Mari Katayama, artista: ¡°No s¨¦ si es apropiado decirlo pero mi discapacidad me interesa poco¡±
La japonesa, cuyas obras exhiben su cuerpo y las pr¨®tesis que tiene por piernas, explora en La Casa Encendida los l¨ªmites del f¨ªsico, la identidad y su propia paciencia ante la idea de ser ejemplo de superaci¨®n personal
Dos apuntes sobre la infancia de la artista, cantante y estrella en auge Mari Katayama (Saitama, Jap¨®n, 36 a?os): uno, en su casa se cos¨ªa. ¡°Tanto mi madre, como mi abuela, como mi bisabuela trabajaban en costura. Hered¨¦ la t¨¦cnica de todas ellas. Antes de coger un l¨¢piz, estaba manejando aguja e hilo¡±, explica, t¨ªmida y certera, ...
Dos apuntes sobre la infancia de la artista, cantante y estrella en auge Mari Katayama (Saitama, Jap¨®n, 36 a?os): uno, en su casa se cos¨ªa. ¡°Tanto mi madre, como mi abuela, como mi bisabuela trabajaban en costura. Hered¨¦ la t¨¦cnica de todas ellas. Antes de coger un l¨¢piz, estaba manejando aguja e hilo¡±, explica, t¨ªmida y certera, en la sala de La Casa Encendida donde, desde hoy, 1 de febrero, se expone, con el nombre de Loving the Alien, su obra fotogr¨¢fica y t¨¢ctil: obras de fuerza barroca y humor oscuro, casi punk, con destellos de maestros contempor¨¢neos como Cindy Sherman o Jeff Wall, en las que ella es la protagonista. ¡°Yo no soy tan habilidosa como ellas para crear cosas que son ¨²tiles en la vida. Pero nunca dej¨¦ de elaborar¡±, aduce, y se?ala las alambicadas creaciones de tela que porta en las fotos. ¡°Lo que mejor se me da es trabajar con la costura. Agujas e hilos¡±.
Segundo apunte: Katayama fue diagnosticada de peque?a con hemimelia peronea, una ausencia cong¨¦nita del hueso del peron¨¦, condena segura a una silla de ruedas. A los nueve a?os, prefiri¨® amputarse las piernas y reemplazarlas por pr¨®tesis, hoy el centro de mucha de su obra. Tanto es as¨ª que, a juzgar por los p¨¢rrafos y p¨¢rrafos dedicados en entrevistas a este hecho concreto, este periodista se prepara para o¨ªr y armar una historia ejemplarizante de superaci¨®n personal y de c¨®mo la adversidad puede convertirse en discurso personal y art¨ªstico. Este periodista est¨¢ a punto de aprender una valiosa lecci¨®n sobre los riesgos de ir a una entrevista con certezas de m¨¢s.
Pregunta. A los nueve a?os le toc¨® decidir c¨®mo ser¨ªa el resto de su vida.
Respuesta. Tuve que decidir si segu¨ªa con mis piernas. Si lo hac¨ªa luego ya no podr¨ªa caminar. Hasta entonces me hab¨ªa servido de una especie de bota que rectificaba mi posici¨®n, pero eso ya dej¨® de funcionar. Era o cortar las piernas y usar una pr¨®tesis o la silla de ruedas. Opt¨¦ por una pr¨®tesis. La toma de decisi¨®n fue bastante natural. Tambi¨¦n en eso tuve la influencia de mi madre.
P. ?C¨®mo se navega a los nueve a?os la decisi¨®n de prescindir de una pierna?
R. La palabra cortar puede significar perder. Que vas a abandonar algo. Lo he concebido al contrario. Ganaba una forma de caminar, de vivir. No era perder. Era ganar.
P. No solo no esconde esa diferencia f¨ªsica, la muestra en su propia obra. ?Le cost¨® llegar hasta ah¨ª?
R. Es algo social, en Jap¨®n y en el mundo: a la persona que le falta un miembro del cuerpo, o que tenga alg¨²n inconveniente en la vida, se le llama ¡°persona con discapacidad¡±. Yo nunca me sent¨ª discapacitada. Pensaba que era igual que los dem¨¢s. De ni?a viv¨ªa en una ciudad donde el 20% de la poblaci¨®n era inmigrante. Hab¨ªa diferentes idiomas y apariencias y mi diferencia me convert¨ªa en una m¨¢s. De hecho, me parec¨ªa aburrido usar mi cuerpo como tem¨¢tica en mi arte. De joven pensaba que el arte deb¨ªa tener alguna tem¨¢tica graciosa, importante, novedosa. Y mi cuerpo era demasiado aburrido para eso.
P. Pero ese cuerpo es el centro de su obra.
R. Las obras que se crean con aguja e hilo son m¨¢s f¨¢ciles de presentar si te las pones encima. Mi cuerpo es un maniqu¨ª para presentar mi obra.
P. ?El sambenito de la creadora con pr¨®tesis se lo hemos colgado los dem¨¢s?
R. La obra del fondo [se?ala un autorretrato de cuerpo entero] es de hace siete a?os. Y las de all¨¢ [se?ala otras donde aparece completamente cubierta por una manta de escamas plateadas] es de hace dos. Entre una ¨¦poca y otra me di cuenta de que hab¨ªa gente que llamaba mi arte como de outsider, de discapacitados. Ah¨ª fui consciente de que s¨ª, consideran que soy una discapacitada. Que, adem¨¢s del propio ser, hay muchos nombres, muchos abrigos, que te otorgan las personas externas a ti: que soy una discapacitada, que soy una mujer, que soy una madre¡
P. ?Sus pr¨®tesis y mu?ones no deben entenderse como su mensaje?
R. Realmente no tengo esa conciencia luchadora de romper estereotipos o la costumbre de ocultar las diferencias del cuerpo. Ese yo que aparece en la obra no lo considero yo.
P. ?La cara que plasma en sus fotos y la suya no coinciden?
R. Tengo un yo que sale m¨¢s al p¨²blico y mantengo el yo artista, en mi taller, haciendo mi costura. Voy de un espacio a otro todo el rato. Es la forma de vida que tengo. A mi madre no le interesa mucho lo que hago. Casi nunca viene a mis exposiciones y, cuando lo hace, me dice: ¡°?Todav¨ªa sigues haciendo esto?¡±.
P. En la cultura actual se explota lo ejemplarizante. Muchos artistas presentan sus traumas, su vida, como algo de lo que aprender. ?No le interesa contar su historia?
R. El arte contempor¨¢neo est¨¢ basado en la vida que llevas. Es contempor¨¢neo: la obra sale mientras t¨² est¨¢s vivo. Pero mientras creo la obra, la obra tambi¨¦n me est¨¢ creando a m¨ª. No tiene sentido dar tanto ¨¦nfasis a mi historia personal.
P. ?Habla tanto de su discapacidad porque le sacan el tema? ?Qu¨¦ es la pregunta m¨¢s frecuente que le hacemos los periodistas?
R. Preguntas muy detalladas sobre mi infancia y mi discapacidad. Mi vida antes de las obras. A veces les devuelvo la pregunta: ¡°?Y c¨®mo era tu infancia?¡±. Porque no tiene nada que ver con la entrevista.
P. ?Y eso le cansa?
R. No s¨¦ si es muy apropiado decirlo, pero no tengo mucho inter¨¦s en mi discapacidad. [Pausa] Tambi¨¦n, como hay fotograf¨ªas anal¨®gicas en las que salgo yo, me preguntan c¨®mo hago para sacarme a m¨ª misma. Uso un cable, por cierto. No puedo correr para ponerme delante del objetivo. No tengo piernas.