Nacho Vigalondo: ¡°No hay nada peor que el duelo por un ser querido. Nada lo cura, ni la religi¨®n¡±
En ¡®Daniela Forever¡¯, el director c¨¢ntabro habla sobre el duelo, la toxicidad masculina y la gente que no consigue ser buena, una tem¨¢tica que le obsesiona y atraviesa su cine desde que hace dos d¨¦cadas fue nominado al Oscar

¡°Cuando era ni?o y ve¨ªa una pel¨ªcula en la que a alguien le pasa algo incre¨ªble y de repente se despierta y ha sido todo un sue?o, pensaba: ¡®Qu¨¦ pena, yo prefiero que haya pasado todo eso¡±, explica el director Nacho Vigalondo (Cabez¨®n de la Sal, 47 a?os). ¡°Cada vez que hab¨ªa un sue?o espectacular en esas pel¨ªculas, una parte de mi yo infantil deseaba que eso ocurriera, aun a costa de que la pel¨ªcula enloqueciese¡±. De esa frustraci¨®n infantil con la realidad naci¨® la primera semilla de Daniela Forever, que llega este viernes a las salas en Espa?a.
¡°Yo imaginaba una pel¨ªcula en la que fu¨¦ramos intercambiando posiciones en la vigila y el mundo de los sue?os, y que a medida que avanzara la trama, el mundo de los sue?os tuviera tal solidez que se acabara diluyendo en el mundo real¡±, resume Vigalondo, que ha tejido una aventura de ciencia ficci¨®n rom¨¢ntica en la que el inconsciente sirve de terapia para afrontar la depresi¨®n, la culpa y el duelo. Las tres son emociones familiares para ¨¦l. ¡°Ese deseo de imaginar una pel¨ªcula en la que los sue?os pasan de verdad se reactiva a partir de mi experiencia con el duelo, y de sufrir uno de sus s¨ªntomas m¨¢s horrorosos, que es despertar cada ma?ana y recibir la misma noticia terrible una y otra vez, porque ten¨ªas la sensaci¨®n de haber estado so?ando con la persona que ya no est¨¢ contigo; esa especie de crueldad en forma de reiteraci¨®n¡±.
En Daniela Forever, Nicolas (Henry Golding) se somete a una terapia experimental para lidiar con la depresi¨®n tras la muerte de su novia (Beatrice Grann¨°, la Daniela del t¨ªtulo) en la que puede controlar sus sue?os l¨²cidos. Contraviniendo las indicaciones de los cient¨ªficos que le facilitan el ensayo cl¨ªnico, ¨¦l elige so?ar con Daniela para, de alg¨²n modo, resucitarla y reactivar su relaci¨®n. Pero pronto pierde el control.
Este protagonista, un hombre condenado a lidiar de la manera m¨¢s patosa con su propia tragedia, se enclava en una tradici¨®n de antih¨¦roes vigalondianos. Mucho antes de que la toxicidad de g¨¦nero fuera un tag de Letterboxd, el cineasta c¨¢ntabro ha apelado al mismo ¨¢ngulo ciego de la confusi¨®n masculina para contar sus historias. ¡°Aunque entiendo el discurso sobre la masculinidad t¨®xica en la narrativa, tengo que decir que el embrujo que me han dado ciertos personajes fallidos lo he tenido desde siempre. Antes del 2015, en el que cambia la hegemon¨ªa, yo ya estaba en ¨¦sas. Cuando me hablan de masculinidad t¨®xica como una tendencia, como una moda, invoco siempre el cine negro, o las novelas de James M. Cain y de Jim Thompson¡±, defiende el realizador. Y, en efecto, su filmograf¨ªa le avala. 7:35 de la ma?ana (2004), el corto musical que le vali¨® la nominaci¨®n al Oscar, especulaba con los cent¨ªmetros que separan al arquetipo del h¨¦roe rom¨¢ntico que intenta impresionar a una chica de forma esc¨¦nica con la psicopat¨ªa. Su siguiente trabajo, Choque, eleg¨ªa unos recreativos subterr¨¢neos como simb¨®lico campo de batalla para la inmadurez de un treinta?ero tan incapaz de crecer como de renunciar a dejarse en evidencia delante de su novia, una tara emocional similar a la que parodia uno de sus ¨²ltimos cortos, Carlota, gag visual levantado sobre el icono del torpe que no se da cuenta de que est¨¢ enamorado hasta que pierde a su compa?era.

Ya en el territorio del largometraje, Los cronocr¨ªmenes (2007) y Open Windows (2014) abordan la pesadilla del voyeur involucrado a rega?adientes en su propia fantas¨ªa er¨®tica de autodestrucci¨®n desde distintos frentes ¡ªy g¨¦neros¡ª, mientras que en Extraterrestre (2011) la ¨¦pica masculina del pretendiente en retirada protagonizaba el gran cierre po¨¦tico de una comedia de enredos con trasfondo de ciencia ficci¨®n. Y as¨ª hasta el Henry Golding de Daniela Forever, quien cree devolver la vida a una mujer hasta que se da cuenta de que en verdad s¨®lo resucita su recuerdo para ponerlo al servicio de sus necesidades. ¡°?Qu¨¦ sabes de ti?¡±, pregunta Nicolas en un momento dado a la Daniela de sus sue?os. ¡°Que soy tu novia¡±, le responde ella. ¡°?Y qu¨¦ m¨¢s?¡±, insiste ¨¦l. ¡°No lo s¨¦¡±. De nuevo, una masculinidad rota jugando a recomponer el puzle de su fetichismo.
Por m¨¢s que reconozca esta tendencia a escribir personajes masculinos desde la grisura, Vigalondo se resiste a reducir su cine a una teor¨ªa. ¡°No quiero reivindicar esto como un tratado sobre algo porque para m¨ª es un placer. Son las personalidades que m¨¢s me interesan. Y no he inventado nada: es el tipo de personaje que trabaja la televisi¨®n contempor¨¢nea, sin ir m¨¢s lejos, y est¨¢ presente en la literatura de uno de mis pilares, Philip K. Dick, que es todo un cat¨¢logo de mediocridades. Las premisas de sus historias son tan poderosas que a veces vampirizan en el recuerdo a la naturaleza de sus personajes, pero, por ejemplo, el protagonista de ?Sue?an los androides con ovejas el¨¦ctricas? es un pobre hombre, ni siquiera llega a antih¨¦roe, y a m¨ª esto es lo que me seduce¡±. Y puntualiza: ¡°Creo que me atrae la posibilidad de que un protagonista no llegue a h¨¦roe y sin embargo no se convierta irremediablemente en esa cosa tan cuestionable que es el antih¨¦roe, o sea que me interesa m¨¢s la canci¨®n de Los Secretos que la de Sabina¡±.
No estamos en la coordenada de dial m¨¢s evidente dentro de la cabeza de Vigalondo, que en sus pel¨ªculas ha pinchado temas de Suicide o The Magnetic Fields ¡ªla banda sonora de Daniela Forever corre a cargo de Hidrogenesse¡ª, y aqu¨ª sorprende al hacer referencia a esa canci¨®n que Sabina y Enrique Urquijo empezaron a escribir juntos partiendo de un mismo verso (¡°era un pueblo con mar/una noche despu¨¦s de un concierto¡±) para luego terminar por separado, dando lugar a dos temas independientes. ¡°En la versi¨®n de Sabina, el narrador es un canalla que conquista a una t¨ªa y cuando, a?os despu¨¦s, al volver al mismo lugar, ve que en el bar donde la conoci¨® han puesto un banco, le tira piedras al escaparate. La de Los Secretos habla de un hombre que, mientras canta en un concierto, cruza su mirada con la de una mujer con ojos de gata, y ¨¦l le advierte que la persona que ¨¦l representa en el escenario no es la que misma cuando se baja de ¨¦l. La canci¨®n trata de la angustia de ser consciente de que el embrujo desaparecer¨¢ en cuanto baje del escenario. Sabina describe un antih¨¦roe, pero aqu¨ª hay algo m¨¢s interesante: un perdedor¡±.
En el caso de Daniela Forever, Nicolas es un protagonista en principio emp¨¢tico, agradable, del que nos compadecemos, pero en la telara?a de sus sue?os saca a relucir un rosario de mezquindades. As¨ª, le vemos rebobinar a su novia como un casette si la conversaci¨®n le aburre ¡ªla condici¨®n l¨²cida de sus sue?os se lo permite¡ª, y tan pronto como ella empieza a dar se?ales de ser algo m¨¢s que un avatar de sus recuerdos para albergar deseos propios, su primera reacci¨®n es reprimirlos, como el mal jugador que agarra la pelota al encajar un gol.
Vigalondo era consciente de que estas trazas de oscuridad pod¨ªan expulsar a algunos espectadores, pero le apetec¨ªa enfrentar al p¨²blico a esa paradoja. ¡°El artefacto de ciencia ficci¨®n que se da aqu¨ª hace que resulte f¨¢cil cuestionar al personaje incluso sabiendo que est¨¢ siendo un ¨¢ngel en relaci¨®n a lo que har¨ªamos nosotros en su lugar. Nicolas parece muy agresivo cuando rebobina a Daniela, y entiendo que ah¨ª estoy jugando un juego peligroso, pero todos sabemos que nosotros ser¨ªamos peores. Si el espectador fuera el protagonista, la pel¨ªcula ser¨ªa insoportable desde el minuto 10. Ser¨ªa una pel¨ªcula de Gaspar No¨¦, una pesadilla¡±, explica. La pel¨ªcula necesita mostrar ese coqueteo con el inconsciente narcisista para luego llevar a su personaje a un lugar de redenci¨®n. Para el director, el verdadero cl¨ªmax est¨¢ en el intercambio de miserias que el personaje de Henry Golding realiza con la tercera pata del tri¨¢ngulo amoroso de la historia, Aura Garrido, una ventana a la empat¨ªa y al reconocimiento moral de los errores propios en los errores del otro especialmente delicado en los tiempos del punitivismo digital. ¡°Si alguien me dice que la pel¨ªcula est¨¢ dirigida a la gente mala, y es un abrazo a la gente mala, me siento satisfecho con esa lecci¨®n¡±.
Otro de los grandes temas de Daniela Forever es la depresi¨®n, sintetizada en las texturas pixeladas de una cinta Betacam ¨²nicamente coloreables y amplificables mediante la toma de pastillas (el mundo real se presenta en formato cinta, mientras el de los sue?os aparece en panor¨¢mico). ¡°Uno de los cuchillos de la depresi¨®n pasa por el autosabotaje de pensar que todo est¨¢ hecho ya. A m¨ª me pill¨® en una de ¨¦sas, estaba sumido en un pozo y entonces lleg¨® David Lynch con la ¨²ltima temporada de Twin Peaks y nos demostr¨® a los setenta y pico a?os que todav¨ªa ten¨ªa mucho que inventar¡±. El di¨¢logo metaf¨ªsico de esa tercera temporada de las serie de Lynch con la muerte y el sacrificio parece encontrar su eco en Daniela Forever, pero Vigalondo chasquea con la lengua ante esta posible ascendencia. ¡°Dir¨ªa que ya ten¨ªa una primera versi¨®n del guion cuando vi el final de Twin Peaks. De todos modos, nunca me doy cuenta de la influencia de mis directores favoritos. Tard¨¦ tiempo en percibir que Los Cronocr¨ªmenes acaba en un loop parecido al de Carretera perdida¡±.
Aquella depresi¨®n que atraves¨® el proceso de escritura de Daniela Forever fue la primera que le diagnosticaron a Vigalondo, pero no la primera que sufri¨®. ¡°El TDAH te hace especialmente vulnerable a todo esto. Yo recuerdo tener tramos en mi infancia y adolescencia de un estado mental que entonces no entend¨ªa y ahora s¨¦ que corresponden a una depresi¨®n m¨¢s o menos cr¨®nica. Llevo muchos a?os alerta, pero sin llegar a recaer¡±. El proceso terap¨¦utico le sirvi¨® para aprender a gestionar la idea de la muerte y acab¨® infectando Daniela Forever a muchos niveles. ¡°La ¨²nica forma de esquivar la bala de sufrir por la muerte de los dem¨¢s es siendo t¨² el que se muere pronto, y es curioso porque uno de los s¨ªntomas del duelo es querer ser t¨² el que ha muerto. Hay una especie de placer en imaginar que eres t¨² el que desaparece. La pel¨ªcula habla de ello¡±.
La condici¨®n innegociable de la muerte ha acabado por seducir a Vigalondo, incluso, desde un ¨¢ngulo creativo. Porque no hay forma de trucarla, dice. ¡°Por m¨¢s que algunas voces defiendan que hay culturas donde la muerte se celebra, yo desconf¨ªo. Me gusta Midsommar (2019), por ejemplo, porque se burla de eso. Creo que no existe ninguna cultura donde la muerte permita una negociaci¨®n o una respuesta emocional distinta¡±. El cine de g¨¦nero se insin¨²a aqu¨ª como un abecedario rico en arquetipos para descifrar esas angustias. ¡°Cuando habl¨¦ por primera vez con una terapeuta acerca del duelo y me explic¨® todos los s¨ªntomas por los que iba a pasar, pens¨¦ que algunos eran imposibles. Por ejemplo, tener visiones. Pero ten¨ªa toda la raz¨®n del mundo. A partir de aqu¨ª llegu¨¦ a la conclusi¨®n, hasta cierto punto bonita, de que el fantasma representa el duelo sin muerto. Est¨¢s viendo a alguien, pero claro, es una persona que ni conoces: sientes el duelo por un extra?o¡±.
¡°Quiz¨¢s el duelo es la ¨²nica oportunidad que tenemos de estar locos y volver de ah¨ª, de la locura, para contarlo. De decir: ¡®He sido un psic¨®tico en este momento de mi vida, sin ning¨²n control de mis emociones o de mis deseos¡±. Aqu¨ª su nariz se arruga ante la incomodidad de estar acariciando la idea de decir algo muy obvio pero muy esplendente, algo tan axiom¨¢tico ¡ªy a la vez inevitable¡ª que le da verg¨¹enza expresar en alto aunque, en realidad, ya ha decidido hacerlo: ¡°No hay nada peor que el duelo por un ser querido. Nada lo cura, ni siquiera la religi¨®n. La promesa de un reencuentro inmediato s¨®lo alimenta patolog¨ªas conocidas como la negaci¨®n¡±. El final de Daniela Forever, que ser¨ªa descort¨¦s desvelar aqu¨ª, desmiente al propio Vigalondo proponiendo, al menos, una posible ruta, y tal vez la ¨²nica posible: la de la ficci¨®n.
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