: Flo (2022), del d¨²o Elmgreen & Dragset, una escultura que representa a ni?o apesadumbrado, con l¨¢grimas brotando de los ojos, pese a tener un trofeo gigantesco en las manos.