Albacete, una sorpresa en el llano manchego
Ciudad llena de hallazgos inesperados, su gastronom¨ªa va de la cocina de los pastores a la de chefs multipremiados y su arquitectura, del puro modernismo a la armon¨ªa con el entorno de Frank Lloyd Wright. Sus calles se llenan de vida ahora en Carnaval, al igual que la provincia que cuenta con dos poblaciones con carnavales declarados de inter¨¦s tur¨ªstico nacional. Consejo: antes de ir, mejor saber qu¨¦ significa zapatiesta, golismero o rabiseco
Albacete siempre est¨¢ en medio, en el camino a la costa o al centro del pa¨ªs. Siempre encrucijada y no tantas veces destino, m¨¢s all¨¢ de su famosa feria de septiembre, en la que esta urbe de 173.000 habitantes dobla su poblaci¨®n. Sin embargo, tiene atractivos suficientes como para apearse en su estaci¨®n en cualquier ¨¦poca del a?o y descubrir una ciudad inesperada. Sus artesanos, chefs y artistas se prestan aqu¨ª a configurar una visita llena de arte, sorpresas y jarana por la ciudad m¨¢s grande de Castilla-La Mancha, pero, a la vez, la m¨¢s ecl¨¦ctica y amigable. Y ahora, en Carnavales, tambi¨¦n bulliciosa.
El Nueva York de La Mancha
Navajas, modernismo, Jos¨¦ Luis Cuerda y otros iconos de la ciudad
La historia y la personalidad de Albacete se concentran en dos plazas: la de la Catedral y la del Altozano. Ambas condensan el esp¨ªritu artesanal, comercial y cultural de la ciudad. En la primera, junto a la mole neorrom¨¢nica consagrada a san Juan Bautista, se alza el Museo de la Cuchiller¨ªa, un singular edifico modernista con detalles neog¨®ticos y azulejos verdes que alberga la historia del motor econ¨®mico de la ciudad, que mueve 95 millones de euros al a?o y tiene en este museo su principal escaparate. En Europa solo existen cuatro ciudades m¨¢s con una tradici¨®n similar, explica Mariana de Pascual, exdirectora del museo y experta en el sector. Durante siglos, la navaja fue el arma de los pobres, cuenta De Pascual: ¡°Como no pod¨ªan llevar espada, portaban una navaja grande en la espalda¡±. Adem¨¢s, ha sido una herramienta ¨²til en todas las profesiones, del agricultor al zapatero, aunque tambi¨¦n de rateros. Muchas llevan amenazantes inscripciones: ¡°Si esta v¨ªbora te pica, no busques remedio en la botica¡±.

Descubrir el Albacete modernista es otro de los alicientes para recorrer la ciudad. Este estilo arraig¨® aqu¨ª como resultado del esplendor industrial que desencaden¨® la llegada del ferrocarril en 1855. A seis minutos a pie del Museo de la Cuchiller¨ªa se puede cruzar el pasaje de Lodares, una galer¨ªa comercial de 1925 al estilo de las de Mil¨¢n o Par¨ªs, y a escasos metros, observar Casa Cabot, c¨¦lebre por su c¨²pula azul vitrificada. Al lado, en la plaza del Altozano, se alza el distinguido Gran Hotel (de cuatro estrellas), obra de Daniel Rubio, el mismo arquitecto del museo. Su coqueto modernismo permite imaginar a los personajes de El gran Gatsby, la novela de F. Scott Fitzgerald ambientada en Long Island (EE UU) en 1925, bebiendo y bailando. No sorprende, pues, que Azor¨ªn, el escritor de la generaci¨®n del 98, comparase la ciudad con Nueva York.

El ¨²ltimo maestro cuchillero
A¨²n quedan artesanos como Juan Andr¨¦s Barbero, de 60 a?os, que fabrican navajas como lo hicieron sus abuelos. El suyo cre¨® hace 80 a?os el taller donde ¨¦l trabaja:?¡°La navaja sirve para todo: para cazar o para recolectar setas, pero tambi¨¦n hay quien la usa para apretar el tornillo de la patilla de sus gafas¡±, describe Barbero. Con ¨¦l se extinguir¨¢ la saga familiar, pues sus hijos no quieren seguir en el negocio. Pero a¨²n hay tiempo para pasar por su tienda, junto al Museo de la Cuchiller¨ªa, repleta de navajas que elabora con asta de b¨²falo, de ciervo o hueso de jirafa.
En la plaza del Altozano tambi¨¦n se rinde homenaje en forma de estatuas a tres iconos de la ciudad: al vendedor de navajas, figura que prolifer¨® junto a la estaci¨®n para vender el producto estrella de Albacete a los viajeros; al pasado ¨ªbero de la regi¨®n, con una reproducci¨®n de la Bicha de Balazote, animal mitol¨®gico cuyo original conserva el Museo Arqueol¨®gico Nacional (Madrid), y a uno de sus hijos ilustres, el cineasta Jos¨¦ Luis Cuerda, retratado como uno de los hombres que crec¨ªan en los bancales de Amanece que no es poco (1989), su pel¨ªcula m¨¢s c¨¦lebre. En esta misma plaza tambi¨¦n se puede visitar el ¨²nico refugio antia¨¦reo de la ciudad que se conserva. Se puede visitar gratis y cuenta con un museo de interpretaci¨®n de la memoria hist¨®rica.
Dos minutos de paseo separan la plaza del Altozano del Teatro Circo (Isaac Peral, s/n), uno de los lugares m¨¢s singulares de la ciudad. Fue inaugurado en 1887 y posee un mecanismo esc¨¦nico que permite disponer del espacio como un teatro convencional o como un circo, con la pista en el centro. Cada febrero se llena de acr¨®batas y payasos de todo el mundo en el Festival Internacional de Circo.
Un atrac¨®n digno de un pastor

La gastronom¨ªa albacete?a mira al campo, a los d¨ªas de fr¨ªo y nieve en los que los pastores buscaban consuelo y vigor junto a la lumbre. Por eso sus recetas son tan contundentes como los nombres que las describen. El ajo mataero, un guiso que se cocina con h¨ªgado de cerdo, pan y piment¨®n; el atascaburras, un pur¨¦ preparado a partir de patata majada, bacalao desalado, huevo duro y nueces que, pese a su nombre, resulta sedoso y?reconfortante al paladar. Hay quienes dicen que el nombre proviene del ?chof, chof! del tub¨¦rculo al ser triturado, que evoca a las patas de los burros sobre el barro, y quienes creen que es porque hartar¨ªa a la burra m¨¢s hambrienta. Uno puede probarlos con vinos de la regi¨®n en restaurantes con historia y sabor local como La Bodega de Serapio (M¨¦ndez N¨²?ez, 8), abierta en 1982, o Nuestro Bar (Alcalde Conangla, 102), con m¨¢s de medio siglo.

Dos participantes durante el desfile de Carnaval de Villarobledo en 2024. Foto: Turismo de Villarrobledo
Carnavales de inter¨¦s tur¨ªstico nacional
Albacete celebra con pasacalles, concursos, m¨²sica y chirigotas el Carnaval del 27 de febrero al 5 de marzo y reserva varios recintos para las celebraciones: la explanada frente al recinto ferial y en el parque de la Fiesta del ?rbol y la plaza del Altozano. Cerca de la capital tienen lugar dos carnavales que han sido declarados de inter¨¦s tur¨ªstico nacional: el de Tarazona de La Mancha y el de Villarrobledo.
El municipio de Tarazona de La Mancha, de 6.000 habitantes, a media hora en coche desde Albacete, se llena de juerga con desfiles y fiestas tem¨¢ticas, del 1 al 9 de marzo. Y en Villarrobledo, de 25.000 habitantes y a una hora de la capital, los edificios se disfrazan durante el concurso de fachadas y por las calles desfilan sorprendentes autom¨®viles en la competici¨®n de veh¨ªculos extravagantes.
Todas la historias en el parque de Abelardo S¨¢nchez
De Albacete a Chicago pasando por Benidorm
Albacete verdea por el sur con el parque de Abelardo S¨¢nchez, uno de los principales pulmones de la ciudad, metaf¨®rica y literalmente, pues sobre el mapa el recinto evoca la forma de ese ¨®rgano vital. Es el tercer parque m¨¢s antiguo de la ciudad despu¨¦s del parque de los Jardincillos, junto al recinto ferial, y el de la Fiesta del ?rbol, en las afueras. En uno de los laterales se encuentra el Museo de Albacete, que alberga una amplia colecci¨®n de hallazgos arqueol¨®gicos y obras de arte que resumen el devenir hist¨®rico y cultural de la regi¨®n.

El edifico es ¨²nico y sorprendente. La construcci¨®n, inaugurada en 1973, sigue los preceptos de la corriente org¨¢nica iniciada en Chicago por Frank Lloyd Wright, que propon¨ªa el dise?o de arquitecturas que estuviesen en armon¨ªa con su entorno. El autor del museo es Antonio Escario, uno de los principales arquitectos espa?oles del siglo XX, albacete?o que ha legado al paisaje espa?ol obras tan dispares como el aeropuerto de Vigo o el rascacielos del Hotel Bali en Benidorm.
Blanca Gamo, la directora del museo, se siente especialmente orgullosa de la colecci¨®n de mu?ecas romanas articuladas hechas a partir de hueso o ¨¢mbar, que pertenecieron a ni?as de familias patricias de finales de los siglos III o IV d.C. Solo el Museo Arqueol¨®gico Nacional, en Madrid, y el de Tarragona poseen alguna m¨¢s. El edificio exhibe tambi¨¦n buena parte de la obra del pintor albacete?o Benjam¨ªn Palencia, que fue el autor del logo de La Barraca, la compa?¨ªa de teatro itinerante de Federico Garc¨ªa Lorca, y fundador de la Escuela de Vallecas, que reivindicaba la belleza y el misterio de los paisajes castellanos en la pintura.

Los gambiteros del hablar manchego
Cuatro humoristas albacete?os son los responsables de que hoy muchos espa?oles sepamos lo que significa ser un gambitero o montar una zapatiesta. Durante la d¨¦cada de los 2000, Joaqu¨ªn Reyes, Ernesto Sevilla, Ra¨²l Cimas y Pablo Chiapella dieron forma al humor de toda une generaci¨®n con la socarroner¨ªa, la ruralidad y el estereotipo del paleto en los programas de televisi¨®n La hora Chanante y Muchachada Nui, pero tambi¨¦n introdujeron en el lenguaje l¨¦xico procedente de lo m¨¢s coloquial de La Mancha. As¨ª, aprendimos que los manchegos no son liantes, sino gambiteros; no arman un foll¨®n, sino una zapatiesta; no se pegan un golpe, sino una costal¨¢; no tienen calor, est¨¢n asotarraos, y no son curiosos, sino golismeros. Con esto y poco m¨¢s, ya se consigue un nivel C1 para charlar amistosamente con cualquier parroquiano y, sobre todo, no resultar un rabiseco, es decir, un antip¨¢tico capitalino, o al menos una miaja menos.
A menos de 10 minutos del Museo de Albacete est¨¢ el Museo del Ni?o de Castilla-La Mancha, una instituci¨®n con la que descubrir c¨®mo estudiaban y con qu¨¦ jugaban nuestros abuelos y bisabuelos. All¨ª se puede sentar uno en un aula de mediados del siglo XIX, cuando ir a la escuela a¨²n era un privilegio en Castilla-La Mancha, o en una del franquismo, cargada de s¨ªmbolos religiosos y pol¨ªticos, incluida una hucha de las misiones del Domund.
Los pioneros del tardeo
Despu¨¦s de una jornada de parques y museos, merece la pena conocer de cerca la forma en que los albacete?os se divierten hoy: sentarse en una terraza y disfrutar del tardeo. Albacete presume de ser la ciudad que puso de moda lo de tomarse una copa y una tapa por la tarde. La cosa comenz¨® en la d¨¦cada de los 90 cuando los pubs y discotecas, con el Cuco como el precursor, seg¨²n proclama, empezaron a servir tapas con las copas por las tardes. Poco a poco la f¨®rmula cuaj¨® y se extendi¨® por la regi¨®n y otras ciudades, como Alicante y Murcia.
Cualquier d¨ªa a partir de las seis o siete de la tarde, las fachadas de la Zona, como se conoce al ¨¢rea entre las calles Concepci¨®n y Tejares, se iluminan y las terrazas de sus bares y pubs se llenan de albacete?os de todas las edades disfrutando de su bebida y su tapa. Qu¨¦ mejor manera de acabar una ruta por la ciudad m¨¢s grande de Castilla-La Mancha y asumiendo, con alegr¨ªa, uno de los h¨¢bitos m¨¢s populares entre los parroquianos.
Bravas y croquetas: las mejores de Espa?a se comen aqu¨ª

A la hora de comer, hay varias opciones reconocidas en cert¨¢menes. Es posible darse un homenaje en un restaurante con una estrella Michel¨ªn. El chef Juan Monteagudo ofrece en Ababol (Calder¨®n de la Barca, 14) dos men¨²s degustaci¨®n, por 65 y 95 euros, que combinan la caza y las verduras manchegas con la cocina francesa. En su carta est¨¢ la mejor croqueta del mundo, de acuerdo con el certamen de Madrid Fusi¨®n de 2023. A pocos pasos de all¨ª, Martina, otro restaurante multipremiado. Javier G. Albuger, su chef, acumula los premios de mejores patatas bravas de Espa?a, seg¨²n el certamen nacional Una de Bravas. ¡°Una patata local trabajada como un ?oqui y una salsa brava con el toque ¨¢cido del kimchi coreano¡±, describe Albuger. Este a?o, su Manda webos, a base de huevos y migas, se ha llevado el tercer premio en el certamen de tapas de Madrid Fusi¨®n.
V¨ªdeo | Albacete en menos de dos minutos
Cr¨¦ditos
M¨¢s informaci¨®n

Zaragoza, la ciudad m¨¢s all¨¢ del Pilar
