M¨¢s de dos tercios de los contenidos editoriales digitales que circulan en Espa?a son piratas, seg¨²n un estudio
Cedro presenta el segundo Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita con los datos obtenidos de una encuesta realizada a 2.600 consumidores de libros y prensa en internet
Se ven a menudo como el enemigo p¨²blico n¨²mero uno en los sectores culturales, surcan los mares inform¨¢ticos salt¨¢ndose las regulaciones de derecho de autor sin dificultad. Y los creadores de contenido son los principales perjudicados por los piratas digitales. El 67,5% de los consumidores de publicaciones editoriales en internet (libros, revistas, peri¨®dicos...) en Espa?a lo hace a trav¨¦s de canales il¨ªcitos, seg¨²n los datos del segundo Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita que ha presentado este martes el Centro Espa?ol de Derechos Reprogr¨¢ficos (Cedro), la principal asociaci¨®n espa?ola que gestiona los derechos de autor del sector editorial. Los resultados han sido obtenidos con los datos recabados de m¨¢s de 2.600 encuestas realizadas a consumidores espa?oles.
Porque los precios son muy elevados, porque la tecnolog¨ªa lo permite de manera f¨¢cil, porque es poco probable que tenga consecuencias, o sencillamente porque hacerlo ¡°democratiza la cultura escrita¡±. Son los argumentos m¨¢s usados por los piratas, seg¨²n la encuesta realizada por Qbo Investigaci¨®n y Estrategia para el Observatorio de Cedro. La respuesta de los autores puede traducirse en las palabras de la carta simb¨®lica que Rosa Montero escribi¨® y ley¨® en la presentaci¨®n, dedicada a los ladrones. ¡°C¨®mo me conmueve, apreciado pirata, que te preocupes tanto de la democratizaci¨®n de la cultura. L¨¢stima que con tu comportamiento est¨¦s dificultando que los creadores de contenidos puedan dedicarse a eso, a crear contendido¡±, cuenta Montero en su texto. Y lanza otro dardo: ¡°Te las arreglas para no sentir ni un regustillo de culpa en tu conciencia de chicle masticado¡±.
La falta de regulaci¨®n en Inteligencia Artificial Generativa (IAG) es uno de los problemas que m¨¢s preocupan a Cedro. El director general, Jorge Corrales, reclam¨® una legislaci¨®n para garantizar la protecci¨®n de los derechos de autor, poniendo como ejemplo a OpenAI, la empresa propietaria de ChatGPT. ¡°Comenz¨® como una entidad sin ¨¢nimo de lucro y dedicada a la investigaci¨®n. Hoy tiene un valor de mercado de m¨¢s de 150.000 millones de d¨®lares. ?Esto significa que una parte de ese dinero proviene de un trasvase desde el sector creativo hacia la entidad que inicialmente no se prestar¨ªa a fines comerciales?¡±, cuestion¨®.
Las voces de los representantes de distintos sectores del mundo editorial, presentes durante la presentaci¨®n en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, tambi¨¦n reclamaron una mayor, o por lo menos m¨¢s efectiva, intervenci¨®n del Gobierno, y m¨¢s concienciaci¨®n del p¨²blico general. Carlos Fortea, escritor y traductor, ha invitado a las administraciones p¨²blicas a practicar lo que ¨¦l llama ¡°la servidumbre de la ejemplaridad¡±. Forte asegura que ¡°las administraciones deben ser las primeras en adquirir los derechos de los autores. Les corresponde a los Gobiernos de todos los niveles¡±.
La traductora Dolors Udina hizo una reivindicaci¨®n de las bibliotecas p¨²blicas como otra posible soluci¨®n a la pirater¨ªa: ¡°Desanima ver que son muchos los que piensan que la cultura es gratis. No es necesaria la pirater¨ªa cuando hay tantas librer¨ªas p¨²blicas en nuestro pa¨ªs¡±. Finalmente, la escritora Ledicia Costas denunci¨® el uso de material sin derechos en muchas escuelas del pa¨ªs y propuso un remedio m¨¢s profundo: ¡°En la escuela empieza el cambio social. El d¨ªa que un alumno levante la mano para decir ¡®profe, ese contenido es il¨ªcito, no podemos usarlo¡¯, habremos dado un paso gigante¡±.
El acto termin¨® con la intervenci¨®n del secretario de Estado de Educaci¨®n, Abelardo de la Rosa, que puso en valor el trabajo de autores y editores y se comprometi¨® a hacer todo lo que est¨¢ en sus manos para evitar la pirater¨ªa que es ¡°un desprecio a la labor cultural de autores y editores¡±.
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