El Ministerio de Cultura devuelve un retrato de Giner de los R¨ªos en su primera restituci¨®n de arte incautado

El cuadro se pas¨® mucho tiempo en el fondo de un armario. All¨ª, en un rinc¨®n oscuro de la Biblioteca Nacional, lo ocult¨® el r¨¦gimen franquista. Y all¨ª fue encontrado, en condiciones precarias, en los a?os sesenta. Hoy jueves, en cambio, el retrato Don Francisco Giner de los R¨ªos, ni?o, de Manuel Ojeda y Siles, ocupaba una sala privilegiada de la instituci¨®n, en el centro de todas las miradas, ante autoridades y periodistas. ¡°El lienzo regresa ahora al primer plano de nuestra historia, vuelve a su casa¡±, dijo Ernest Urtasun, ministro de Cultura. El acto sellaba la primera devoluci¨®n a lo...

El cuadro se pas¨® mucho tiempo en el fondo de un armario. All¨ª, en un rinc¨®n oscuro de la Biblioteca Nacional, lo ocult¨® el r¨¦gimen franquista. Y all¨ª fue encontrado, en condiciones precarias, en los a?os sesenta. Hoy jueves, en cambio, el retrato Don Francisco Giner de los R¨ªos, ni?o, de Manuel Ojeda y Siles, ocupaba una sala privilegiada de la instituci¨®n, en el centro de todas las miradas, ante autoridades y periodistas. ¡°El lienzo regresa ahora al primer plano de nuestra historia, vuelve a su casa¡±, dijo Ernest Urtasun, ministro de Cultura. El acto sellaba la primera devoluci¨®n a los leg¨ªtimos propietarios, por parte de su departamento, de obras de arte incautadas durante la Guerra Civil y la dictadura. El cuadro retorna as¨ª a la Fundaci¨®n Francisco Giner de los R¨ªos, cuidadora del legado del intelectual, que aparece pintado en su infancia, y del proyecto m¨¢s c¨¦lebre que impuls¨®, la Instituci¨®n Libre de Ense?anza.

Justo de su sede madrile?a lo sac¨® el franquismo, despu¨¦s de ilegalizarla, en 1940. Y all¨ª regresa ahora, m¨¢s de 80 a?os despu¨¦s. Se cierra as¨ª un periplo ¡°que da para una novela¡±, como declar¨® el presidente de la Fundaci¨®n Giner de los R¨ªos, Jos¨¦ Garc¨ªa-Velasco. Aunque el ep¨ªlogo de esta historia puede ser el comienzo de muchas: Cultura tiene encima de su mesa m¨¢s peticiones de devoluciones de piezas art¨ªsticas. Y Urtasun dej¨® clara su intenci¨®n: ¡°Este es un cuadro peque?o en su formato, pero grande y determinante en su significado. El acto de hoy se inscribe en una voluntad firme: hacer valer el esp¨ªritu y la letra de la Ley de Memoria Democr¨¢tica¡±. Puede que la siguiente restituci¨®n se celebre ya ¡°en enero¡±, como desliz¨® al final de la presentaci¨®n una fuente del ministerio.

En el acto no hubo espacio para preguntas. Y eso que el caso, rodeado de mucho inter¨¦s y expectaci¨®n en el sector, ofrece varias curiosidades e inc¨®gnitas. Por su apresurada convocatoria, la tarde de ayer mi¨¦rcoles, sin mencionar la obra. Porque el Museo del Prado, el del Traje o del Romanticismo tambi¨¦n estudian posibles restituciones y parec¨ªan tener unas cuantas papeletas para realizar la primera bajo el paraguas del Ministerio de Cultura. Porque el lienzo no tiene que ver con el inventario que sac¨® Cultura en julio, el primero elaborado por un ministerio, donde detect¨® 5.126 piezas incautadas y no devueltas en las colecciones de los 16 museos estatales que dependen de su mando. Y porque otros casos abiertos se han visto ralentizados por la exigencia de m¨¢s documentaci¨®n, una auditor¨ªa o un informe de la Abogac¨ªa del Estado.

Aqu¨ª el proceso ha resultado m¨¢s ¨¢gil. Tras la solicitud de la Fundaci¨®n Giner de los R¨ªos, el director de la BNE, ?scar Arroyo Ortega, dict¨® orden de inicio de expediente de devoluci¨®n el 18 de octubre de 2024. Urtasun la autoriz¨®, como recoge un comunicado de Cultura, y hasta el acto de hoy. La misma fuente aseguraba, tras la entrega, que una clave reside en la amplia documentaci¨®n interna que la biblioteca y la fundaci¨®n ya atesoraban sobre el lienzo, adem¨¢s de la mayor facilidad burocr¨¢tica para restituir a una instituci¨®n. En todo caso, es probable que varios abogados que gestionan casos parecidos intenten ahora tocar m¨¢s y con renovada insistencia a la puerta que se acaba de abrir.

¡°Este procedimiento hace cuestionar la desigualdad de criterios, requisitos y plazos a la hora de gestionar unas reclamaciones y otras por parte de la Administraci¨®n¡±, lamenta Laura S¨¢nchez Gaona, letrada que lleva tiempo reclamando cuadros a museos como el Prado en nombre de la familia de Pedro Rico, alcalde republicano de Madrid durante la Guerra Civil. Y que, hace dos semanas, presenci¨® c¨®mo el Cabildo de Gran Canaria restitu¨ªa a los nietos del pol¨ªtico cinco lienzos incautados, en la primera devoluci¨®n realizada en el marco de la Ley de Memoria Democr¨¢tica.

Se trata, en todo caso, de dos entregas de obras en pocos d¨ªas. Dos piezas que se recolocan en su sitio, dentro del enorme puzle que compone el arte incautado o expoliado durante la guerra y la dictadura. Miles de obras fueron sustra¨ªdas a sus due?os, ya fuera por parte de la Rep¨²blica, para protegerlas, o por los sublevados. Pero, una vez ganada la guerra, el franquismo solo devolvi¨® una parte. Otra termin¨® en ministerios, universidades, museos, oficinas p¨²blicas o incluso en manos de otros privados. Sus propietarios murieron, en muchos casos en el exilio, sin volver a saber de ellas. La justicia empieza a llegar solo ahora, d¨¦cadas despu¨¦s. Y, con ella, la alegr¨ªa tras tantas amarguras. ¡°Ante todo, gracias. Esta es una prueba, aunque sea peque?a, de que los sue?os se cumplen¡±, arranc¨® hoy su discurso el presidente de la Fundaci¨®n Giner de los R¨ªos.

Despu¨¦s, repas¨® la odisea del retrato y, a la vez, de la propia Instituci¨®n Libre de Ense?anza. Francisco Giner de los R¨ªos se volc¨® durante cuatro d¨¦cadas en su gran proyecto: un centro ¡°completamente ajeno a todo esp¨ªritu e inter¨¦s de comuni¨®n religiosa, escuela filos¨®fica o partido pol¨ªtico; proclamando tan solo el principio de la libertad e inviolabilidad de la ciencia, y de la consiguiente independencia de su indagaci¨®n y exposici¨®n [¡­]¡±, como recog¨ªan los estatutos del organismo. Una idea lib¨¦rrima, adelantada incluso a su tiempo. Y, desde luego, nada af¨ªn a la visi¨®n de los franquistas. De ah¨ª que, cuando las tropas sublevadas tomaron Madrid, en abril de 1939, un grupo de falangistas irrumpiera en la sede de la ILE para apoderarse del edificio y su interior. En 1940, la instituci¨®n fue ilegalizada, como opositora a ¡°las fuerzas que cooperan al movimiento nacional¡±, y sus bienes fueron adscritos al Ministerio de Educaci¨®n Nacional.

Entre ellos, tambi¨¦n Don Francisco Giner de los R¨ªos, ni?o, realizado por Manuel Ojeda y Siles ¡ªun pintor espa?ol especializado en retratos y temas de historia, autor de cinco obras custodiadas en el Prado, entre otras¡ª. Solo en 1978 un decreto reconoci¨® a la Fundaci¨®n Francisco Giner de los R¨ªos como leg¨ªtima heredera de la ILE y su misi¨®n, y orden¨® que pudiera recibir de vuelta todas sus pertenencias sustra¨ªdas. Un ¡°hito¡±, lo defini¨® su presidente actual. Y otro lleg¨® con la recuperaci¨®n de su sede, en Madrid. Muchos a?os despu¨¦s, ya en octubre de 2022, la aprobaci¨®n de la Ley de Memoria Democr¨¢tica despej¨® el camino para que el retrato del impulsor de la ILE regresara a su hogar. Y, m¨¢s en general, para poner en marcha la vuelta a casa de tantas piezas.

El art¨ªculo 3 de la ley ampl¨ªa la condici¨®n de v¨ªctima a quienes ¡°padecieron la represi¨®n econ¨®mica con incautaciones y p¨¦rdida total o parcial de bienes, multas, inhabilitaci¨®n y extra?amiento¡±. Y el 31 establece ¡°el derecho al resarcimiento de los bienes incautados¡±, adem¨¢s de prometer una auditor¨ªa de los ¡°bienes expoliados durante la Guerra y la Dictadura¡± en el plazo de un a?o. Cultura, que cumpli¨® con ocho meses de retraso, sigue siendo el ¨²nico ministerio en haberlo hecho hasta la fecha. Ni tampoco ha llegado a¨²n el reglamento que promet¨ªa desarrollar el marco para las devoluciones.

Mientras, por lo menos, algunos casos se han resuelto: la familia De la Sota y Llano recuper¨® tres lienzos, de la mano del Ayuntamiento de Burgos y el Ministerio de Industria y Turismo. Los Rico esperan sumar pronto nuevas obras a las que recibieron en Las Palmas de Gran Canaria. Y Cultura acaba de inaugurar su propio camino. Urtasun afirm¨®: ¡°La memoria no es pasado, mucho menos algo de que debamos olvidar. Configura y delimita lo que somos hoy¡±. El presente al fin empieza a cerrar alguna herida. Pero quedan huecos por llenar en muchas casas. En las almas. Y en las paredes.