¡°Vuestro profundo error es creer que la estupidez es inofensiva¡±: Vox, Bernanos y la represi¨®n franquista en Mallorca
El intelectual cat¨®lico franc¨¦s Georges Bernanos escribi¨® un testimonio brutal sobre la Guerra civil: ¡®Los grandes cementerios bajo la luna¡¯. Una lectura muy recomendable tras ver a Le Senne rompiendo la foto de una v¨ªctima
Georges Bernanos (1888-1948) fue un gran intelectual franc¨¦s, al que el golpe de Estado de Franco sorprendi¨® en Mallorca. Cat¨®lico practicante, conservador, con un hijo falangista, escandalizado por los ataques contra la Iglesia en la zona republicana, era un firme partidario del bando fascista. Sin embargo, cuando contempl¨® la magnitud y la crueldad de la represi¨®n en Mallorca, horrorizado por lo que vio, escribi¨® una obra maestra, Los grandes cementerios bajo la luna, uno de los testimonios m¨¢s significativos sobre la Guerra Civil espa?ola y un monumento a la honestidad intelectual. Hannah Arendt lo calific¨® como ¡°el libro m¨¢s importante escrito contra el fascismo¡±. Bernanos no cambi¨® de bando, sencillamente eligi¨® la humanidad.
El presidente del Parlamento balear, el ultraderechista de Vox Gabriel Le Senne, protagoniz¨® este martes un lamentable espect¨¢culo al romper una foto de Aurora Picornell, una mujer asesinada por las mismas huestes que contempl¨® Bernanos en acci¨®n en los primeros meses de la guerra. Si tuviese una m¨ªnima curiosidad, el se?or Le Senne podr¨ªa consultar el libro del novelista franc¨¦s, porque ha aparecido recientemente una nueva edici¨®n castellana, en Pepitas de Calabaza, traducido por Juan Vivanco. ¡°Por una anomal¨ªa que no me explico, llevaba a?os descatalogado e inencontrable en espa?ol. En Francia, en cambio, es un libro muy conocido¡±, escribi¨® Sergio del Molino en este diario cuando apareci¨® la nueva edici¨®n del libro.
Cuando public¨® Los grandes cementerios bajo la luna, Bernanos era ya un escritor muy conocido en Francia por sus novelas Bajo el sol de Sat¨¢n y Diario de un cura rural. Esta ¨²ltima ya la escribi¨® en Mallorca, donde resid¨ªa desde 1934. Tras la victoria franquista en la isla, no solo le espant¨® la crueldad de la represi¨®n, sino la minuciosidad con la que cualquier sospechoso de estar en contra del nuevo r¨¦gimen era cazado y asesinado sin piedad. La m¨ªnima sospecha o duda pod¨ªa costarle la vida a cualquiera. Tambi¨¦n le horroriz¨® la colaboraci¨®n activa de la Iglesia cat¨®lica en los asesinatos en masa. Sali¨® de Mallorca en 1937 y public¨® el libro en 1938, lo que le vali¨® el odio de la derecha francesa y, naturalmente, de Franco.
¡°En Mallorca, durante meses, los equipos de asesinos, transportados r¨¢pidamente de pueblo en pueblo con camiones requisados para ello, mataron fr¨ªamente, con conocimiento de todos, a varios miles de individuos que se consideraban sospechosos, aunque el propio tribunal militar tuvo que renunciar a presentar contra ellos la m¨¢s m¨ªnima acusaci¨®n¡±, escribe. ¡°El reverend¨ªsimo obispo de Palma estaba informado del hecho, como todo el mundo. No por ello dej¨® de mostrarse, siempre que tuvo ocasi¨®n, al lado de los ejecutores, algunos de los cuales ten¨ªan notoriamente en su haber la breve agon¨ªa de un centenar de hombres¡±.
La frase m¨¢s famosa del libro se aplica perfectamente al momento actual, a la lamentable imagen del martes: ¡°La c¨®lera de los imb¨¦ciles llena el mundo. Vuestro profundo error es creer que la estupidez es inofensiva. La estupidez no tiene m¨¢s fuerza que un ca?¨®n de peque?o calibre, pero una vez en movimiento, puede con todo. Ninguno de vosotros ignora de lo que es capaz el odio paciente y la vigilancia de los mediocres y sembr¨¢is el grano en los cuatro puntos cardinales¡±. Fue escrito por un intelectual honesto en la Europa de los a?os treinta, sobre la que se iba a abatir una cat¨¢strofe inconmensurable. Bernanos intuy¨® lo que iba a ocurrir en muchos otros lugares y sab¨ªa que la crueldad del fascismo espa?ol era el primer episodio de algo mucho m¨¢s amplio. Da miedo leer ahora las l¨²cidas palabras de aquel escritor franc¨¦s que nunca renunci¨® a la humanidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.