Cultura retira su decreto para regular la IA ante la falta de consenso y abre un di¨¢logo con los creadores
Las organizaciones del sector alertaron de que, en la pr¨¢ctica, la norma podr¨ªa facilitar que las grandes empresas tecnol¨®gicas regularizasen retroactivamente el uso masivo e indiscriminado de obras sin permiso ni retribuci¨®n previa
El Ministerio de Cultura ha decidido retirar la tramitaci¨®n del real decreto de licencias para la inteligencia artificial (IA) generativa y abrir un proceso de di¨¢logo con el sector cultural para garantizar la protecci¨®n de los derechos de los creadores tanto a nivel nacional como europeo. El proyecto, que buscaba introducir en Espa?a las licencias colectivas de derechos de autor para el desarrollo de modelos de inteligencia artificial de uso general, hab¨ªa desatado cr¨ªticas por parte de artistas, escritores y otros profesionales de la cultura, as¨ª como de sus respectivas organizaciones y sindicatos. Aunque el ministerio argumentaba que esta regulaci¨®n permitir¨ªa equilibrar el uso de obras protegidas con una justa compensaci¨®n a sus creadores, gran parte del sector alert¨® de que, en la pr¨¢ctica, podr¨ªa facilitar que las grandes empresas tecnol¨®gicas regularizasen retroactivamente el uso masivo e indiscriminado de obras sin permiso ni retribuci¨®n previa.
En un comunicado, el ministerio explica que el texto fue sometido a consulta p¨²blica, un proceso que finaliz¨® el pasado 10 de diciembre. Tras analizar las aportaciones recibidas y constatar la falta de consenso, el Gobierno ha optado por frenar la tramitaci¨®n del decreto. En su lugar, iniciar¨¢ un proceso de di¨¢logo con las organizaciones del sector cultural para encontrar un modelo que aborde los desaf¨ªos que plantea la IA generativa sin vulnerar los derechos de los creadores.
Un debate sobre la IA y la propiedad intelectual
La inteligencia artificial generativa, que se nutre de una inmensa cantidad de obras para producir nuevos contenidos, ha generado un gran rechazo en la comunidad art¨ªstica. Desde hace meses, diversos creadores han expresado su preocupaci¨®n ante lo que consideran una apropiaci¨®n indebida de su trabajo sin autorizaci¨®n ni compensaci¨®n. Mientras la SGAE comparte el contenido del real decreto y respalda medidas que protejan los derechos de autor, otros colectivos, como la Federaci¨®n de Sindicatos de Espect¨¢culos, Artes Gr¨¢ficas, Audiovisuales y Papel adheridos a CGT, rechazan cualquier tipo de licencia, al considerar la IA una competencia desleal que precariza a¨²n m¨¢s su trabajo.
Adem¨¢s, el pasado 18 de diciembre, bajo el lema ¡°As¨ª no¡±, entidades como la Alianza Audiovisual (AA), la Asociaci¨®n de Directores de Escena de Espa?a (ADE), la secci¨®n aut¨®noma de traductores de libros (ACE) y la Federaci¨®n de Asociaciones de Ilustradores/as de Espa?a (FADIP) alertaron de que la propuesta permitir¨ªa a las empresas de IA utilizar las licencias colectivas ampliadas para legitimar el uso no autorizado de obras art¨ªsticas y literarias.
Aparte de conseguir frenar el decreto, los colectivos exigieron al ministerio medidas m¨¢s contundentes, como la retirada de los modelos ilegales de IA ya existentes y el reconocimiento de indemnizaciones econ¨®micas por los usos il¨ªcitos pasados.
El proyecto del real decreto se inspiraba en la directiva europea 2019/790, que permite a los Estados miembros establecer licencias colectivas ampliadas para la explotaci¨®n de obras con fines espec¨ªficos. Pa¨ªses como Francia ya han adoptado medidas similares, y el Ministerio de Cultura argumentaba que esta v¨ªa era la mejor soluci¨®n ante la imposibilidad pr¨¢ctica de que las empresas tecnol¨®gicas obtengan autorizaci¨®n individual de cada creador.
No obstante, los artistas m¨¢s cr¨ªticos con la propuesta consideran que esta postura parte de un planteamiento err¨®neo: en lugar de aceptar que la IA utilice sus obras bajo determinadas condiciones, creen que el Gobierno deber¨ªa partir de una oposici¨®n m¨¢s firme, como cuando se comprometi¨® a no premiar ni contratar creaciones generadas ¨ªntegramente con inteligencia artificial.
El propio Urtasun se?al¨® en octubre que ¡°est¨¢ en juego la sostenibilidad de la cultura¡±, haciendo referencia al impacto que el sector tecnol¨®gico y la inteligencia artificial est¨¢n teniendo sobre el legado cultural. Para protegerlo, defendi¨® la necesidad de esta regulaci¨®n. Por el momento, tras la pol¨¦mica, con la retirada del decreto, el ministerio mantiene abierta la puerta a nuevas propuestas que puedan alcanzar un mayor consenso dentro del sector art¨ªstico.