Anatom¨ªa de una violaci¨®n: c¨®mo Martha Coolidge convirti¨® su agresi¨®n sexual en una pel¨ªcula visionaria y demoledora
La restauraci¨®n y estreno en Espa?a de ¡®Not a Pretty Picture¡¯ pone de actualidad un filme de 1976 que se adelant¨® a su tiempo por reflexionar sobre la cultura de los abusos. ¡°Nunca quise vengarme de mi violador¡±, dice la directora
Martha Coolidge era una estudiante de secundaria de 16 a?os cuando, una noche de oto?o de 1962, fue violada por un compa?ero de instituto, un repetidor cinco a?os mayor que la invit¨® a ir a una fiesta junto a otros amigos. A?os despu¨¦s de la agresi¨®n, Coolidge decidi¨® convertir aquel episodio traum¨¢tico de su adolescencia en el centro de su ¨®pera prima, Not a Pretty Picture (1976), una pel¨ªcula rodada en 16 mil¨ªmetros con un presupuesto de 50.000 d¨®lares que, 48 a?os despu¨¦s, se contempla como una obra visiona...
Martha Coolidge era una estudiante de secundaria de 16 a?os cuando, una noche de oto?o de 1962, fue violada por un compa?ero de instituto, un repetidor cinco a?os mayor que la invit¨® a ir a una fiesta junto a otros amigos. A?os despu¨¦s de la agresi¨®n, Coolidge decidi¨® convertir aquel episodio traum¨¢tico de su adolescencia en el centro de su ¨®pera prima, Not a Pretty Picture (1976), una pel¨ªcula rodada en 16 mil¨ªmetros con un presupuesto de 50.000 d¨®lares que, 48 a?os despu¨¦s, se contempla como una obra visionaria y demoledora de cine pol¨ªtico de vanguardia.
Restaurada por el Academy Film Archive y la Film Foundation, Not a Pretty Picture se estrena este viernes en Espa?a. Asombra la manera en la que aborda asuntos tan actuales como el consentimiento, o por su disecci¨®n de las capas que envuelven un acto de violencia sexual: el deseo y la curiosidad, la incomodidad y el miedo, el asco, la culpa y el silencio, el rechazo y el estigma social y la necesidad imperiosa de pasar p¨¢gina para poder seguir adelante.
A sus 77 a?os, con una irregular carrera comercial en Hollywood, alguna comedia rom¨¢ntica de culto como La chica del valle (1983), adem¨¢s de una larga trayectoria como realizadora de anuncios y cap¨ªtulos de series tan populares como Sexo en Nueva York, Coolidge est¨¢ viviendo con ¡°excitaci¨®n y entusiasmo¡± c¨®mo su debut se encuentra con un p¨²blico que ¡°al fin sabe hacer las preguntas correctas¡±. ¡°Hace unos meses, en una proyecci¨®n organizada por el MoMA, pude comprobar la importancia de estas nuevas perspectivas. La pel¨ªcula se pas¨® en medio de una gran expectaci¨®n y para m¨ª la sorpresa fue encontrarme con un p¨²blico que comprend¨ªa perfectamente lo que contaba. Fue muy emocionante¡±, recuerda Coolidge en conversaci¨®n telef¨®nica desde su casa de Los ?ngeles, lejos de su lugar natal en New Haven, Connecticut. ¡°Despu¨¦s de tantos a?os aqu¨ª sigo siendo una persona de la Costa Este, aunque eso solo signifique que leo m¨¢s¡±, bromea.
Not a Pretty Picture es una pel¨ªcula atravesada por los ideales esc¨¦nicos de Bertolt Brecht en la que Coolidge mezcla una serie de secuencias dramatizadas ¡ªespecialmente inquietante resulta el viaje en coche hasta la fiesta con su agresor¡ª con otras documentales que registran el rodaje en un loft neoyorquino. All¨ª, mientras ruedan la violaci¨®n, Coolidge crea un espacio para la representaci¨®n desde la reflexi¨®n, el debate, la improvisaci¨®n y la experimentaci¨®n con el equipo de la pel¨ªcula, especialmente con los int¨¦rpretes.
A plena luz del d¨ªa, con los bidones de los tejados de la ciudad asomando entre grandes ventanales, la pel¨ªcula se transforma en algo ins¨®lito: la anatom¨ªa de una agresi¨®n sexual en la que Coolidge contempla su propia violaci¨®n mientras discute los detalles y puntos de vista con sus actores, especialmente con la actriz Michele Manenti, elegida por la cineasta porque tambi¨¦n hab¨ªa sufrido un abuso, y con el actor Jim Carrington, que hace lo que puede para entender y justificar el impulso de su personaje. En la pel¨ªcula, la violencia emerge a trav¨¦s de frases tan aparentemente inocuas como ¡°por favor, rel¨¢jate¡±.
¡°Yo no hice mucha terapia, pero organizar, pensar y hablar esta pel¨ªcula me ayud¨® much¨ªsimo. Verme a mi misma ante mi propia violaci¨®n fue muy revelador, tambi¨¦n para el resto del equipo¡±, recuerda la directora. ¡°Yo no quer¨ªa que el espectador reviviera el abuso sin pensar en ¨¦l, con todas sus implicaciones. La pel¨ªcula es un documento de aquel proceso en el que era muy importante que los int¨¦rpretes se expresar¨¢n con libertad y sin miedo. Trabajamos explorando cada detalle y su verdad. Para m¨ª era fundamental que todo el mundo en el rodaje fuese muy consciente del compromiso humano de la pel¨ªcula¡±.
Coolidge cuenta que la idea surgi¨® cuando vio junto a un grupo de documentalistas el corto No Lies (1972), de Mitchell Block, en el que con el lenguaje del cin¨¦ma v¨¦rit¨¦ una actriz narraba a c¨¢mara una agresi¨®n. La manera en la que aquella pel¨ªcula explotaba ¡°otra vez¡± una violaci¨®n le llev¨® a reflexionar sobre c¨®mo se pod¨ªa hablar de un abuso sexual sin caer ni en la exhibici¨®n morbosa ni en la explotaci¨®n del cuerpo de la actriz por la propia c¨¢mara. ¡°No Lies es una pel¨ªcula muy interesante, pero cuando la vi pens¨¦ que faltaba todo lo que yo sab¨ªa¡±. Un conocimiento que se sum¨® a la propia experiencia de hacer este documental h¨ªbrido y autobiogr¨¢fico: ¡°Aprend¨ª muchas cosas durante el proceso y tambi¨¦n despu¨¦s, cuando termin¨¦ y viaj¨¦ organizando peque?as proyecciones. En algunas, todo el p¨²blico era gay; en otras, hab¨ªa solo mujeres; y en otras, hombres y mujeres. Fue en esos contactos con el p¨²blico cuando conoc¨ª a much¨ªsimos hombres violados, y result¨® muy interesante porque comprob¨¦ que el silencio y el estigma era a¨²n mayor que con las mujeres¡±, recuerda.
Al repasar algunas pel¨ªculas famosas sobre violaciones, la directora suelta un sonoro exabrupto al nombrar Irreversible, de Gaspar No¨¦, y lamenta un sistema sexista que evita ponerse en el punto de vista de una mujer. ¡°La mayor¨ªa de los hombres prefieren ignorar la perspectiva de una mujer violada. El mundo ha cambiado mucho, pero no lo suficiente. Yo hice esta pel¨ªcula porque necesitaba escuchar respuestas, saber qu¨¦ hab¨ªa ocurrido, y en ese sentido las mujeres somos mucho m¨¢s valientes¡±. Sobre si el papel de la mujer ha evolucionado en Hollywood, se muestra esc¨¦ptica, y m¨¢s si se le pregunta por el dominio de la mirada masculina: ¡°Por supuesto que seguimos dominadas por el male gaze. Ellos son los jefes, mandan y tienen el dinero. Algo est¨¢ cambiando, pero no s¨¦ cu¨¢nto, ni si llegar¨¢ a ser suficiente. Sin duda, ahora hay m¨¢s mujeres, y eso, por ejemplo, modifica de forma sustancial el ambiente en los rodajes. Al menos ahora tenemos la sensaci¨®n de que s¨ª pertenecemos a esta sociedad y que nuestra voz y pensamientos tambi¨¦n son importantes¡±.
Not a Pretty Picture se estren¨® el mismo a?o de Carrie, el King Kong de Dino de Laurentiis o Todos los hombres del presidente. Se proyect¨® por primera vez en el Whitney Museum de Nueva York y en la primera edici¨®n del Festival de Sundance, entonces Festival de Cine Estadounidense de Utah. Tuvo cierto eco cr¨ªtico, aunque jam¨¢s sali¨® del circuito de festivales. Coolidge guard¨® el material original en una caja fuerte.
Casi medio siglo despu¨¦s, le sorprende la pregunta de si su agresor ¡ª¡±el hombre que me viol¨® hab¨ªa violado antes a otras y no pasaba nada¡±¡ª lleg¨® a ver o conocer la existencia de su pel¨ªcula. ¡°?No! Ni me gustar¨ªa que la viese, ¨¦l no podr¨ªa manejarlo. Ten¨ªa muchos problemas y encima su padre era sheriff. En cualquier caso yo no hice esta pel¨ªcula para vengarme de ¨¦l. Nunca he querido vengarme¡±.