Descafeinado y decepcionante festejo mixto

La f¨®rmula de un rejoneador, un matador y un novillero funcion¨® bastante bien en la taquilla, tres cuartos de entrada, pero no tanto en el ruedo. Y eso que todo parec¨ªa preparado para que la tarde fuera triunfal, por las buenas o por la fuerza. Pero ni era corrida de rejoneo, ni era corrida de toros, ni tampoco novillada. Una mezcla dispar. Y de esa mezcla salieron mejor parados el rejoneador, Pablo Hermoso, y el novillero, Nek Romero, aunque no se pueda hablar de un triunfo rotundo de ninguno de los dos. El festejo se adulcor¨® con hierros elegidos para lo que se presum¨ªa una fiesta, pero tampoco las reses lidiadas rompieron a favor de corriente.

Pablo Hermoso se despidi¨® de Valencia en ante dos toros de buena condici¨®n: nobles, obedientes, a los que llev¨® muy encelados de salida y en los que, sobre todo, sobresali¨® su dominio en la monta. A su primero, toro con clase, lo exprimi¨® en los primeros tercios. Montado en Berl¨ªn e Ilusi¨®n subi¨® el tono en banderillas, aunque no siempre fuera al primer intento. Muy gastado el toro, muy exigido, le cost¨® bastante al final cuando toc¨® a banderillas cortas. Labor de m¨¢s a menos.

Con el cuarto al que tambi¨¦n le sac¨® todo el partido posible, la faena le result¨® m¨¢s compacta. Jug¨® con los llamativos quiebros por los adentros, casi siempre en lo que se suele llamar a dos pistas. Incansable el toro, fue el perfecto colaborador. El acierto a la hora de clavar tambi¨¦n fue clave. Repiti¨® con Berl¨ªn, y sac¨® a N¨®mada con los rejones de castigo, Malbec y Generoso, en banderillas. Acert¨® con el rej¨®n de muerte y tuvo premio.

La otra oreja de la tarde fue para Nek Romero. Al valenciano le prepararon el asunto con mucho esmero, quiz¨¢s demasiado. Dos novillos de Talavante, terciados pero de distinto juego. De muy buen aire su primero, astifino, con el que ya luci¨® con la capa. Al salir de un par de banderillas fue arrollado el subalterno Jos¨¦ Manuel M¨¢s, que pas¨® a la enfermer¨ªa con lesiones que van a requerir un posterior examen radiol¨®gico para calificar el alcance de las mismas. Este novillo se le rindi¨® a Nek Romero, que encontr¨® el sitio, suficiente y templado. De los racimos de muletazos, dos series con la izquierda tuvieron mayor sentimiento. Ceremonioso en las salidas de cada una de ellas, llen¨® con torer¨ªa el escenario. Los doblones finales a una mano fueron notable r¨²brica.??

El sexto fue novillo m¨¢s deslucido. Le dej¨® estar vers¨¢til con el capote, pero en la muleta el de Talavante no termin¨® de rematar. Se met¨ªa muy por dentro y el remate de cada pase resultaba poco limpio. Una faena m¨¢s peleada, de irregular compostura; tambi¨¦n sin encontrar soluciones. Las manoletinas de rodillas que remataron esa labor en la b¨²squeda de la salida a hombros calentaron un tendido que se enfri¨® al tardar en doblar el novillo.

Pulcro, aseado, tambi¨¦n con su esmerada distinci¨®n, le anduvo Morante a su primero. Brill¨® m¨¢s en el manejo con el capote, en los lances de recibo, y en un quite a c¨¢mara lenta. Luego, en la muleta, el de Juan Pedro Domecq no puso pegas, aunque le falt¨® el punto de casta para que la composici¨®n personal de Morante llegara de verdad a la gente. Todo muy limpio, pero tambi¨¦n falto de emoci¨®n. No le gust¨® al sevillano el colorado que sali¨® en su segundo turno. Dej¨® que le dieran de lo lindo en varas y lleg¨® al ¨²ltimo tercio parado y sin ganas de embestir. Morante no disimul¨®, abrevi¨® y se quit¨® al mortecino toro en medio de las protestas de la gente.