La ¡®paternidad¡¯ de la ni?a del napalm de Vietnam, en entredicho
El documental ¡®The Stringer¡¯, impulsado por Gary Knight y presentado este s¨¢bado en el festival de Sundance, indaga en la ic¨®nica imagen de 1972 y defiende que fue falsamente atribuida a Nick Ut
El editor de fotograf¨ªa Carl Robinson llevaba 50 a?os en silencio, pero no hab¨ªa olvidado lo ocurrido el 8 de junio de 1972 en el despacho de la corresponsal¨ªa de la agencia AP en Saig¨®n. Cuando al fin empez¨® a hablar muchas d¨¦cadas despu¨¦s, tras una reuni¨®n con viejos colegas que estuvieron como ¨¦l en la guerra de Vietnam, sus palabras llegaron hasta Gary Knight. Y fue este veterano fot¨®grafo de guerra y miembro fundador de la agencia VII quien decidi¨®, junto a su esposa Fiona Turner, volcarse en la historia y seguir tirando del hilo. El fruto de su empecinamiento en ¡°descubrir la verdad¡± es The Stringer, como el mismo Knight explica en el documental, presentado este s¨¢bado en el festival de Sundance.
La historia que Robinson call¨® durante medio siglo, y que Knight decidi¨® indagar a fondo, tiene que ver con la autor¨ªa de una de las im¨¢genes m¨¢s ic¨®nicas del fotoperiodismo en el siglo XX, un disparo que impact¨® de lleno en la opini¨®n p¨²blica estadounidense y que, seg¨²n sostiene la historia oficial, tom¨® Nick Ut, un fot¨®grafo vietnamita de 21 a?os, miembro de plantilla en la agencia estadounidense AP. En el centro de la imagen, una ni?a de nueve a?os corre desnuda y quemada por la carretera, sollozando y con los brazos en cruz. Hay otros ni?os aterrorizados que corren cerca, tres soldados detr¨¢s y como tel¨®n de fondo una espesa nube de humo, rastro de las bombas de napalm que cayeron en una operaci¨®n fallida sobre el pueblo vietnamita de Trang Bang aquel 8 de junio de 1972.
El entonces presidente de EE UU Richard Nixon lleg¨® a preguntarse con uno de sus asesores si aquella foto no era un montaje por el perfecto resumen del espanto de la guerra que reflejaba y su apabullante eco, tal y como recogen unas grabaciones de aquel momento. La ni?a de napalm de esa foto, titulada El terror de la guerra, marc¨® un punto de inflexi¨®n. Las ¨²ltimas tropas estadounidenses abandonaron Vietnam unos meses despu¨¦s. En enero de 1973 se firm¨® la paz. The Stringer no cambia nada de todo esto y, sin embargo, la hora y media de pel¨ªcula se propone sacudir y cuestionar algunos fundamentos ¨¦ticos del fotoperiodismo estadounidense.
?Se atribuy¨® la foto a Nick Ut cuando el autor era otro fot¨®grafo tambi¨¦n vietnamita que estaba en aquel lugar y que ha permanecido en la sombra desde entonces? ?Fue el c¨¦lebre Horst Faas, jefe del bureau de AP en Saig¨®n, quien dio la orden no solo para tirar adelante con una foto de una ni?a desnuda que contradec¨ªa las normas de la agencia, sino para que figurase la firma de Ut a pesar de que el carrete del que ven¨ªa la imagen estaba, seg¨²n Robinson, anotado con otra referencia? Estas son las cuestiones que trata de esclarecer Gary Knight, cuyas pesquisas le llevan a encontrar al stringer del t¨ªtulo, supuesto autor verdadero de la foto: Nguyen Thanh Nghe. Este fot¨®grafo del ej¨¦rcito se hab¨ªa formado como cineasta y aquella ma?ana condujo el coche del equipo de CBS al pueblo de Trang Bang, fatalmente bombardeado. En el documental, Nghe explica que llev¨® sus carretes a AP y que le dieron una copia de la foto de la ni?a de napalm y 20 d¨®lares. Un encargado de sonido de NBC, Tran Van Than, cuenta que fue ¨¦l quien le acompa?¨® a AP y gestion¨® aquello. La mujer de Nghe destruy¨® la copia de la foto. Y aunque ¨¦l no gan¨® ning¨²n Pulitzer como Nick Ut en 1973, ni disfrut¨® de su fama, tambi¨¦n dej¨® Vietnam en los setenta y vive desde entonces en California.
Nadie discute que Ut estaba all¨ª, pero sac¨® las fotos desde m¨¢s lejos, sostiene Nghe, y su afirmaci¨®n es ratificada por los expertos en an¨¢lisis de im¨¢genes de la agencia Index en la pel¨ªcula, quienes afirman que es ¡°altamente improbable¡± que ¨¦l sacara esa foto. ¡°Cuando vi ese an¨¢lisis me pareci¨® convincente y comprend¨ª que deb¨ªa hacer la conexi¨®n entre Gary Knight y AP¡±, explica Santi Lyon, fot¨®grafo que trabaj¨® 25 a?os en la agencia de noticias estadounidense, donde lleg¨® a ser vicepresidente y responsable de toda el ¨¢rea de fotograf¨ªa. ¡°Esta es una historia de justicia, porque el freelance no tiene voz¡±, explica al tel¨¦fono.
Las gestiones de Lyon, que aparece brevemente en The Stringer, cuajaron en una reuni¨®n que llev¨® a un callej¨®n sin salida: la agencia no firmar¨ªa ning¨²n acuerdo de confidencialidad, como exig¨ªan Knight y su equipo. AP, eso s¨ª, elabor¨® como respuesta preventiva al documental un informe, tras acometer una investigaci¨®n durante seis meses. ¡°Ante la ausencia de evidencia nueva y convincente que pruebe lo contrario, AP no tiene raz¨®n para creer que alguien que no fuera Ut sacara la foto¡±, afirma dicho informe elaborado a partir del testimonio de siete personas y el escrutinio de los negativos.
Dos de las fuentes fundamentales en esta historia, el hombre que revel¨® las fotos, Yiuchi Jack Ishizaki y el jefe de fotograf¨ªa del bureau, Horst Faas, ya est¨¢n muertos. No queda claro qu¨¦ o qui¨¦n ganaba algo al atribuir la foto al joven vietnamita Ut, que llevaba ya seis a?os contratado por AP, y cuyo hermano hab¨ªa fallecido trabajando para esa misma agencia siete a?os antes. Robinson, que ahora denuncia el fraude, sali¨® de AP en 1978 y, aunque ha escrito un libro de varios cientos de p¨¢ginas sobre Vietnam, no hablaba de esto. AP rescata una foto en la que se le ve brindando con champagne con el resto del equipo de la agencia en 1973 tras anunciarse que Ut hab¨ªa ganado el Pulitzer por la misma foto, cuya autor¨ªa ahora asegura que era otra.
Sea como fuere, las dudas que plantea The Stringer van m¨¢s all¨¢ de la foto, y a pesar de no contar con el testimonio de la ni?a fotografiada, ni de Ut, ni de AP, las muchas entrevistas que el documental re¨²ne abren interrogantes sobre qui¨¦n llev¨® realmente a la joven al hospital, el orden cronol¨®gico de las im¨¢genes y d¨®nde exactamente estaba Ut en aquella carretera para tomar esa foto. Tambi¨¦n pone en cuesti¨®n el uso que la agencia AP y muchas otras organizaciones de noticias ha hecho del trabajo de stringers y freelancers que, como apunta Knight, ¡°solo tienen su firma¡±. La pel¨ªcula se la dedica a ¡°los fot¨®grafos vietnamitas de la guerra estadounidense en Vietnam y a los stringers valientes de las guerras de hoy¡±, y en un momento dado afirma que el propio Ut es una ¡°v¨ªctima¡± en esta historia.
M¨¢s all¨¢ de que se pueda probar de forma concluyente lo que The Stringer defiende y forzar la rectificaci¨®n de AP, o de la querella que Nick Ut a trav¨¦s de su abogado ha anunciado que pondr¨ªa contra el equipo del documental, no faltan quienes recuerdan que hay m¨¢s casos en los que la autor¨ªa ha sido cuestionada. Un ejemplo: Robert Capa y su colaboraci¨®n con Gerda Taro, tan estrecha como para que firmaran las fotos de ambos como Capa, y sobre cuya imagen del soldado ca¨ªdo sigue habiendo sospechas de un montaje. ¡°Todo eso entra dentro de la revisi¨®n acad¨¦mica¡±, se?ala Thomas Dworzac, exdirector de la agencia Magnum. ¡°Quiz¨¢ la pregunta que cabe hacerse sobre la foto de esta ni?a en Vietnam es si hoy se publicar¨ªa algo as¨ª y tambi¨¦n qu¨¦ impacto tienen las im¨¢genes de guerra hoy. Me temo que mucho menor del que tuvieron en aquel momento en que su eco era incluso mayor que el de la televisi¨®n¡±.
Tambi¨¦n otros, como Fred Ritchin, decano del International Center for Photography, se preguntan sobre la oportunidad de la investigaci¨®n de The Stringer: ¡°Este es un momento extra?o en EE UU para abrir esta conversaci¨®n y presentar el documental, en la misma semana en que se celebra la toma de posesi¨®n de Trump. Esa foto tan ic¨®nica nos recuerda que no se ha hecho ninguna con tanta repercusi¨®n en las guerras de Gaza o Ucrania y, sin embargo, esa forma de resistencia frente al poder que supuso la fotograf¨ªa sigue siendo necesaria¡±.
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