El nuevo Museo Reina Sof¨ªa ser¨¢ m¨¢s ¡®queer¡¯, sonar¨¢ a trap y recuperar¨¢ a artistas espa?oles¡ a partir de 2025
Manuel Segade presenta su proyecto para los pr¨®ximos cinco a?os, de los que los dos primeros est¨¢n comprometidos con exposiciones ya programadas por el director anterior, Manuel Borja-Villel
Manuel Segade, el nuevo director del Museo Reina Sof¨ªa, tiene el reto de imprimir su car¨¢cter a este transatl¨¢ntico madrile?o del arte contempor¨¢neo durante los pr¨®ximos cinco a?os de contrato ¡ªcon la posibilidad de renovaci¨®n¡ª con el condicionante de que durante los dos primeros tendr¨¢ que gestionar las exposiciones que dej¨® programadas su antecesor en el cargo, Manuel Borja-Villel. ?Esto c¨®mo se hace? El gestor cultural contesta a la gallega haciendo honor a su origen: ¡°A principios de septiembre decidimos que se pod¨ªa fotografiar el Guernica. No lo comunicamos y ya es noticia hasta en The New York Times. Esperamos que se vaya notando el cambio¡±.
La que ha sido una de las primeras medidas de la era Segade (A Coru?a, 46 a?os) le sirve como ejemplo para explicar que la herencia recibida no tiene por qu¨¦ ser una herencia envenenada. ¡°Es un privilegio la programaci¨®n para estos a?os¡±. ¡°Es un regalo poder trabajar en otras cosas¡±. ¡°Un museo no es solo su programaci¨®n¡±. Estas son algunas de las frases que ha dicho el director del Reina Sof¨ªa la ma?ana de este viernes, en la que ha presentado el proyecto que tiene para el museo. Adem¨¢s, como explican desde el centro, llegar a la direcci¨®n de una instituci¨®n de esta envergadura sin ning¨²n proyecto en el horizonte hubiera sido un problema. Organizar una muestra puede suponer, como m¨ªnimo, un a?o de trabajo.
Segade no podr¨¢ meter mucha mano en un calendario de exposiciones ya presupuestado y comprometido con otras instituciones culturales. Pero tiene bien localizadas las grietas por las que pretende que su sello, el que ha marcado su trabajo durante los ¨²ltimos ocho a?os en el CA2M de M¨®stoles (Madrid), se cuele. Apuesta por una diversidad en la que caben el trap, el arte queer y racializado, los problemas de clase, la paridad en las salas, pero tambi¨¦n en la estructura del museo y la recuperaci¨®n de la historia del arte espa?ol contempor¨¢neo.
Es decir, a finales de 2025, cuando de verdad termine la etapa Borja-Villel, en el Reina Sof¨ªa sonar¨¢n Rosal¨ªa, C. Tangana o Arca, tres de los ejemplos que el gestor ha usado para explicar c¨®mo va a introducir la cultura popular en el museo. Sin olvidar a Antonio L¨®pez y Rafael Canogar, dos de los grandes nombres del arte espa?ol que en m¨¢s de una ocasi¨®n se quejaron de las decisiones del anterior director por no incluir sus obras en determinadas exposiciones o en el relato permanente del museo. ¡°No tengo l¨ªneas rojas, tampoco vetos¡±, aclara Segade, y recuerda que en unas semanas colgar¨¢ de la fachada del edificio Sabatini del museo una obra de Daniel Canogar que forma parte del Festival de la Luz, que se celebra en Madrid. Segade dice tambi¨¦n que seguir¨¢ mirando a Am¨¦rica Latina y tratar¨¢ de centrar tambi¨¦n su atenci¨®n en ?frica, donde, explica, est¨¢n ¡°las comunidades que construyen el contexto multi¨¦tnico espa?ol¡±.
Como ya anunci¨® al d¨ªa siguiente de que el BOE publicara su nombramiento, la gran reordenaci¨®n de la colecci¨®n permanente que Borja-Villel convirti¨® en el broche final de su gesti¨®n seguir¨¢ en ¡°perpetua revisi¨®n¡± a partir de los m¨¢s de 24.000 fondos que se almacenan en las entra?as del centro. ¡°Debe haber espacio para todos los relatos posibles¡±, explica. Pero lo que no suceder¨¢, avisa, es que su gesti¨®n durante estos dos primeros a?os se base en ¡°los parches¡±. ¡°Cuando termine una exposici¨®n temporal en una de las salas que ocupaba la colecci¨®n permanente, esta volver¨¢ de otra manera, no ser¨¢ el mismo relato¡±, concreta, ¡°pero lo que no haremos son parches, es algo cutre y torpe que no corresponde al nivel de este museo¡±.
En estos dos a?os se dedicar¨¢ tambi¨¦n ¡°a rellenar los vac¨ªos¡±. Para explicarse, Segade ha elegido la met¨¢fora de un cart¨®n rugoso que solo resiste gracias a esa parte interna en zigzag con huecos. Los agujeros por los que se va a colar la firma Segade son una reorganizaci¨®n de las salas para que los recorridos sean circulares y, por tanto, m¨¢s sencillos. Una revisi¨®n de cartelas y nombres de salas en aras de la paridad y la igualdad. Tambi¨¦n la garant¨ªa de que cuando se cierre un espacio ¨²nicamente se deba a trabajos expositivos o de reforma, no a la falta de personal de vigilancia de sala, que Segade pretende reforzar no solo en n¨²mero de trabajadores, sino tambi¨¦n en lo referente a sus condiciones laborales porque son ¡°la cara visible del museo¡±. Y dedicar¨¢ gran parte de su tiempo a trabajar en las que ser¨¢n sus exposiciones: ¡°Los artistas espa?oles que se muestren a partir de finales de 2025, principios del 26, van a disponer de mucho tiempo y trabajo¡±.
¡°El consenso es la clave de mi proyecto¡±, concluye y reitera el director del Reina Sof¨ªa, que pretende hacer del di¨¢logo uno de los pilares de su gesti¨®n. ¡°Llega un periodo que se llamar¨ªa de transici¨®n, pero debe ser construido como una etapa de consolidaci¨®n¡±, se define. Por eso, Segade pide paciencia y tiempo para desarrollar su proyecto y que se vean los cambios.
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