Santiago Auser¨®n: ¡°Cuba tiene que revolucionarse otra vez. El r¨¦gimen es insostenible¡±
El m¨²sico, l¨ªder de la extinta Radio Futura y doctor en Filosof¨ªa, estrena documental y reflexiona sobre el ¨¦xito, la independencia y las canciones de algoritmo

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Santiago Auser¨®n (Zaragoza, 69 a?os) acaba de mostrar en la Seminci de Valladolid, fuera de concurso, el documental La semilla del Son (en cines el 10 de noviembre), en el que se entrevista con m¨²sicos cubanos para ¡°salvar la m¨²sica y sones m¨¢s antiguos¡±, una investigaci¨®n en la que ha invertido tres d¨¦cadas. El rodaje les pill¨® en plena pandemia y algunos de los protagonistas murieron poco despu¨¦s por coronavirus. El l¨ªder de la extinta y exitosa Radio Futura, reencarnado posteriormente en Juan Perro, parece haberse prohibido la nostalgia y sigue explorando. En 2015, a los 61, se doctor¨® en Filosof¨ªa con la tesis M¨²sica en los fundamentos del logos.
Pregunta. Hay decenas de art¨ªculos sobre usted, de diferentes a?os, titulados igual: ¡°Santiago Auser¨®n se reinventa¡±. Y curiosamente¡ ?Qu¨¦ es la Academia Nocturna?
Respuesta. (R¨ªe). S¨ª. Tengo una especie de desasosiego interno, si no estoy aprendiendo algo, me siento mal. La Academia Nocturna es un taller itinerante de m¨²sicos que me rodean, de un alt¨ªsimo nivel. Yo no estudi¨¦ m¨²sica, sino filosof¨ªa, y ellos me obligan a hacer deberes. Adem¨¢s, de estudiante estaba siempre en el turno nocturno, porque empec¨¦ a trabajar a los 15 a?os de delineante, as¨ª que el nombre tambi¨¦n es un peque?o homenaje al pupitre de la clase trabajadora.
P. ?Y Juan Perro est¨¢ enterrado?
R. Est¨¢ haciendo el camino de Santiago, aire¨¢ndose.
P. ?De qu¨¦ est¨¢ m¨¢s orgulloso: de Radio Futura, de Juan Perro, o de ser el descubridor de Compay Segundo?
R. Con Radio Futura empezamos a explorar el rock latino, una f¨®rmula que luego se generaliz¨®, y sentimos que hab¨ªa que ir a Cuba a investigar c¨®mo cantaban los negros y mulatos en nuestra lengua. Juan Perro y la Academia Nocturna son el mismo proceso de aprendizaje. Pero siento las canciones de Radio Futura todav¨ªa muy pr¨®ximas. Para m¨ª son un poco ingenuas desde el punto de vista de la construcci¨®n, pero es una ingenuidad a la que tengo mucho respeto, porque al parecer es muy comunicativa, sigue traslad¨¢ndose de generaci¨®n en generaci¨®n.
P. En Spotify, Radio Futura tiene miles de descargas.
R. Muchas m¨¢s que Juan Perro. Yo estoy aprendiendo a hacer las cosas mejor musicalmente, pero a lo mejor toda esa investigaci¨®n no puede ser compartida a gran escala.
P. ?C¨®mo descubri¨® a Compay Segundo?
R. La primera vez que fui a Santiago de Cuba me hablaron de ¨¦l, pero no pudimos vernos. Unos a?os despu¨¦s, en torno a la fundaci¨®n Luis Cernuda y la Diputaci¨®n de Sevilla, dise?amos unos encuentros de Flamenco y Son con el poeta y periodista musical Bladimir Zamora y nos lo trajimos. Compay ten¨ªa casi 90 a?os. En el patio de La Carboner¨ªa se juntaron familias gitanas, ¨¦l empez¨® con el Chan Chan y aquel jardincito qued¨® hechizado. Los gitanos se quedaron boquiabiertos. Fue como si Compay y sus muchachos vinieran del pasado y contagiasen de repente a una mezcla de espa?oles payos y gitanos de una cosa hermos¨ªsima que no se repetir¨¢ jam¨¢s. Le dije que me gustar¨ªa grabar sus temas. Buscamos un acuerdo con lo que ahora es Warner, y a partir de ese momento se vendieron millones de discos de Compay Segundo en todo el mundo.
Nos ofrecieron un tal¨®n en blanco para que volviese Radio Futura. Pero no hay marcha atr¨¢s
P. ?Durante el rodaje en Cuba pudieron abstraerse de la situaci¨®n pol¨ªtica? ?Qu¨¦ relaci¨®n cree que tiene la disidencia, la rebeld¨ªa... con la m¨²sica?
R. Yo estoy conectado a Cuba por los dos extremos, as¨ª que tengo un conflicto el¨¦ctrico con su historia. Por un lado, creo que la revoluci¨®n cubana era indispensable para acabar con un historial de abusos y criminalidad de los gobiernos posteriores a la guerra de la independencia, que, con la ayuda de Estados Unidos corromp¨ªan a los dirigentes y se llevaban aviones de dinero. Aquello no era sostenible. La revoluci¨®n permiti¨®, adem¨¢s, que la identidad cubana acabase de configurarse. Es una naci¨®n mestiza, cuyo horizonte, m¨¢s que el de la nacionalidad, es el de la humanidad, la mezcla de culturas: africanos, espa?oles, chinos... Espa?a olvid¨® a la perla del Caribe en cuanto ya no pudo sacar m¨¢s riqueza y creo que hay que recuperar ese v¨ªnculo, porque ellos piensan en Espa?a a diario. Por otro lado, es evidente que el r¨¦gimen salido de la revoluci¨®n, por el bloqueo, porque se ha convertido en una gerontocracia, por razones muy complejas... no satisface a una parte de la poblaci¨®n, a la que deja sin expectativas o a la que empuja a irse. Y eso tampoco es sostenible. Cuba tiene que revolucionarse otra vez e integrar a la di¨¢spora.
P. Presume de ¡°haber dejado atr¨¢s el ¨¦xito comercial¡±. ?Es justo el desprestigio de lo popular?
R. No. Lo popular no debe ser en absoluto desprestigiado por las ¨¦lites, debe ser el caldo del que todos nos alimentemos. Pero hay un g¨¦nero de popularidad manipulado electr¨®nicamente que s¨ª es inquietante y s¨ª debe ser combatido, con humildad y buen humor, sin amargarnos la vida pensando en la amenaza de la inteligencia artificial. Dediqu¨¦monos a cultivar la inteligencia natural.
P. En una entrevista hablaba de la ¡°decisi¨®n¡± de ¡°ser marginal¡±. ?C¨®mo se toma esa decisi¨®n?
R. En la decisi¨®n de dejar Radio Futura en pleno ¨¦xito, cuando vend¨ªa m¨¢s discos, ten¨ªa m¨¢s conciertos y ganaba m¨¢s dinero, se juntaron muchas cosas. Yo quer¨ªa recuperar tiempo para el estudio, ser un artista un poco m¨¢s arty, no necesariamente underground porque yo no renuncio a la popularidad, aunque tampoco me muero por ella. Decid¨ª que no pod¨ªa m¨¢s y los dem¨¢s tambi¨¦n. Nos pasaban cosas rar¨ªsimas, por ejemplo, que un productor se llevara el dinero de las ventas de un concierto huyendo con un malet¨ªn.
P. ?Y alguna vez se ha arrepentido?
R. No. Empec¨¦ a ser un poco m¨¢s feliz, aunque de vez en cuando todav¨ªa me acelero.

P. ?Cu¨¢ntas veces y con cu¨¢ntos ceros le han pedido que vuelva Radio Futura?
R. Nos hablaron incluso de talones en blanco para ir al Bernab¨¦u. Enrique Sierra, mi hermano Luis y yo hab¨ªamos acordado que el d¨ªa que nos apeteciera lo har¨ªamos, pero luego falleci¨® Enrique y eso ya no ten¨ªa vuelta atr¨¢s.
Amigos del negocio acabaron corrompi¨¦ndose y, por la tentaci¨®n del pelotazo, dedic¨¢ndose, no ya solo a lo mercantil, sino a robar
P. Le siguen pidiendo canciones de Radio Futura en los conciertos...
R. Tengo una banda de m¨²sicos muy exigentes, saben la dificultad de hacerse un m¨²sico de altura y que eso supone restringir las audiencias. O sea, cuanto m¨¢s exigente eres, a menos gente llegas, tristemente. Pero conscientes de eso, aprecian las canciones de Radio Futura y cuando les pido que hagamos una porque s¨¦ que tenemos que complacer al p¨²blico y porque s¨¦ que es un milagro que haya pasado de padres a hijos, la rehacemos, le damos el color de esta banda y nos divertimos toc¨¢ndola.
P. ?Qu¨¦ supone Escuela de calor para usted? ?Qu¨¦ piensa cuando la escucha?
R. Veo el reflejo rojizo de la ca¨ªda del sol en los ladrillos de los barrios de la periferia. Veo a la gente de esos barrios acerc¨¢ndose a los bares del centro y alternando con la gente de familia bien, justo antes de la movida, y las fiestas que organizaban algunas de esas familias bien y c¨®mo se llenaban de punkis de los barrios bajos.
P. Ahora hay menos mezcla...
R. S¨ª. Quiz¨¢ lo cotidiano nos empuja a todos a dedicarnos a lo nuestro, pero tenemos recursos para hacer, de vez en cuando, una excursi¨®n: el cine, la m¨²sica, los libros...
P. Autoedita sus discos desde hace a?os, ?por qu¨¦?
R. Hasta el final de Radio Futura, hubo una buena relaci¨®n con la compa?¨ªa, sobre todo gracias a Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢mara, un buen industrial. Le dijimos: ¡°Queremos tener independencia art¨ªstica total. Es m¨¢s importante que la pasta¡±. Y nos entendi¨®. Trabaj¨¢bamos sin contrato. Estuvimos a?os as¨ª. Luego las compa?¨ªas empezaron a pedir porcentajes del directo, aquello se puso feo. La independencia a saco es muy, muy dif¨ªcil. De todos modos, ahora la industria discogr¨¢fica no es discogr¨¢fica, porque ya no hay discos, vende cat¨¢logos a las plataformas. Y solo la m¨²sica m¨¢s comercial tiene poder en ese medio. Los creadores hemos desaparecido de la industria digital. Tendremos que ver c¨®mo recuperar nuestro sitio.
P. ?Qui¨¦n le ha sorprendido m¨¢s para bien y para mal en su larga carrera musical?
R. Para mal, la gente, incluso amigos del negocio, que acab¨® corrompi¨¦ndose y por la tentaci¨®n del pelotazo dedic¨¢ndose, no ya solo a lo mercantil, sino a robar. Y lo mejor de este negocio es conocer a los m¨²sicos, gente flipante, tranquila, que vive con las musas y ya est¨¢.
Los concursos de la tele solo sacan a los entrenados en la m¨²sica comercial, compuesta por algoritmo
P. ?Y en el panorama musical espa?ol de ahora, qui¨¦n le gusta?
R. Hay cosas interesantes, incluso en la m¨²sica m¨¢s comercial.
P. ?Por ejemplo?
R. Ellos no me hacen publicidad a m¨ª y yo no se la voy a hacer a ellos (r¨ªe). Todos conocemos los nombres. Son gente capaz, formada, que va a por la pasta, pero tiene muchos argumentos musicales. Y he empezado por lo mercantil, pero cada vez hay m¨¢s orquestas sinf¨®nicas, y cada vez tienen m¨¢s m¨²sicos espa?oles, incluso empezamos a exportarlos. Es muy buena se?al. Luego est¨¢n las escuelas de m¨²sica popular, el folclore... Hay muchos m¨²sicos j¨®venes muy buenos. Desgraciadamente, ni la industria ni los medios lo refleja. En la tele salen de pronto nombres que nadie conoce y te lo presentan como un ¨¦xito.
P. ?Los concursos de talento que se han puesto de moda le parecen una buena v¨ªa para descubrir a esa gente?
R. No, eso es puro negocio, pura b¨²squeda del rendimiento de las audiencias. No me parece mal que salgan por la tele. S¨ª me sabe mal que solo salgan ellos, los que est¨¢n entrenados para hacer m¨²sica comercial, compuesta por algoritmo.
P. ?Cu¨¢ndo ha sido m¨¢s feliz?
R. Hay que luchar por una felicidad serena cada d¨ªa. Yo antes era excesivamente entusiasta y pensaba en la felicidad en un sentido un poco dionis¨ªaco, alocado y delirante. Con la edad uno se va calmando. Me gustar¨ªa poder controlar las cosas con lucidez, sin enga?arme acerca de las dificultades de la vida, disfrutando de los dem¨¢s. No debemos dejarnos llevar por los conflictos pol¨ªticos, que tambi¨¦n son un producto mercantil, para que ganen los partidos, y recuperar el sentido de la ciudadan¨ªa.
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