De Patti Smith y Robert Mapplethorpe a Adriano y Ant¨ªnoo: las ¡®Pasiones creativas¡¯ de dos espigadores de la historia del arte
Bernardo Pajares y Juanra Sanz trasladan la esencia del ¡®podcast¡¯ ¡®Arte compacto¡¯ a las p¨¢ginas de un libro con episodios de amor y toxicidad que dieron pie a grandes obras
Los bustos de Adriano y quien fuera el miembro favorito de su s¨¦quito, Ant¨ªnoo, conviven en la sala 74 del Museo del Prado de Madrid. La voluntad del emperador se sigue cumpliendo 19 siglos despu¨¦s de la muerte de ambos. Cuando su joven amante falleci¨® en las aguas del r¨ªo Nilo, el c¨¦sar decidi¨® divinizarlo, construyendo templos en su honor y perpetuando su imagen en efigies y monedas. Lo convirti¨® ...
Los bustos de Adriano y quien fuera el miembro favorito de su s¨¦quito, Ant¨ªnoo, conviven en la sala 74 del Museo del Prado de Madrid. La voluntad del emperador se sigue cumpliendo 19 siglos despu¨¦s de la muerte de ambos. Cuando su joven amante falleci¨® en las aguas del r¨ªo Nilo, el c¨¦sar decidi¨® divinizarlo, construyendo templos en su honor y perpetuando su imagen en efigies y monedas. Lo convirti¨® en un gran dios del paganismo griego a pesar de ser el ¨²nico que le rend¨ªa un culto aut¨¦ntico.
La historia de amor entre Bernardo Pajares y Juanra Sanz, dos trabajadores del museo madrile?o, se gest¨® rodeada de los miles de obras que alberga el edificio, entre ellas las dos que recuerdan a Adriano y Ant¨ªnoo. Su uni¨®n y su pasi¨®n com¨²n dio como fruto el podcast Arte compacto, un rinc¨®n que aplica nuevas perspectivas a la Historia del Arte. Esta bit¨¢cora sonora combina su intimidad de pareja con un diario de viajes y con la historia detr¨¢s de las grandes obras de la pintura, la escultura o la fotograf¨ªa. Su primer libro com¨²n, Pasiones creativas (Aguilar), mantiene esa esencia y aborda 10 episodios de amor, pasi¨®n y deseo que han dado significado a grandes obras. ¡°Nosotros reaccionamos al arte como lo hace todo el mundo, desde aquello que te apela, desde tus recuerdos y experiencias¡±, comenta la pareja en el Museo del Prado. El texto se centra en un aspecto que les atrae irremediablemente: las intimidades, en cualquiera de sus formas, que dan pie a la creaci¨®n de una pieza art¨ªstica.
En sus p¨¢ginas se preguntan por la creatividad que brot¨® cuando el amor surgi¨® entre Patti Smith y Robert Mapplethorpe o Cindy Sherman y Robert Longo. Son dos de las relaciones m¨¢s sanas y fruct¨ªferas que aparecen en el texto, mientras que en otras, como la de Pablo Picasso y Dora Maar o la de Edward Hopper y su esposa Josephine Nivison, esos encuentros sentimentales supusieron un gran perjuicio para ellas.
La intenci¨®n de los autores de Pasiones creativas no es la de cancelar a nombres consagrados. ¡°No estamos capacitados para destrozar el canon art¨ªstico y volverlo a escribir, aunque quiz¨¢ s¨ª para intentar enriquecerlo, recuperando las historias que estaban en torno a sus grandes h¨¦roes y a los relatos oficiales¡±, confiesa Sanz. ¡°En los distintos espacios en los que hemos podido analizar la historia del arte hemos intentado espigar, como dir¨ªa Agn¨¨s Varda, proyectos culturales muy concretos, recuperando aquellas cosas que los dem¨¢s dejaron atr¨¢s. Ahora que hay tantas ventanas de informaci¨®n, tengo la esperanza de que las nuevas generaciones, cuando descubran a Dora Maar, lo hagan como fot¨®grafa y no como una de las parejas de Picasso¡±, completa su marido.
El libro tambi¨¦n recuerda la autodestrucci¨®n de Francis Bacon a trav¨¦s de sus amantes masculinos. Y la tragedia de los fot¨®grafos Peter Hujar y David Wojnarowicz, 20 a?os menor que quien era su pareja y mentor. Ambos fueron v¨ªctimas de la epidemia del sida en el Nueva York de los a?os ochenta y noventa, y protagonizaron uno de los cap¨ªtulos de su podcast que m¨¢s les cost¨® grabar y que precisamente por eso han decidido recuperar como cap¨ªtulo final de Pasiones creativas. Cuando Peter enferm¨®, David lo acompa?¨® aunque ya no fuera su pareja. Y lo fotografi¨® para que, de esa manera, fuera inmortal.
El formato conversacional de su espacio sonoro se convierte en este texto en una suerte de literatura epistolar, en la que uno de ellos desmenuza las consecuencias art¨ªsticas de estas distintas conexiones emocionales a lo largo de la historia y el otro interact¨²a desde el t¨² a t¨² con ese microensayo. ¡°Uno entregaba su texto y el otro reaccionaba casi de inmediato a lo le¨ªdo, para registrar una respuesta lo m¨¢s fresca y espont¨¢nea posible¡±, explica Pajares. ¡°Como en el podcast, contamos cosas de nuestra vida y tambi¨¦n datos hist¨®ricos sobre los que tienes que documentarte muy bien. Al trasladarlo al negro sobre blanco ha llegado un v¨¦rtigo que no hab¨ªa sentido antes de esta forma¡±, admite Sanz. ¡°Hace poco Alejandro Vergara Sharp, conservador del Prado, explicaba que, al dejar algo por escrito, siente mucho m¨¢s la obligaci¨®n de que eso sea verdad, aunque tambi¨¦n lo sea cuando lo dejas grabado ante un micr¨®fono o una c¨¢mara¡±, prosigue.
Pasiones creativas naci¨® en torno al concepto de amor, pero sus autores decidieron derivarlo al concepto de la pasi¨®n ¡°para no llamar amor a algunas de las relaciones t¨®xicas que aparecen en el libro¡±, dice Sanz. ¡°Y porque la oscuridad es igual de poderosa a la hora de inspirar arte¡±, defiende. Y es que el amor no es un tema primordial en la pintura que puede verse en el Prado, al ¡°estar m¨¢s centrado en el arte oficial, encargado por la iglesia y el poder¡±, apunta la pareja, y en el que predominan, por tanto, asuntos religiosos y gestas b¨¦licas. Pero, aunque no haya sido un asunto muy explorado de forma tan activa hasta un pasado reciente, ¡°un simple retrato puede esconder mucho amor, como el que Anna Klumpke hizo de Rosa Bonheur¡±, recuerda Pajares. Quiz¨¢ la relaci¨®n entre las dos pintoras de pie a un segundo volumen de estas pasiones creativas.