Primer herido por asta de toro en Sanfermines en el sexto encierro, protagonizado por los temidos y r¨¢pidos toros de Jandilla

Un veterano corredor de San Sebasti¨¢n, de 72 a?os, ha sufrido este viernes una cornada en la axila izquierda y un traumatismo craneoencef¨¢lico cuando se apretaba contra la pared junto a dos personas m¨¢s en la Cuesta de Santo Domingo, en el inicio de la carrera. Uno de los cuatro toros negros de Jandilla se acerc¨® hacia donde se encontraba el reducido grupo de corredores y se llev¨® por delante al herido sin que llegara a arrastrarlo. Su pron¨®stico es reservado. Dos mozos m¨¢s han resultados contusionados, un var¨®n de 24 a?os de Orio (Gipuzkoa) con deformidad en un codo y otro var¨®n, de Madrid, de 21, con una herida maxilofacial en otras zonas del recorrido.

Era hoy el d¨ªa de los temidos toros de Jandilla, con un historial de miedo de 32 corneados en sus 22 encierros anteriores, y que han confirmado que las carreras matutinas de San Ferm¨ªn ya no son lo que eran. Los toros, acostumbrados a correr en el campo, y el l¨ªquido antideslizante que disminuye las ca¨ªdas de los animales, han cambiado por completo la fisonom¨ªa de este espect¨¢culo, a pesar de ese corredor que ya est¨¢ siendo atendido en el hospital Universitario de Navarra y cuya situaci¨®n es estable, seg¨²n el segundo parte m¨¦dico.

La carrera de los toros de Jandilla ha sido r¨¢pida (dos minutos y 19 segundos), y se ha desarrollado como un calco de lo sucedido en d¨ªas anteriores, de modo que adquieren m¨¢s protagonismo los mozos que los toros.

Estos, los primeros de esta feria que minutos antes de que sonara el cohete ya estaban de pie, nerviosos y prestos para la prueba, han corrido a velocidad de v¨¦rtigo como es su costumbre, han buscado hueco entre las aglomeraci¨®n de humanos y han alcanzado la meta del ruedo con ansias de perder de vista a los que le imped¨ªan el paso.

De nuevo, los cabestros han dirigido la carrera, repuestos todos del primer susto del cohete inicial. Todos ¨Cincluidos los cuatro toros negros, uno jabonero y otro colorao¨C han enfilado la Cuesta de Santo Domingo arropados por los bueyes, y sorprendidos ante lo que se les ven¨ªa encima instante despu¨¦s del inicio de la carrera.

Ah¨ª, en la subida, cuando los animales a¨²n no hab¨ªan tomado nota del l¨ªo en el que estaban metidos, se ha producido la cornada de ese toro que ha querido barrer la acera derecha de la cuesta y se ha encontrado con el brazo izquierdo de un corredor.

A partir de ah¨ª, todo ha ido como la seda en un encierro t¨ªpico de San Ferm¨ªn. La manada ha llegada unida y compacta a la zona del Ayuntamiento, ha enfilado la bajada de Mercaderes, pero ninguno de los actuantes de cuatro patas ha ca¨ªdo en la trampa de los tablones que forman el ¨¢ngulo recto antes de entrar en la calle Estafeta.

Limpieza total la de todos los animales, que han tomado la curva como lo que son, expertos corredores, y la manada se ha extendido ya en este tramo, obligada, quiz¨¢, por el mayor n¨²mero de corredores que les imped¨ªan el paso.

Un cabestro abierto de pitones, y con autoridad evidente, segu¨ªa a la cabeza del grupo y no ha tenido m¨¢s remedio que arrollar a todo el que trataba de ponerse a su altura.

Cada vez m¨¢s gente, como cada ma?ana, a medida que los Jandilla llegaban a la bajada del callej¨®n, donde hoy no hab¨ªa corredores apostados y se han evitado los atropellos y sustos habituales.

La entrada al ruedo ha despistado a los animales, desconocedores del camino a seguir, aunque pronto han obedecido a los cabestros y su paso por la arena ha sido visto y no visto. Ya descansan en los corrales de la plaza Pasota, Jaramago, Opaco, Ratero, Omeya y Zabra, entre 520 y 595 kilos de peso, que esta tarde lidiar¨¢n los diestros Cayetano, Roca Rey, que repite en la feria, y Pablo Aguado, sustituto de Morante de la Puebla, que contin¨²a su proceso de recuperaci¨®n.