Paz de la Huerta, v¨ªctima de Harvey Weinstein: ¡°Hay muchas chicas que siguen siendo explotadas en Hollywood¡±
La int¨¦rprete expone por primera vez sus pinturas en la galer¨ªa Ruttkowski;68 de Par¨ªs. ¡°Mi terapeuta me ense?¨® que el arte pod¨ªa curarme¡±, dice
Paz de la Huerta (Nueva York, 39 a?os) est¨¢ exponiendo algunas de sus pinturas en la galer¨ªa de arte contempor¨¢neo Ruttkowski;68, en el barrio parisiense de Le Marais. Es la primera vez que ense?a sus obras esta actriz de culto e icono underground, musa de directores como Jim Jarmusch o Martin Scorsese, que fue tambi¨¦n una de l...
Paz de la Huerta (Nueva York, 39 a?os) est¨¢ exponiendo algunas de sus pinturas en la galer¨ªa de arte contempor¨¢neo Ruttkowski;68, en el barrio parisiense de Le Marais. Es la primera vez que ense?a sus obras esta actriz de culto e icono underground, musa de directores como Jim Jarmusch o Martin Scorsese, que fue tambi¨¦n una de las mujeres que denunciaron en 2017 los abusos sexuales del productor de cine Harvey Weinstein. Adem¨¢s, esta muestra grupal en la que participa hasta finales de febrero es un anticipo de una exposici¨®n en solitario que inaugurar¨¢ este verano en la misma galer¨ªa. Sus lienzos, impregnados de surrealismo y religiosidad, est¨¢n influidos por artistas como Francesco Clemente, al que define como ¡°un amigo y maestro¡±, o Jean-Michel Basquiat, quien estudi¨® en el mismo colegio que ella, el Saint Ann¡¯s de Brooklyn Heights, en Nueva York.
¡°Pinto desde que era ni?a. Pero fue mi terapeuta, Michael Rebel, quien me alent¨® a que lo hiciera como una forma de terapia. ?l me ense?¨® que el arte pod¨ªa curarme¡±, explica la actriz en conversaci¨®n por videoconferencia con EL PA?S. ¡°Desde ni?a he ido a muchos psic¨®logos que han intentado hacerme entender la verdadera relaci¨®n que tengo con mis padres, pero era algo tan loco que yo no quer¨ªa aceptarlo. De alguna manera lo he expresado a trav¨¦s de la pintura¡±.
Conocida por sus papeles en filmes como Los l¨ªmites del control y Enter The Void o la serie de televisi¨®n Boardwalk Empire, De la Huerta asegura que su obra habla de su vida: de los abusos que, seg¨²n ella, sufri¨® en el ¨¢mbito familiar. Tambi¨¦n de su constante huida de sus padres, a quienes acusa, entre otras cosas, de supuestas vejaciones o de haber intentado ingresarla en un centro de salud mental. En uno de sus lienzos, titulado Oh, Father (Oh, padre), se ha retratado a s¨ª misma de ni?a, con un ojo morado, junto a una amenazante figura paterna. En otro, How I Replaced Every Memory Of My Evil Mother With The Virgin Mary (C¨®mo reemplac¨¦ cada recuerdo de mi malvada madre con la Virgen Mar¨ªa), se ha imaginado de beb¨¦, mutilada por su propia progenitora.
¡°El arte es mi forma de ver las cosas con claridad. He tenido muchos dramas en mi vida y durante mucho tiempo estuvieron guardados en mi subconsciente. C¨®mo reemplac¨¦ cada recuerdo de mi malvada madre... fue la forma que encontr¨¦ para curarme del da?o que me hizo mi madre. A trav¨¦s de la terapia y la pintura he reemplazado cada recuerdo de ella con la Virgen Mar¨ªa¡±, dice.
Los lienzos de la actriz est¨¢n llenos de referencias m¨ªsticas y sobrenaturales: ¨¢ngeles que lloran, v¨ªrgenes y criaturas celestiales... ¡°Soy muy creyente. Soy cat¨®lica. Mi fe en Jes¨²s me ha salvado. Por eso mi arte es muy b¨ªblico¡±, reconoce. Tambi¨¦n practica la religi¨®n yoruba, un culto africano del que derivan la santer¨ªa cubana o el candombl¨¦ brasile?o. Dice creer en los orishas, esp¨ªritus enviados por el ¡°ser supremo¡± para ¡°ense?arnos el camino¡±. En otro de sus cuadros, The Fairy Forest (El bosque de las hadas), se ve a un grupo de ni?os jugando en un bosque bajo la atenta mirada de unos ¨¢ngeles o seres divinos. Recuerda que lo pint¨® en una estad¨ªa en el centro de yoga y meditaci¨®n Mount Madonna, en California, donde, seg¨²n ella, se escondi¨® durante una temporada de su familia. ¡°No quiero decir d¨®nde vivo ahora. Es un lugar precioso, rodeada de animales y con amigos fant¨¢sticos. Pero si digo donde estoy, van a venir a por m¨ª¡±, asegura. ¡°?Qui¨¦nes?¡±. ¡°Mis padres¡±, responde.
La actriz afirma que lleva ya dos a?os ocult¨¢ndose de su padre, el arist¨®crata espa?ol Ricardo Ignacio de la Huerta, duque de Mandas y Villanueva y Grande de Espa?a, y de su madre, la activista estadounidense Judith Bruce, reconocida experta en la lucha contra el matrimonio infantil y la violencia contra las ni?as. Ha interpuesto una querella contra ellos por presuntos abusos sexuales, proceso que, seg¨²n explica su abogada espa?ola a EL PA?S, est¨¢ actualmente en sede de diligencias previas. La querella se archiv¨® en los juzgados del partido judicial de Talavera y, tras recurrir, se ha reabierto en la Audiencia Provincial de Toledo. ¡°Ya ha declarado Paz, han declarado sus padres y estamos pendientes de que se acuerde la declaraci¨®n de un testigo por parte del juzgado, tras haberla solicitado¡±, apunta Esther Romero Sim¨®n, del despacho Le Morne Abogados. Tambi¨¦n solicitaron una orden de protecci¨®n y alejamiento contra los padres, que fue desestimada.
¡°La aristocracia cree que es poderosa, pero yo s¨¦ toda la verdad sobre ellos. No me importa gastarme todo el dinero que tengo en abogados y en pedir ¨®rdenes de protecci¨®n en Espa?a, Francia, Estados Unidos o donde sea. No voy a parar hasta conseguirlo¡±, anuncia la actriz. Dice que, tras a?os de terapia, ha llegado a la conclusi¨®n de que sus padres tambi¨¦n fueron quienes la pusieron frente a Harvey Weinstein, el poderoso productor de Hollywood al que en 2017 acus¨® de violaci¨®n.
En abril del a?o pasado, su familia neg¨® haber estado implicada en ning¨²n tipo de abuso contra ella o haberla ¡°vendido¡± a Weinstein. ¡°No he tenido implicaci¨®n de ning¨²n tipo en los abusos sexuales que, en su caso, haya podido padecer mi hija. Como padre, no puedo m¨¢s que lamentar profundamente que eso le haya podido ocurrir a una hija m¨ªa¡±, expres¨® el duque de Mandas en una carta de rectificaci¨®n dirigida al diario Abc. ¡°Es falso que a los 13 a?os (ni a ninguna otra edad) la vendi¨¦ramos a Weinstein (ni a ninguna otra persona). De hecho, nunca he conocido a Weinstein¡±, aclar¨® Judith Bruce, su madre, quien ha asesorado a grupos de Naciones Unidas en estrategias para la eliminaci¨®n de la discriminaci¨®n y la violencia contra las ni?as.
Pregunta. ?Alguna de sus pinturas refleja lo que ha sufrido en Hollywood?
Respuesta. ?Te refieres a Wein? No, nunca he pintado a Weinstein.
P. Usted fue una de las actrices que denunciaron al productor. ?Se ha sentido penalizada por la industria del cine?
R. Siento que hay mucha hipocres¨ªa, sobre todo entre las mujeres. Hay mujeres que se hacen llamar feministas y que luego no se portan bien con otras mujeres. Mi madre es un ejemplo.
P. El a?o pasado, Weinstein, que ya cumple una condena de 23 a?os de prisi¨®n por cargos de violaci¨®n y agresi¨®n sexual, fue sentenciado a otros 16 a?os por los mismos delitos. ?C¨®mo recibi¨® la noticia?
R. Me dio rabia no poder testificar en el caso. Culpo a mi familia de eso. No renuncio a la justicia, pero, honestamente, intento centrar mi energ¨ªa en el arte. No se puede confiar en la justicia, pero el arte me est¨¢ permitiendo recuperar mi voz. Espero que mi historia ayude a otras v¨ªctimas. Hay muchas chicas que siguen siendo explotadas en Hollywood, que siguen cayendo en las drogas o en un espiral de autodestrucci¨®n. Yo podr¨ªa haber terminado muerta o en un loquero, pero he huido de todo y he sobrevivido.
P. ?Se puede perdonar a alguien como Weinstein?
R. Me es m¨¢s f¨¢cil perdonar a un hombre como ¨¦l, que hizo lo que hizo, que a una mujer. No quiero que nadie me malinterprete o piense que justifico lo que hizo. No lo justifico. Pero cuando era ni?a yo buscaba y necesitaba que mi madre me protegiera. Muchas de las personas que me hicieron da?o fueron mujeres que se hacen pasar por santas o activistas, mujeres a las que recurr¨ª como hermanas y me lastimaron. La hipocres¨ªa me enfada m¨¢s que cualquier otra cosa. Weinstein no pretend¨ªa ser un buen hombre. Mi padre tampoco pretend¨ªa serlo.
De la Huerta solo ten¨ªa 14 a?os cuando vio por primera vez y entr¨® en contacto con Weinstein, fundador junto a su hermano Bob de la productora Miramax. Lo conoci¨® mientras rodaba Las normas de la casa de la sidra, de Lasse Hallstr?m, en 1999. Entonces, el productor ya triunfaba con ¨¦xitos de taquilla y cr¨ªtica como Dogma o Shakespeare enamorado. Once a?os despu¨¦s, en 2010, seg¨²n su testimonio, el magnate de Hollywood la viol¨® en dos ocasiones y con apenas un mes de diferencia. En 2017, en el nacimiento del movimiento Me Too, lo denunci¨® p¨²blicamente y en los juzgados, sum¨¢ndose a una larga lista de presuntas v¨ªctimas.
La polic¨ªa de Nueva York y el entonces alcalde, Bill de Blasio, calificaron sus afirmaciones de ¡°altamente cre¨ªbles¡±, aunque su testimonio no fue incluido en el caso. El fiscal del distrito de Manhattan no present¨® cargos. En 2018, la int¨¦rprete present¨® una demanda contra Weinstein en el Tribunal Superior de California, alegando que el trauma la hab¨ªa llevado a beber y la hab¨ªa destrozado emocionalmente. En 2021, ella y otras 40 actrices y exempleadas de Miramax firmaron un acuerdo de conciliaci¨®n con los abogados del productor para poner fin a las demandas civiles. Seg¨²n The New York Times, el acuerdo econ¨®mico colectivo ascend¨ªa a unos 17 millones de d¨®lares (casi 16 millones de euros) y ofrec¨ªa diferentes niveles de pago a las v¨ªctimas en funci¨®n de si quer¨ªan liberar a Weinstein de futuras demandas.
¡°?Me habr¨ªa gustado testificar contra Weinstein? Por supuesto¡±, admite la actriz, que no se arrepiente de ese pacto. ¡°El dinero me ha permitido ser libre. Si no, estar¨ªa muerta o en un psiqui¨¢trico y nadie sabr¨ªa mi historia¡±. Ahora, est¨¢ escribiendo sus memorias junto al periodista estadounidense Sam Kashner, colaborador de la revista Vanity Fair y experto en el star system de Hollywood.
P. ?Volver¨ªa a trabajar en Hollywood?
R. Por supuesto. Me encanta hacer pel¨ªculas. Tengo un proyecto entre manos con Tony Kaye. Y me encantar¨ªa trabajar con Pedro Almod¨®var.
P. ?Hollywood sigue siendo un lugar peligroso para las mujeres?
R. Menos que antes. Ahora, despu¨¦s de todo lo que pas¨®, los hombres de la industria tienen m¨¢s miedo. Hollywood es un lugar menos peligroso que cuando yo empec¨¦.