Afluencia en los refugios clim¨¢ticos de Madrid pese a que no todos son gratis ni est¨¢n se?alizados

Cuando el calor ha comenzado a apretar, residentes en Madrid y turistas han tirado de las alternativas: museos, centros culturales y parques. Pocos, sin embargo, sab¨ªan que eran refugios clim¨¢ticos y que hab¨ªa actividades culturales programadas justo cuando el sol picaba m¨¢s fuerte. ¡°Yo solo s¨¦ que nos metimos en el museo Reina Sof¨ªa, en parte, porque aqu¨ª se estaba m¨¢s fresquito¡±, dice Ricardo de la Real, un turista mexicano que lleva tres d¨ªas de visita en Madrid con su esposa y sus dos hijas. Desconoc¨ªa que el museo forma parte del programa municipal Ref¨²giate en la Cultura, y que este viernes a las 15.00, el guitarrista flamenco Rafael And¨²jar interpretar¨ªa varios temas en la Sala Flamenco del segundo piso. Por casualidad, pasaron de los 37,3¡ã que hac¨ªa en el exterior del museo a los 25,3¡ã de la estancia donde el maestro And¨²jar tocaba para un p¨²blico de unas 30 personas a las que el peque?o concierto tom¨® por sorpresa.

¡°Estaremos lo m¨¢s que se pueda en museos cuando haga m¨¢s calor¡±, dice Olga Ogden, la esposa de Ricardo, tras el espect¨¢culo de Rafael And¨²jar, que ha durado poco m¨¢s de 10 minutos. ¡°?Y en tiendas!¡±, exclama una de las hijas. Ninguno se hab¨ªa enterado de que el Ayuntamiento hab¨ªa organizado esa campa?a para pasar el calor en museos como El Prado, el Thyssen-Bornemisza, la Galer¨ªa de las Colecciones Reales, bibliotecas p¨²blicas y algunos cines. Tampoco hab¨ªa muchas se?ales, de todas formas. En el Reina Sof¨ªa no hay ninguna se?alizaci¨®n ¨Dsalvo un cartel amarillo con la programaci¨®n de Ref¨²giate en la Cultura¨D de que este sea un refugio clim¨¢tico. Para disfrutar del evento y de la frescura de las salas, hay que pagar entrada, como un d¨ªa cualquiera.

A finales de mayo, el Ayuntamiento de Madrid anunci¨® una serie de lugares culturales donde se podr¨ªa pasar el calor. Entre ellos estaban tambi¨¦n estaban los cines que, seg¨²n se dijo, ofrecer¨ªan descuentos. Sin embargo, al tratar de adquirir las entradas en la p¨¢gina web no figura ning¨²n descuento por entrar antes de las 17.00, hora en que aplica el descuento.

Para evitarse esos dolores de cabeza ¨Dy meterse la mano al bolsillo¨D otros optan por los planes gratuitos en espacios p¨²blicos, como la playa Madrid R¨ªo. El Ayuntamiento habilit¨® recientemente las zonas de chorros de agua para que las familias puedan ir con los peque?os a jugar y refrescarse. Rodrigo Gonz¨¢lez ha llegado con hijos y sobrinos a la zona n¨²mero tres de chorros a las 14.00 y dice que all¨ª se quedar¨¢ hasta que se apaguen, a las 21.00.

La familia ha tra¨ªdo bocadillos y refrescos para pasar la tarde, porque en su casa, en el barrio Oporto, el calor es insoportable. ¡°No tenemos ventiladores ni aire acondicionado. Los adultos quiz¨¢ podamos aguantar, pero los ni?os, no. Tratamos de venir todos los d¨ªas, si se puede¡±, agrega Rodrigo. Lo pasan bien, pese a que el calor es implacable a¨²n en medio del agua. A pleno sol, el term¨®metro marca 38,5¡ã y a la sombra, cerca a los chorros de agua, 34,5¡ã. La familia solo se queja por la falta de ba?os. ¡°Las mujeres, que lo tienen m¨¢s dif¨ªcil, van hasta el chiringuito que est¨¢ all¨¢. Pero si hace falta un sitio donde podamos ir todos y tambi¨¦n para cambiar a los ni?os¡±, comenta Rodrigo.

Un oasis para trabajar

El C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid ha habilitado un refugio clim¨¢tico en toda regla. Aunque no forma parte de la red creada por el Ayuntamiento en verano, es bastante frecuentado. Es gratuito, un enorme aviso en las escaleras invita a seguir a la segunda planta y, tambi¨¦n, los empleados dan indicaciones para entrar. Fuera, el suelo hierve a 37,1¡ã; dentro, el hermoso Sal¨®n de Baile ofrece un oasis a 27,4¡ã. En el enorme recinto, hay m¨¢s de 300 plantas procedentes del Vivero de Estufas del Retiro y, de fondo, suena el tema Permanencia Vegetal, dise?ado por la artista Sayaka Fujio para este espacio.

Se est¨¢ fresco y en paz para trabajar, para recostarse en las tumbonas o para jugar una partida de ajedrez en los tableros dispuestos en los ventanales. Si hace falta bebida, hay fuentes de agua gratuitas para personas y para mascotas y una cafeter¨ªa. Alba Navarrete y Marta Rom¨¢n se han enterado de este lugar por la prensa y han pasado dos horas en los sillones en una reuni¨®n de trabajo. ¡°Es una maravilla que sea de acceso gratuito, que no haya que consumir algo para estar aqu¨ª¡±, comenta Rom¨¢n. ¡°Nada m¨¢s entrar, ver las plantas, el techo como de palacio... da gusto venir¡±, agrega Navarrete.

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