?En qu�� se parecen Simone Biles y un personaje de Degas? 13 im��genes de los Juegos Ol��mpicos de Par��s 2024 que recuerdan a obras de arte

A la izquierda, Kim Yeji, la tiradora surcoreana de 31 a?os que gan�� la medalla de plata en la prueba de 10 metros de pistola de aire comprimido en la categor��a femenina. En las redes sociales se convirti�� en la villana favorita al provocar al mismo tiempo fascinaci��n, intimidaci��n y admiraci��n. A la derecha, la pieza ��Too Young to Die�� (Demasiado joven para morir), 2001, de Yoshitomo Nara, creador de unas ni?as inquietantes de estilo kimokawaii, que significa algo as�� como repulsivo; lo que causa desaz��n, y que a la vez no puedes dejar de mirar.Charles McQuillan (Getty)/

A la izquierda, un combate de boxeo (categor��a de m��s de 92 kilos) en cuartos de final de las Olimpiadas de Par��s. A la derecha, compet��an Teremoana de Australia y Bakhodir Jalolov de Uzbekistan. A la derecha, el cuadro 'Ixi��n', Jos�� de Ribera, que cuelga en el Museo del Prado y que muestra una violenta imagen cuyo dramatismo se acent��a a trav��s de la luz. En las dos im��genes, las anatom��as se retuercen, la gestualidad se marca m��s en la pintura, aunque los brazos de los boxeadores contempor��neos van casi a la par de los pict��ricos. En la tela, hay un castigo. En la foto actual, la pena la sufre quien pierde su paso a la siguiente fase de camino a la medalla.Richard Pelham (Reuters)/ Museo

A la izquierda, con su medalla de oro tras ganar la final masculina de los 100 metros espalda, el italiano Thomas Ceccon. Otro de los deportistas que ha conquistado las redes y el coraz��n de muchas y muchos, no siempre seguidores del deporte. A la derecha, la escultura del David de Miguel ?ngel. Dos anatom��as perfectamente esculpidas en los materiales del deseo y la enso?aci��n.M. Maeissner (Ap/Lapresse)/ V. F

A la izquierda, Simone Biles se retoca el maquillaje en una de las finales de los Juegos Ol��mpicos de Par��s. En su cuenta de TikTok con m��s de un mill��n de seguidores y en su documental en Netflix, la gimnasta ya explic�� la importancia que le otorga a sus rutinas de est��tica y c��mo con el paso de los a?os las ha conseguido controlar con su particular declaraci��n de intenciones: alejarse del canon euroc��ntrico. A la derecha, el cuadro 'Elogio del maquillaje' (1897), de Degas, la pieza que se vendi�� recientemente en Espa?a por menos de 1.000 euros.CORTES??A BLASCO VISUAL MEDIA

A la izquierda, Uta Abe, la deportista japonesa cuyos gritos de frustraci��n, tras perder en su categor��a de menos de 52 kilos, no se olvidar��n. Unos d��as despu��s, Carolina Mar��n, de rodillas, llorando desconsolada en el suelo tras lesionarse en la semifinal de badmint��n, volvi�� a recordar c��mo en el deporte puede aparecer un componente aleatorio, que nada tiene que ver con el m��rito y el esfuerzo, que puede terminar con un sue?o en un segundo. A la derecha, 'El grito', de Edvard Munch (1863-1944).Michael Reaves (Getty)/Christoph

A la izquierda, el brasile?o Gabriel Medina en la tercera ronda de la competici��n de surf en Par��s. Ese salto que da el deportista y fue captado por los fot��grafos se ha convertido en una de las im��genes de estas olimpiadas. Es dif��cil encontrar un cuadro similar, pero esta 'Aparici��n de Cristo crucificado a santa Teresa de Jes��s', de Alonso Cano, representa en esencia esa salida de la ola que nadie esperaba. Xinhua News/ContactoPhoto/ Museo (maping / Xinhua News / ContactoP)

En esta otra comparaci��n, el brasile?o Gabriel Medina sale de la ola y celebra su haza?a como Jes��s en el 'Tr��ptico del carro de heno', del Bosco.Xinhua News/ContactoPhoto/ Museo (maping / Xinhua News / ContactoP)

El tenista serbio Novak Djokovic celebra tras ganar al alem��n Dominik Koepfer. D��as despu��s le ganar��a el oro a Carlos Alcaraz y lo celebr�� con el resto de su delegaci��n tambi��n bailando. A la derecha, uno de los personajes del cuadro 'Escena de interior de taberna', an��nimo.Juanjo Mart��n (EFE)/ Museo del (EFE)

No hay detalle que los medios no capturen y difundan de los Juegos Ol��mpicos. A trav��s del maquillaje, de las joyas, las manicuras, la peluquer��a, los accesorios,... las deportistas mandan sus particulares mensajes y ocupan sus espacios desde una feminidad igual de competitiva que la de sus pares masculinos. A la derecha, la mano enjoyada de 'Isabel de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II', cuadro de Sofonisba Anguissola.Aleksandra Szmigiel (Reuters) / (REUTERS)

Nathalie Moellhausen, esgrimista brasile?a de 38 a?os, se ha presentado a los Juegos Ol��mpicos de Paris con un tumor benigno en la regi��n del coxis que le causa dolor cr��nico. La consecuencia es que cay�� en un combate, no aguantaba m��s. Sus entrenadores fueron a asistirla y cuando alguien de la organizaci��n acerc�� una silla para la deportista, fue su entrenador quien ocup�� ese asiento como se puede ver en las capturas de v��deo. A la derecha, la obra 'Susana y los viejos', de Artemisia Gentileschi, en la exposici��n 'Maestras', organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza. Rodrigo Jimenez (EFE)

A la izquierda, Isabell Werth, jinete alemana, en una de las pruebas de las Olimpiadas. A la derecha, 'La reina Isabel de Borb��n a caballo, de Vel��zquez. La semejanza entre estas dos estampas es de las m��s sencillas de hacer, pero hay que indagar en las capas de las representaciones ecuestres femeninas en la Historia del Arte para entender que cuando una mujer de la nobleza se sub��a a un caballo se equiparaba a un hombre en su demostraci��n de poder.ERIK S. LESSER (EFE)/ Museo del (EFE)

Un grupo de mujeres compite en el r��o Sena de Par��s en la prueba del triatl��n. La imagen recuerda a esos momentos que se suelen producir en alta mar cuando distintas especies de animales se encuentran en un momento de caza y compiten con su tama?o, voracidad y astucia por quien se lleva la presa. A la derecha, el cuadro 'Entropia' de Genov��s.David Goldman (AP/Lapresse) (Associated Press/LaPresse)

A la izquierda, LeBron James se cuelga de la canasta en la primera fase de la competici��n de baloncesto de los Juegos Ol��mpicos. No solo vuela, es capaz de contorsionar su cuerpo hasta ponerse de manera paralela al suelo. A la derecha, un detalle de 'La Crucifixi��n de San Pedro', de Caravaggio. Evelyn Hockstein (REUTERS)