¡®Daniela Forever¡¯: la singular cabeza de Vigalondo se adentra (y resbala) en los sue?os l¨²cidos
El cineasta vuelve a mostrar sus insensatas (para bien) ideas art¨ªsticas; en este caso las consecuencias de los efectos de la farmacolog¨ªa
La cabeza de Nacho Vigalondo nunca fue como la de los dem¨¢s, y eso es fant¨¢stico para el arte. Al menos, hasta un cierto punto de la creaci¨®n cinematogr¨¢fica. El creador que se hizo un nombre ¡ªy que pis¨® la alfombra roja de los Oscar con una merecida nominaci¨®n¡ª gracias a 7:35 de la ma?ana (2003), un cortometraje musical, ...
La cabeza de Nacho Vigalondo nunca fue como la de los dem¨¢s, y eso es fant¨¢stico para el arte. Al menos, hasta un cierto punto de la creaci¨®n cinematogr¨¢fica. El creador que se hizo un nombre ¡ªy que pis¨® la alfombra roja de los Oscar con una merecida nominaci¨®n¡ª gracias a 7:35 de la ma?ana (2003), un cortometraje musical, rom¨¢ntico y terrorista (literal), ha ido demostrando en los siguientes 20 a?os que su mente camina en perpendicular a la de los dem¨¢s. Eso s¨ª, con cuentagotas, porque hacer cine suicida es muy dif¨ªcil por una sencilla raz¨®n: cuesta dinero y alguien tiene que pagarlo.
Con Daniela Forever, extra?a coproducci¨®n entre Espa?a (80%) y B¨¦lgica (20%), rodada en ingl¨¦s, protagonizada por un malayobrit¨¢nico, una italiana y un reducido plantel de espa?oles, y ambientada en un Madrid entre lo futurista y lo costumbrista, regresa a la gran pantalla tras ocho a?os sin pel¨ªcula, dedicado a dirigir episodios de televisi¨®n de todo tipo y pelaje en Estados Unidos (Into the Dark, Nuestra bandera significa muerte) y Espa?a (Justo antes de Cristo, Historias para no dormir). En definitiva, un profesional del audiovisual esperando una nueva oportunidad para mostrar sus insensatas (para bien) ideas art¨ªsticas. En su nueva obra, las consecuencias de los sue?os l¨²cidos inducidos por la m¨¢s moderna farmacolog¨ªa. O el remedio contra la depresi¨®n de un DJ brit¨¢nico afincado en Espa?a que no puede soportar la muerte de su novia, en forma de ensayo cl¨ªnico para construir sus propios sue?os, y a la carta.
Ante tal tesitura es inevitable pensar en ?Olv¨ªdate de m¨ª! (Michel Gondry, 2004), aunque aqu¨ª se base en una especie de ?acu¨¦rdate de ella! Sin embargo, el fondo de Daniela Forever tiene mucho menos que ver con el absurdo rom¨¢ntico de Charlie Kaufman, escritor de aquel eterno resplandor de una mente sin m¨¢cula (su t¨ªtulo original), que con una oscura distop¨ªa acerca del control masculino sobre la mujer en la pareja. La idea es muy buena, pero, como ya le ocurriera con las singulares Extraterrestre (2011) y Open Windows (2014), la pel¨ªcula se le va de las manos, quiz¨¢ demasiado pendiente de la explicaci¨®n de la sistem¨¢tica y de su habitual metalenguaje para fan¨¢ticos de la serie B (y de la A, que V¨¦rtigo y Solaris tambi¨¦n pululan por ah¨ª), en lugar de desarrollar con convicci¨®n sus subtextos, m¨¢s all¨¢ de un divertimento que a veces explota y en ocasiones se derrumba. As¨ª, para diferenciar el mundo on¨ªrico del real, el director apuesta por dos formatos: un panor¨¢mico brillante, y un 4:3 con horrenda foto de Betacam de los a?os noventa hinchado a celuloide.
Desde aquel brillante corto inicial que roz¨® el Oscar de la categor¨ªa, el director c¨¢ntabro se ha movido en sus largos en dos atractivas dualidades: primera, la de la fantas¨ªa de ciencia ficci¨®n y un costumbrismo de andar por casa; y segunda, la de la amarga comedia rom¨¢ntica y, de nuevo, la ciencia ficci¨®n. En Colossal (2016), su mejor pel¨ªcula, lo ¨ªntimo (la crisis personal de una treinta?era) abrazaba de forma pasmosa lo hiperb¨®lico (un monstruo gigante que arrasaba Se¨²l). Pero no lo logra del todo en Daniela Forever, que comienza con un largo pr¨®logo de unos 20 minutos narrado de un sugestivo modo alejado de la comercialidad, pero que, poco a poco, a fuerza de tropezones narrativos, reiteraciones y alg¨²n sonrojo, va dejando una clara sensaci¨®n de suma de ocurrencias, y no siempre buenas.
Pese a ello, Vigalondo deja un pu?ado de im¨¢genes de notable atractivo visual, y su habitual valent¨ªa, esta vez desplegada no solo en sus peculiares sinopsis, sino en un tema particularmente oscuro: la manipulaci¨®n emocional y la obstinaci¨®n en el pasado de un personaje protagonista que, como James Stewart en V¨¦rtigo, parece caminar hacia la autodestrucci¨®n.
Daniela Forever
Dirección: Nacho Vigalondo.
Intérpretes: Henry Golding, Beatrice Grannó, Aura Garrido, Nathalie Poza.
Género: ciencia ficción. España, 2024.
Duración: 113 minutos.
Estreno: 21 de febrero.