¡®Un silencio¡¯: tenebrosa pel¨ªcula sobre la tela de ara?a de la pedofilia y la pederastia

Hay pel¨ªculas que entran a deg¨¹ello, que agarran al espectador desde el primer minuto con acciones e informaci¨®n directa sobre los personajes y su entorno, y en las que todo cristo est¨¢ dentro al minuto. Y hay pel¨ªculas de sedimentaci¨®n lenta, en las que cada uno de los di¨¢logos de su trecho inicial parece casi un jerogl¨ªfico, en las que hasta bien entrado su metraje las piezas no encajan. Un silencio, und¨¦cima pel¨ªcula del siempre interesante director belga Joachim Lafosse, la inmensa ...

Hay pel¨ªculas que entran a deg¨¹ello, que agarran al espectador desde el primer minuto con acciones e informaci¨®n directa sobre los personajes y su entorno, y en las que todo cristo est¨¢ dentro al minuto. Y hay pel¨ªculas de sedimentaci¨®n lenta, en las que cada uno de los di¨¢logos de su trecho inicial parece casi un jerogl¨ªfico, en las que hasta bien entrado su metraje las piezas no encajan. Un silencio, und¨¦cima pel¨ªcula del siempre interesante director belga Joachim Lafosse, la inmensa mayor¨ªa estrenadas tambi¨¦n en Espa?a, pertenece al segundo grupo.

Ese car¨¢cter cr¨ªptico viene dado no tanto por la estructura como por la confecci¨®n de las conversaciones entre los personajes, a las que se poda de los matices informativos que sirven a la platea para centrarse en qui¨¦n es qui¨¦n, por qu¨¦ est¨¢n all¨ª y c¨®mo est¨¢n relacionados entre ellos. En los a?os noventa, el canadiense Atom Egoyan hizo de la sistem¨¢tica un arte, sobre todo en El dulce porvenir (1997), en la que lo esencial era el clima de enorme toxicidad y vileza en torno a sus criaturas ¡ªexactamente igual que en Un silencio¡ª, pero en la que hasta casi la mitad de la historia ni siquiera se sab¨ªa bien lo que estaba pasando ni de qu¨¦ iba realmente la pel¨ªcula. En esta de Lafosse la informaci¨®n esencial para que la cabeza haga finalmente el necesario clic llega en el minuto 40. Y es entonces cuando todo no solo encaja, sino que explota: cada uno de los di¨¢logos anteriores, cada acci¨®n, relaci¨®n y sombra adquiere una luz extraordinaria, n¨ªtida y perfecta. Se est¨¢ exigiendo al espectador, pero si este es paciente, cuando adem¨¢s tiene el aliciente de la turbiedad atmosf¨¦rica creada por el director, queda saciado con creces.

Perversa sin una sola explicitud, y sin necesidad de destripar demasiado, Un silencio habla de la procelosa tela de ara?a que envuelve a la pedofilia y a la pederastia, en torno a la familia de un abogado especializado en este tipo de delitos. ?Hasta d¨®nde llega? ?A qui¨¦n arrastra? ?Qui¨¦n es corresponsable? Inspirada en el caso real del letrado belga Victor Hissel, que defendi¨® a las familias de dos ni?as violadas y asesinadas por el tr¨¢gicamente famoso pederasta Marc Dutroux, la pel¨ªcula es ¨¢spera y elegante, sutil y tenebrosa. Laffose, que siempre dota a sus obras de una violencia soterrada y una complejidad moral casi insoportables, te coloca una vez m¨¢s frente al abismo. Como en las excelentes Propiedad privada (2006), Perder la raz¨®n (2012), Despu¨¦s de nosotros (2016) y Un amor intranquilo (2021).

Y en ese abismo habita la mujer del lobo feroz, a cuyo silencio alude el t¨ªtulo, pues es conocedora de todo. Una figura que en estos d¨ªas no hace sino recordarnos a otro caso real, el de la escritora Alice Munro, y a la que Lafosse dibuja con una enorme ambig¨¹edad en el trato con su hijo, que cada espectador deber¨¢ dilucidar. Porque de eso va tambi¨¦n la pel¨ªcula: de modos de amar en el entorno familiar. Y la secuencia del baile est¨¢ hecha, y milimetrada, para eso: para que unos vean a una madre y a un hijo bailando, y otros vislumbremos algo rijoso y terrible, y miremos ese momento con incomodidad, cara de pasmo y, como m¨ªnimo, verg¨¹enza ajena.

Coda: Laffose fue acusado recientemente por m¨¢s de una decena de colaboradoras de generar un ¡°sistema de control¡± detr¨¢s de las c¨¢maras y crear un ¡°entorno t¨®xico y desestabilizador¡± en sus rodajes. Las denuncias, que no iban acompa?adas de demandas judiciales, salieron publicadas el pasado mes de junio en un art¨ªculo del peri¨®dico franc¨¦s Lib¨¦ration, en el que se a?ad¨ªa que estas conductas podr¨ªan ser constitutivas de ¡°acoso moral o sexual¡±. Este hecho no hace a la pel¨ªcula Un silencio mejor o peor en s¨ª misma, pero se incluye como complemento en esta cr¨ªtica. Como una muestra m¨¢s del enfermizo clima en el que parece haberse movido el pa¨ªs (y su cine) durante demasiados a?os en torno al sexo, y convertido ahora casi en una raz¨®n de Estado, que es justo de lo que habla la pel¨ªcula.