La zarzuela irrumpe en Kiev en plena guerra
El Teatro Nacional de Opereta de Ucrania incluye la obra espa?ola ¡®La rosa del azafr¨¢n¡¯ en su repertorio como parte de la batalla cultural frente a Rusia
La m¨²sica es familiar y del texto a veces brotan palabras m¨¢s o menos reconocibles como ¡°La Manchi¡± o ¡°Ciudad Realu¡±. Sobre el escenario de una sala de teatro de 1902 de interior barroco con intensos dorados y butacas rojas, se despliega la austeridad de un pueblo manchego. De fondo, campos de azafr¨¢n, molinos de viento y paisajes con los que viajar y evadirse, siquiera por dos horas, a alg¨²n lugar de La Mancha, lejos de Kiev, de la amenaza de misiles y las alertas antia¨¦reas, de la guerra.
La zarzuela La rosa del azafr¨¢n, que se estren¨® este viernes en el Teatro Nacional de Opereta de Kiev ante un p¨²blico ¡°muy c¨¢lido y emocionado¡±, se ha convertido de la mano del director de escena Ignacio Garc¨ªa en un s¨ªmbolo m¨¢s de la resistencia ucrania frente a Rusia. Los textos sobre paz, justicia y libertad extra¨ªdos del Quijote resuenan entre un p¨²blico que encuentra en el teatro ¡°alimento espiritual¡±, seg¨²n Garc¨ªa, y ¡°un espacio de reuni¨®n, un lugar donde divertirse y desconectar¡±.
Las salas de teatro est¨¢n repletas en Ucrania. Las de concierto tambi¨¦n. El Teatro de Opereta tiene todas las entradas vendidas hasta enero. Antes de la invasi¨®n a gran escala representaban muchas obras en ruso. Ahora es impensable. El repertorio se ha llenado de operetas ucranias, musicales como Chicago o La familia Adams, y ahora, por primera vez en sus 90 a?os de historia, una zarzuela. Garc¨ªa se marcha despu¨¦s del estreno, pero La rosa de azafr¨¢n, coproducida por la Embajada espa?ola en Ucrania, permanece en el programa.
La obra, un drama rural amoroso con trasfondo social, tiene muchas analog¨ªas que la acercan a Ucrania. ¡°El mundo rural, los campos de trigo, de azafr¨¢n... Aqu¨ª tienen grabados a fuego valores que tienen que ver con el esfuerzo, las dificultades, las estaciones y la incertidumbre en la cosecha¡±, explica el director.
Garc¨ªa, madrile?o de 47 a?os, lanza palabras en ucranio, ingl¨¦s y espa?ol al equipo durante el ensayo. ¡°El arte tiene un lenguaje universal y al final siempre nos entendemos¡±, reflexiona mientras sigue la representaci¨®n en el patio de butacas, donde tambi¨¦n hay una int¨¦rprete. La escenograf¨ªa y el vestuario de la obra est¨¢n hechas en Ucrania pero son r¨¦plicas de la producci¨®n que se estren¨® en Espa?a, cuellos de ganchillo incluidos. ¡°?Povilno!¡±, les pide en un momento dado a los actores para que rebajen un poco el tono. Una parte importante del trabajo ha sido, sin embargo, lo contrario: conseguir que la compa?¨ªa integrase ¡°el ¨ªmpetu y el temperamento de la m¨²sica y el arte espa?ol¡±, pero de forma natural.
El impacto de la guerra
Suena una alerta antia¨¦rea y toca interrumpir el trabajo para ponerse a resguardo. Si ocurre durante la funci¨®n, el p¨²blico tiene que irse a una parada de metro cercana. Cuando la interrupci¨®n dura m¨¢s de una hora, pueden volver otro d¨ªa. La gente presta poca atenci¨®n ya a las alarmas, pero el teatro es antiguo y las normas se respetan. Durante los apagones diarios, ensayan con luces led casi en penumbra.
Garc¨ªa, que ha viajado ocho veces al pa¨ªs desde que empez¨® la guerra en febrero de 2022, est¨¢ tambi¨¦n acostumbrado. ¡°Es m¨¢s inc¨®modo que otra cosa. Los momentos de miedo son puntuales: cuando est¨¢s durmiendo y oyes la alarma o detonaciones, o cuando vas en el tren y ves los antia¨¦reos¡±. Los ucranios le agradecen la valent¨ªa de venir a traer una obra extranjera, sobre todo despu¨¦s de que un equipo franc¨¦s cancelase el d¨ªa antes de su llegada. Antes de la guerra, los intercambios internacionales eran habituales.
La soprano Yana Tatarova-Tsutskiridze, o Sagrario, peinada con el mo?o de su personaje y vestida con camisa gris y falda larga negra, cuenta en el camerino, durante la media hora que dura la alarma: ¡°Ignacio pide mucha expresividad y nosotros no estamos acostumbrados¡±. ¡°En cierto momento, mi personaje explota, y eso, que no es t¨ªpico en nosotros, es muy interesante para alguien creativo¡±, contin¨²a.
¡°El p¨²blico se va a llenar de estas emociones, de la bondad de la obra¡±, cree la actriz. ¡°Los ucranios las necesitamos y esta m¨²sica es muy rica, te llena¡±, opina. Junto a la orquesta, suenan casta?uelas, panderos manchegos, y se bailan jotas y seguidillas.
El equipo pr¨¢cticamente al completo es ucranio, y son todoterreno. Por la ma?ana ensayan una zarzuela y por la tarde representan Chicago. Garc¨ªa lleva un a?o trabajando con ellos, con visitas intermitentes. El 25 de noviembre volvi¨® con Ana Cris, asistente de producci¨®n, para rematar las tres ¨²ltimas semanas antes del estreno. En su ausencia ha llevado los ensayos un miembro de la compa?¨ªa, al que tuvo que convencer de que dejase su impronta creativa para que la obra tuviese sensibilidad ucrania. No fue f¨¢cil. ¡°Son muy jer¨¢rquicos¡±, dice, y no quer¨ªa interferir en las directrices de Garc¨ªa.
La traducci¨®n fue un trabajo de orfebrer¨ªa. Como cuenta el director, la primera l¨ªnea ya da una idea de la dificultad de adaptaci¨®n del texto: ¡°Aunque soy de La Mancha, no mancho a naide¡±. El traductor trabaj¨® encajando cada s¨ªlaba con cada nota, pero seg¨²n Garc¨ªa, el ucranio tiene la flexibilidad suficiente para permitir cambiar las palabras de lugar sin alterar el sentido de las frases.
El artista espa?ol espera contribuir a la causa ucrania con la ¡°capacidad sanadora y terap¨¦utica del arte¡±. Vestido con vishivanka, la camisa con los t¨ªpicos bordados ucranios, cuenta que ¡°la guerra no est¨¢ en la ciudad, pero s¨ª en la gente¡±. A la compa?¨ªa no le es ajena. Hay compa?eros ca¨ªdos en el frente y otros que siguen luchando. Hay tambi¨¦n padres y maridos en el campo de batalla o apresados por las tropas rusas.
Tatarova-Tsutskiridze intent¨® convencer a su esposo de que no se presentase voluntario para ir al frente. Lo consigui¨® en 2022, pero al a?o siguiente se alist¨®. ¡°Si no voy yo, qui¨¦n va a ir¡±, le dec¨ªa. Est¨¢ en la l¨ªnea cero, en una brigada de ataque. ¡°En el teatro consigo desconectar por completo¡±, cuenta la actriz sonriendo. ¡°Necesitamos estas cosas como el aire para respirar. Nos hacen falta emociones diferentes para distraernos¡±.
Babelia
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