La m¨²sica cl¨¢sica est¨¢ en la onda
¡®Podcasts¡¯ con pocos recursos y emisoras tradicionales suman fuerzas para ofrecer contenido de calidad
En este cuartito de paredes blancas cada elemento tiene su sitio, calculado al mil¨ªmetro para que todo encaje. Sirve de ejemplo el teclado de un ordenador de mesa en el que solo se puede escribir si se baja antes la pantalla de un port¨¢til, al filo ya del borde del escritorio. Tan bien aprovechado est¨¢ el espacio que en esta habitaci¨®n cabe hasta un piano. Para rematar, un reloj led, un par de micros, una mesa de mezclas y un panel de espuma. Es el estudio de radio que tienen en casa el pianista Mario Mora y la violonchelista Ana Laura Iglesias y en el que graban los podcasts de Cl¨¢sica FM. Ahora parece f¨¢cil montar un estudio dom¨¦stico desde cero y crear contenido de calidad capaz de competir con el de grandes emisoras, pero estos dos m¨²sicos empezaron a andar el camino en un momento en el que no resultaba sencillo imaginarlo.
Cl¨¢sica FM naci¨® hace 10 a?os, cuando los podcasts a¨²n no disfrutaban del auge que viven ahora y los contenidos radiof¨®nicos de cl¨¢sica ten¨ªan poco espacio m¨¢s all¨¢ de la radio p¨²blica. Mora, m¨²sico y docente de formaci¨®n y comunicador por afici¨®n, se recuerda en el instituto escuchando la radio e imaginando que ten¨ªa un programa en Radio Cl¨¢sica de RTVE. Hasta que una temporada en Londres le ense?¨® que exist¨ªan otros caminos. ¡°Decidimos no depender de nada, sino crear nosotros algo. Empezamos haciendo un magazine semanal en podcast que registr¨¢bamos con un micro conectado al iPad. Yo grababa mi parte de la conversaci¨®n, Ana Laura la suya y luego lo mezcl¨¢bamos todo. Llevaba much¨ªsimo trabajo de edici¨®n y producci¨®n¡±, rememora.
A los meses, la emisora local Novaonda, de Albacete, donde viv¨ªan, les propuso desarrollar el proyecto en directo. Sin cobrar. ¡°Aprendimos much¨ªsimo. No ten¨ªamos t¨¦cnico, lo hac¨ªamos todo nosotros. En la emisora nos orientaron para crear un estudio personal en casa. Por entonces estaban muy de moda los crowdfunding e hicimos uno pidiendo 1.500 euros. Llegamos a 2.000 y algo. Fue la primera vez que entr¨® dinero y nos permiti¨® comprar los primeros micros, la primera mesa de mezclas¡ No hace falta mucho m¨¢s¡±. Diez a?os despu¨¦s, han conseguido ser autosuficientes. Mora, dice, no gana nada con Cl¨¢sica FM, pero s¨ª les da para pagar a los colaboradores y cubrir los gastos de mantenimiento de la web o de derechos de la SGAE: ¡°Al principio ten¨ªamos que poner dinero, ahora no. Es verdad que del podcast no cobro nada, pero me ha abierto las puertas a trabajar en otros sitios. Y nos da para generar un proyecto alrededor y que la gente que participe en ¨¦l s¨ª pueda beneficiarse¡±.
Un puente entre Espa?a y B¨¦lgica
La incursi¨®n en la radio de Ruth Prieto, directora y creadora de la revista musical El Compositor Habla, empez¨® en plena pandemia con una particularidad: difunde contenido radiof¨®nico sobre m¨²sica cl¨¢sica en espa?ol desde Bruselas. Hizo la propuesta en la emisora belga Radio Alma 101.9 FM cuando la crisis del coronavirus ten¨ªa al mundo paralizado. ¡°Es una radio colaborativa, pero importante aqu¨ª, muy local, porque es la que todos los hispanoparlantes escuchan. El director acept¨®, quiz¨¢s porque en ese momento no quer¨ªa salir nadie a ning¨²n sitio. Yo entraba all¨ª con la lej¨ªa, limpiaba, hac¨ªa mi programa, volv¨ªa a limpiar y me iba¡±. Al igual que Mora, ella tuvo que aprender a ser su propio t¨¦cnico. Y, tambi¨¦n como el pianista, dirige el proyecto sin cobrar. ¡°El primer d¨ªa fue en plan ¡®mira, este es el bot¨®n del ON, esto tiene que estar en verde porque si no no se te oye¡¯. Yo no s¨¦ c¨®mo los primeros programas salieron¡±. Pero salieron y La Soir¨¦e Musicale acaba de arrancar en septiembre su quinta temporada.
Uno de los objetivos de su programa, cuenta, es dar voz a los artistas espa?oles. ¡°Yo quer¨ªa hacer ese puente entre B¨¦lgica y Espa?a para hablar de m¨²sica cl¨¢sica. Aqu¨ª vienen muchos artistas espa?oles. Tendr¨ªamos todos que estar promoviendo la internacionalizaci¨®n de la m¨²sica y de nuestros creadores, que nunca se ha cuidado. Tambi¨¦n me ha importado siempre mucho la conexi¨®n constante con el presente. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en la m¨²sica ahora? ?Qui¨¦n est¨¢ cantando? ?Qui¨¦n est¨¢ dirigiendo? ?Qui¨¦n est¨¢ tocando?¡±.
El proyecto de Prieto tiene un tercer objetivo: la defensa de las mujeres en la m¨²sica. Por eso una vez al mes dedica su espacio a hablar de compositoras. ¡°En Bruselas se habla tanto de los padres de Europa que un d¨ªa de broma dije: ¡®Alguna madre habr¨¢, porque no s¨¦ tanto ni?o c¨®mo ha venido al mundo si no¡±. Prieto difunde con este proyecto el trabajo de las mujeres en la m¨²sica porque, defiende, a¨²n hay batallas que ganar. Y cuenta el caso de Clara Schumann, esposa del compositor Robert Schumann: ¡°Su propio marido menciona a Clara diciendo que el mundo se perdi¨® a una gran compositora. Si no hubiera tenido que ocuparse de su familia, otro gallo le hubiera cantado. Pero es que hace unos meses el marido de Elsa Pataky [el actor Chris Hemsworth] estaba diciendo algo parecido sobre su mujer. ?Entiendes cuando te digo que las cosas que estudiamos en los libros de historia sobre estas mujeres nos pasan a nosotras?¡±.
Tanto Cl¨¢sica FM como La Soir¨¦e Musicale son ejemplos de que el panorama ha cambiado, que es posible crear contenido de calidad con pocos medios. ?Pero qu¨¦ hacen las grandes emisoras que s¨ª los tienen? ?Han cambiado ellas tambi¨¦n? Sergio Pag¨¢n, m¨²sico, periodista que ha dirigido hasta el pasado febrero los programas La hora de Bach y M¨²sica antigua en RTVE y ha formado parte de la direcci¨®n de la emisora durante los ¨²ltimos 10 a?os, entr¨® en Radio Cl¨¢sica en 1986 y vivi¨® la radio antes de su digitalizaci¨®n. ¡°Yo llegu¨¦ a hacer guiones con papel de calco. Las grabaciones se hac¨ªan en cinta abierta, cinta de magnetof¨®n. Y se consultaba el contenido, por ejemplo, del archivo del Radio Nacional, en unas fichas de cart¨®n¡±. En estos a?os ha tenido que lidiar con la aparici¨®n de internet, la crisis del disco y el auge de las plataformas. ¡°Ahora te puedes hacer una playlist para escuchar sin parar durante cinco a?os m¨²sica de Bach, por ejemplo¡±, dice. Pero matiza: ¡°La diferencia es que nosotros somos especialistas y vamos a elegir lo m¨¢s brillante. Vamos a hacer unos comentarios que te van a hacer disfrutarla mucho m¨¢s, que te plantees interrogantes, que investigues por tu cuenta...¡±. Pag¨¢n tambi¨¦n ha vivido la aparici¨®n del podcast, tanto fuera como dentro de la emisora. ¡°Ha sido algo muy positivo para llegar a todo el mundo, aunque claro, pierde un poco la magia que ten¨ªa la radio, que era algo evanescente. Sonaba y, como la m¨²sica, desaparec¨ªa. Ahora tienes que tener m¨¢s cuidado con lo que dices, pero es muy positivo¡±, comenta entre risas.
Pag¨¢n, que se jubil¨® a principios de a?o, cree que lo que m¨¢s ha evolucionado en las ¨²ltimas d¨¦cadas es la m¨²sica antigua. ¡°Hemos avanzado siglos. Hay muy buenos grupos, festivales, recuperaci¨®n de patrimonio musical... Entre cualquier grabaci¨®n del a?o 80 y las del 2020 hay a?os luz. Antes se escuchaba a Vivaldi interpretado por orquestas sinf¨®nicas. Interpretaciones muy dignas, pero muy alejadas del mundo sonoro que queremos alcanzar¡±. Y destaca tambi¨¦n el valor de la radio como servicio p¨²blico: ¡°Aunque haya tres personas en la sociedad espa?ola a las que les guste, si t¨² eres el ¨²nico medio que tienen para acceder a ello, est¨¢s obligado como servicio p¨²blico. No debe primar lo comercial ni lo cuantitativo, sino lo cualitativo¡±.
Jon Bandr¨¦s, que es desde marzo director de Radio Cl¨¢sica, cree tambi¨¦n que este es uno de los puntos fuertes de la emisora. ¡°Estamos menos sujetos al tema de la audiencia y podemos dar m¨¢s tiempo a un proyecto o pensar que, aunque sea muy minoritario, se puede mantener, porque hay que atender a ese g¨¦nero o a ese p¨²blico que est¨¢ pendiente¡±, explica el periodista. Entr¨® por primera vez en la emisora en 2008 y recuerda que en esa ¨¦poca se produjo un gran cambio. ¡°Anteriormente, no hab¨ªa demasiadas entrevistas, todo era m¨¢s selecci¨®n musical. Un presentador hablando de la m¨²sica con m¨¢s o menos datos, pero poco m¨¢s. Las entrevistas telef¨®nicas, por ejemplo, estaban peor vistas¡±, recuerda. ?Y qu¨¦ cambios se plantea en su etapa como director? ¡°Vamos a intentar llegar a cubrir temas que no estaban representados. Tenemos un programa que se llama La vida musical de los videojuegos, pensado de cara a la gente joven. Tambi¨¦n un espacio sobre un terreno que no estaba nada presente en Radio Cl¨¢sica: la copla. Y otro terreno que a?adimos, porque no ten¨ªamos, es el de la danza. Adem¨¢s, hemos potenciado los conciertos de Europa. Conciertos de muy buena calidad que te pueden llevar a cualquier lugar del mundo¡±, explica.
Es aqu¨ª, en la retransmisi¨®n de conciertos en directo, donde las grandes emisoras muestran m¨²sculo frente al podcast. ¡°Grabar un concierto requiere bastante personal t¨¦cnico. Nosotros hasta ahora hemos podido tener siempre un asesor musical que ayuda a esos t¨¦cnicos o al locutor. Es algo complejo¡±, a?ade Bandr¨¦s. Con o sin retransmisiones en directo, lo cierto es que los p¨®dcast se suman al esfuerzo de las emisoras tradicionales para ofrecer al aficionado de m¨²sica cl¨¢sica m¨¢s contenido que nunca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.