El debate sobre el mecenazgo pasa por fin de las palabras a los hechos
La aprobaci¨®n de las primeras medidas fiscales en a?os provoca discusiones sobre el papel de las donaciones privadas en la cultura o la ciencia, que generaron unos 696 millones en cantidades deducidas en 2023
Durante a?os, la ley de mecenazgo fue un fantasma. Sobrevolaba muchas conversaciones del sector cultural, social o cient¨ªfico; asustaba a Hacienda; evocaba promesas incumplidas en el pasado. Y, sobre todo, nunca aparec¨ªa. Al fin, el Gobierno sac¨® adelante este enero una reforma para impulsarlo. A las palabras, por primera vez en mucho tiempo, segu¨ªan los hechos. Otros hechos llegaron con las declaraciones de la renta de 2023, ¨²ltimo dato disponible de la Ag...
Durante a?os, la ley de mecenazgo fue un fantasma. Sobrevolaba muchas conversaciones del sector cultural, social o cient¨ªfico; asustaba a Hacienda; evocaba promesas incumplidas en el pasado. Y, sobre todo, nunca aparec¨ªa. Al fin, el Gobierno sac¨® adelante este enero una reforma para impulsarlo. A las palabras, por primera vez en mucho tiempo, segu¨ªan los hechos. Otros hechos llegaron con las declaraciones de la renta de 2023, ¨²ltimo dato disponible de la Agencia Tributaria, que permite una estimaci¨®n aproximada del mecenazgo en Espa?a. As¨ª, las cantidades deducidas por donaciones (excluidas las de fines pol¨ªticos) superaron los 696 millones de euros, el dato m¨¢s elevado desde que hay registro estad¨ªstico detallado, en 2016. La esperanza del Ejecutivo es que con las nuevas medidas esto vaya a mucho m¨¢s.
En realidad, las cifras reales fueron mayores: la Agencia Tributaria solo contabiliza la parte que cada uno pudo deducir fiscalmente sobre el total de lo que regal¨®. Y aun as¨ª, los n¨²meros espa?oles andan muy lejos, seg¨²n coinciden las fuentes entrevistadas, de Francia o Italia, por no hablar de EE UU. Aunque, en este ¨²ltimo caso, tambi¨¦n cambia el contexto, como explica Roger Dedeu, abogado del despacho Gabeiras, especializado en el ¨¢mbito art¨ªstico: ¡°En el modelo continental la cultura ha tenido una financiaci¨®n esencialmente p¨²blica. Por el contrario, en el anglosaj¨®n, proviene sobre todo del mecenazgo¡±. La reforma espa?ola aument¨® las deducciones fiscales para las donaciones y cre¨® la opci¨®n jur¨ªdica de aportar gratuitamente un servicio (una asesor¨ªa, una p¨¢gina de publicidad en un medio, etc¨¦tera), adem¨¢s de dinero o un bien. ?Poco? ?Bastante? El debate contin¨²a. Incluso sobre el mecenazgo en s¨ª, su importancia real o su propia necesidad. Porque muchos consideran las donaciones privadas como beneficiosas, o incluso un elemento clave para estimular la cultura de cualquier pa¨ªs. Pero tambi¨¦n hay quien las ve como un regalo envenenado.
¡°Estamos satisfechos con esta reforma. Es mejorable, pero vamos a ver c¨®mo funciona¡±, arranca Isabel Pe?alosa, directora de Relaciones Institucionales y Asesor¨ªa Jur¨ªdica de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fundaciones, que sigui¨® de cerca el procedimiento. Y repasa los avances principales: la deducci¨®n del 80% en el IRPF cubrir¨¢ el mecenazgo de particulares hasta 250 euros ¡ªantes eran 150¡ª. De ah¨ª en adelante, el porcentaje ser¨¢ del 40%, igual que para las deducciones en las empresas. Adem¨¢s, bastar¨¢ con donar durante tres a?os ¡ªen lugar de cuatro¡ª la misma cantidad a la misma entidad para que los ciudadanos obtengan un 5% adicional de deducci¨®n y las empresas, un 10%. Pe?alosa subraya tambi¨¦n la seguridad jur¨ªdica de que se reconozcan ¡°las donaciones de servicios y el mecenazgo de recompensa¡±. Por ejemplo, financiar a un museo a cambio de un cat¨¢logo o un descuento en una entrada, siempre que lo que se entregue sea superior a lo que se reciba.
En Italia, la participaci¨®n de grandes empresas en la restauraci¨®n del Coliseo o la Fontana de Trevi desat¨® tantos aplausos como pol¨¦micas. Por supuesto, se trataba del cuidado de los monumentos. Pero a muchos ciudadanos les importaba tambi¨¦n, o m¨¢s, aclarar qu¨¦ obtendr¨ªan las compa?¨ªas a cambio, como el desfile que Fendi pudo realizar en la c¨¦lebre fuente, tras aportar m¨¢s de dos millones a su recuperaci¨®n. Pe?alosa cree que Espa?a todav¨ªa est¨¢ lejos de ese punto, ya que la aportaci¨®n privada no tiene magnitud como para temer su intervencionismo. Y, a la vez, rechaza que las contribuciones voluntarias puedan servir de coartada al Estado para dejar de intervenir, uno de los principales argumentos de los cr¨ªticos con el mecenazgo: ¡°No es nunca una alternativa al Estado del bienestar. Incluso el donante m¨¢s ejemplar tiene claro que se trata de un complemento y que hay servicios que mantienen las finanzas p¨²blicas¡±.
En la cultura, en concreto, la experta cree que el ciudadano adem¨¢s puede contribuir as¨ª a un panorama m¨¢s plural, que no dependa solo de lo que el poder decida subvencionar. ¡°Es una forma de dar a la cultura el valor que se merece, implicando en ella a toda la sociedad, y ayudando a hacer m¨¢s s¨®lidas las iniciativas culturales. Adem¨¢s, democratiza el acceso y la participaci¨®n de la ciudadan¨ªa¡±, destacaba Jorge Pueyo, portavoz de Sumar en la Comisi¨®n de Cultura del Congreso, cuando fue aprobada la normativa. ¡°Dado que, en t¨¦rminos generales, los presupuestos de las Administraciones P¨²blicas suelen ser parcos en el gasto en cultura, se hace preciso que el sector privado se incorpore de forma contundente¡±, agrega Dedeu. El Museo del Prado celebr¨® en 2021 los 40 a?os de su Fundaci¨®n de Amigos con una muestra que reun¨ªa las 36 obras que estos cientos de mecenas han donado a la pinacoteca a lo largo de las d¨¦cadas, incluidas joyas como La virgen de la granada de Fra Angelico, el An¨ªbal de Goya o el Buste de Femme de Picasso.
Tanto los gobiernos populares como los socialistas se comprometieron, en la ¨²ltima d¨¦cada, a favorecer el mecenazgo a trav¨¦s de un cambio en la ley, en declaraciones p¨²blicas y en sus programas. Y no se cans¨® de reclam¨¢rselo buena parte del sector cultural o fundacional. Finalmente, sin embargo, sali¨® adelante la propuesta del entonces diputado del PdeCat Sergi Miquel, m¨¢s pragm¨¢tica: retoques a la ley de 2002, en lugar de un nuevo proyecto desde cero.
El texto logr¨® en abril de 2023 el apoyo de todas las fuerzas pol¨ªticas salvo Vox y no lleg¨® a convertirse en realidad solo por el adelanto electoral. De ah¨ª que se terminara aprobando, casi id¨¦ntico, en diciembre por Real Decreto Ley, convalidado pocas semanas despu¨¦s. Aunque ni la forma ni el fondo gustan a Soledad Cruz-Guzm¨¢n, portavoz del PP en la Comisi¨®n de Cultura: ¡°El Gobierno embarra un tema tan importante en un decreto donde se mezclan asuntos relacionados con la justicia o la funci¨®n p¨²blica¡ En Espa?a no se pueden desarrollar acciones con seguridad jur¨ªdica como nombrar una sala de un espacio p¨²blico con el nombre de un mecenas. Y se deber¨ªan analizar el reconocimiento social de esta figura, la agilidad en la gesti¨®n administrativa o la incorporaci¨®n de la tarjeta del mecenas y una definici¨®n clara del papel de las universidades. Si dan por concluido el debate con esta chapuza, nosotros desde luego que no¡±. Por ello, el Grupo Popular lleva meses reuni¨¦ndose con distintas organizaciones del tercer sector ¡°para escuchar las reformas que necesita la ley¡±, seg¨²n Cruz-Guzm¨¢n.
Un veredicto llegar¨¢ de la propia realidad: lo que aumenten, o no, las donaciones tras la reforma. Aunque Pe?alosa invita a ir m¨¢s all¨¢ de los n¨²meros: ¡°Tambi¨¦n importa que se lance un mensaje animando a participar¡±. La experta explica que el perfil habitual del mecenas en Espa?a ronda los 50 a?os, con una renta media. Pero Pueyo, hace meses, pon¨ªa el foco en otras donaciones: ¡°El micromecenazgo dinamiza la iniciativa cultural, favorece proyectos m¨¢s disruptivos y novedosos y reduce las barreras de entrada para los nuevos artistas. La interlocuci¨®n directa entre el creador y su p¨²blico se complementa con un flujo de apoyo financiero cada vez m¨¢s autom¨¢tico mediante peque?as aportaciones de los seguidores del artista. El mecenazgo no puede ser coto exclusivo de ciertos estratos sociales y financieros, del mismo modo que la cultura y el inter¨¦s general tampoco lo es¡±.
Al tratarse de una reforma fiscal, eso s¨ª, Pe?alosa cree que el ¨¢mbito de actuaci¨®n est¨¢ circunscrito: ¡°No es una ley cultural. No afecta directamente a los artistas, ni lo pretende¡±. De hecho, en sus estimaciones, el sector que m¨¢s donaciones recibe es el social, tambi¨¦n a ra¨ªz de la crisis sanitaria por la pandemia global. As¨ª que las modificaciones aplacan, pero no silencian las peticiones de una reforma m¨¢s ambiciosa y de mayor calado. Por ello, Dedeu celebra las mejoras a la vez que lanza algunas sugerencias: ¡°Incluir a las personas f¨ªsicas artistas como objeto de mecenazgo; poder condicionar las donaciones a determinadas obligaciones para quien las recibe; incentivar fiscalmente el pr¨¦stamo, el comodato e incluso la tenencia de bienes del patrimonio cultural por parte de instituciones privadas, empresas y coleccionistas; incorporar otras actividades, junto al cine y las artes esc¨¦nicas y musicales en vivo, como subsectores generadores de deducci¨®n; incluir la adquisici¨®n de los legados de artistas mayores como deducibles¡±. No hay forma m¨¢s coherente de alimentar el debate sobre mecenazgo: la donaci¨®n de ideas.