Indultado un gran toro de Santiago Domecq
Rom¨¢n, plet¨®rico, pase¨® las dos orejas de un animal excelente en la muleta y muy discreto en varas
Del tormento al ¨¦xtasis; de los infiernos al cielo. En tan solo 24 horas, de la miseria de la tauromaquia a su grandeza. Un peque?o gran paso que salva sobre la campana una feria que un d¨ªa antes estaba condenada. Ocurri¨® en el cuarto de esta tercera corrida y ¨²ltima de abono. El toro, de nombre Escondido, estaba llamado a hacer historia. Y delante un torero, Rom¨¢n, tambi¨¦n llamado a completar la historia. No fue toro en varas que dijera mucho, pues no pas¨® nada en las dos entradas al caballo. O pas¨® de puntillas, vamos. Algo vio Rom¨¢n en el toro, que brind¨® al p¨²blico convencido de que all¨ª hab¨ªa una mina de oro. Sin pre¨¢mbulos, la faena no tuvo soluci¨®n de continuidad. Una embestida vibrante del toro, arrancado al cite, de lejos, con viaje largo, bien entendido por un Rom¨¢n plet¨®rico. Por el pit¨®n derecho, por el izquierdo, toda la bravura del bravo animal se desgranaba mientras Rom¨¢n tambi¨¦n parec¨ªa disfrutar. Muy centrado el torero, los muletazos eran de largo recorrido, sometiendo, bajando la mano, con mando. A nadie escap¨® que algo se barruntaba y la gente, en clamor, se levant¨® para pedir el indulto de Escondido. El presidente se resisti¨® en principio, pero no tuvo m¨¢s remedio que aceptar el plebiscito de toda la plaza para sacar el pa?uelo naranja y perdonarle la vida a un toro bravo. ?Indulto justo? La pol¨¦mica est¨¢ servida. Grandioso toro en la muleta, que pas¨® muy discreto en el primer tercio.
Una pena que la buena condici¨®n aparente del primer toro se frustrara por el duro castigo recibido en el primer puyazo, que dejaba charcos de sangre all¨¢ por donde iba. Ure?a abri¨® el comp¨¢s a las primeras de cambio una vez muleta en mano, las dos primeras tandas en redondo sobre la derecha fueron logradas, pero con la izquierda los naturales, algunos largos y buenos, se daban de uno en uno. Poco m¨¢s aguant¨® el toro, que por dos veces rod¨® por la arena ya sin apenas resuello. Se descar¨® Ure?a al final, pero ya no hab¨ªa nada que rascar.
No termin¨® de acoplarse Ure?a con el tercero, toro con buena pinta, con cuajo. Pero ni toro ni torero se pusieron de acuerdo en la muleta. Mucha cantidad de pases, de irregular trazo, con el comp¨¢s siempre abierto, a veces incuso exagerado, muy ligero todo. Un intento al natural a pies juntos al final tampoco termin¨® de cuajar. No era f¨¢cil la papeleta para Ure?a tras el suceso del cuarto toro enfrentarse al quinto. El toro que no tuvo entrega, se qued¨® siempre a mitad camino, y Ure?a solo pudo mostrar una admirable actitud. Se le agradeci¨®.
El segundo, primero de Rom¨¢n, muy justo de todo, fue protestado de salida. Y la plaza se levant¨® en armas cuando tras salir del caballo el torete se derrumb¨® en la arena. Bronca, gritos de ?fuera! ?fuera! Palmas de tango y supuesto preludio de esc¨¢ndalo. Pero no. El toro sac¨® el lado bueno de su condici¨®n y se puso a embestir alegre e incansable. Ya nunca m¨¢s se desmoron¨® y aunque justo de fuerzas, aguant¨® bien el ¨²ltimo tercio. Rom¨¢n se lo llev¨® de largo por la derecha, en redondo, con la mirada del toro fija en la muleta. Por el pit¨®n izquierdo la cosa no fue igual, pues Rom¨¢n no le cogi¨® el aire a la primera. Naturales sueltos los hubo, pero esa segunda parte de la faena ya fue m¨¢s irregular. Las manoletinas de frente remataron una labor que fue m¨¢s que lo que promet¨ªa. El sexto, tambi¨¦n muy castigado en varas, se qued¨® a mitad camino en la muleta. Rom¨¢n lo intent¨® pero el toro, muy ahogado ya, apenas daba opci¨®n.
Domecq/Ure?a, Rom¨¢n
Toros de Santiago Domecq, desiguales de presencia, pero correctos en su conjunto; manejables de juego en general y muy castigados en varas. El cuarto, de nombre Escondido, de gran juego en la muleta, fue indultado por clamorosa petición.
Paco Ureña: pinchazo y estocada (saludos); dos pinchazos _ aviso _ y estocada (silencio); pinchazo, media _ aviso _ (saludos).
Román: pinchazo, estocada perpendicular y atravesada _ aviso _ y dos descabellos (saludos); indultado (dos orejas simbólicas); tres pinchazos y dos descabellos (silencio). Salió a hombros.
Plaza de Valencia. 21 de julio. Tercera corrida y última de la Feria de Julio. Media entrada.
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