Un refugio de papel en la era digital en el centro de Madrid
La Casa Encendida acoge un espacio construido con publicaciones impresas para invitar a redescubrir el valor del libro como objeto material
En un mundo donde las pantallas han invadido cada rinc¨®n, un refugio edificado con libros se alza en pleno centro de Madrid. Este mi¨¦rcoles se inaugur¨® la instalaci¨®n Refugio lector en La Casa Encendida, un espacio construido con las ediciones en papel de cat¨¢logos, monograf¨ªas y otras publicaciones que la instituci¨®n nunca logr¨® vender. El proyecto, desarrollado en colaboraci¨®n con el instituto de secundaria San Crist¨®bal de Los ?ngeles, reinvidica el valor del libro impreso como objeto material, frente a la preponderancia actual de los formatos digitales, y ser¨¢ trasladado al lado del huerto escolar del instituto a partir del pr¨®ximo lunes para que los alumnos lo disfruten. El objetivo es ofrecer un refugio de lectura para los j¨®venes y fomentar as¨ª no solo el h¨¢bito de leer, sino tambi¨¦n la conexi¨®n con un formato que muchos consideran en peligro de extinci¨®n.
¡°Lo ideal ser¨ªa que no entrases con un m¨®vil¡±, dice Miguel Jaenicke, miembro de Vivero de Iniciativas Ciudadanas y uno de los creadores de esta obra, junto con participantes del M¨¢ster de Ingenier¨ªa Ef¨ªmera. Jaenicke recuerda que cada libro es un objeto tangible que invita a ser tocado, a sumergirse en sus historias, en un contraste marcado por la inmediatez del contenido digital. Para la creaci¨®n de la instalaci¨®n tambi¨¦n se organizaron talleres con alumnos del instituto San Crist¨®bal de Los ?ngeles, que no solo seleccionaron las hojas de los cat¨¢logos que m¨¢s les representaban para decorar el interior de la estructura, sino que tambi¨¦n participaron en la creaci¨®n de los bancos, elaborados a partir de gruesos libros, que se sit¨²an dentro y fuera del refugio, as¨ª como la colocaci¨®n del suelo.
Seg¨²n Jaenicke, en los talleres con los estudiantes constataron que ¡°muy pocos le¨ªan m¨¢s all¨¢ de lo que era obligatorio¡±. ¡°Algunos nos dijeron que solo ten¨ªan en papel los libros de texto del colegio¡±, observa. Esta problem¨¢tica subraya la misi¨®n del refugio: no solo ser un lugar para leer, sino un espacio para descansar y desconectar de las pantallas. Adem¨¢s, su techo descubierto busca generar una conexi¨®n con la naturaleza, un recordatorio de la calma que puede ofrecer la lectura en un entorno alejado de la tecnolog¨ªa.
La cr¨ªtica hacia la digitalizaci¨®n se hace evidente especialmente al observar c¨®mo los libros se han transformado en meros elementos decorativos en muchas casas. Irene Herrarte y Mar¨ªa Marcos, mediadoras de La Casa Encendida, relatan una an¨¦cdota que resuena con esta preocupaci¨®n. Un compa?ero que trabaj¨® en la librer¨ªa La Central del Museo Reina Sof¨ªa ¡°ten¨ªa clientes con mucho dinero que compraban libros para simplemente ponerlos en la mesa o cubrir X metros de estanter¨ªa¡±.
En este espacio, al menos lo decorativo se convierte en la excusa perfecta para desconectar de los algoritmos de las redes sociales y recuperar el h¨¢bito de leer en papel. Al final, Refugio lector no solo es un espacio f¨ªsico; es una llamada a la acci¨®n para revalorizar el libro, un recordatorio de que la lectura en formato f¨ªsico todav¨ªa tiene un lugar en nuestras vidas, y un intento de combatir la creciente despersonalizaci¨®n de la experiencia lectora en un mundo cada vez m¨¢s digital. La instalaci¨®n puede visitarse gratuitamente en La Casa Encendida hasta este domingo, antes de su traslado al instituto San Crist¨®bal de Los ?ngeles.