Arantza Portabales, escritora de novela negra: ¡°Es maravilloso encontrar gente que odie tu libro¡±
Con la tercera novela de su serie policiaca, la escritora se asienta en el g¨¦nero, al que lleg¨® pasados los 40 y desde el relato breve. Un camino distinto y una receta literaria que condensa en esta conversaci¨®n
¡°Yo empec¨¦ a escribir muy mayor, ya con 40. No es que empezara a publicar tarde, es que no hab¨ªa escrito nada. Hasta entonces era una se?ora que hac¨ªa lasa?a en la Thermomix y llevaba a mis hijas a gimnasia r¨ªtmica. Bueno, y era interventora de Hacienda. Empec¨¦ haciendo microrrelatos para el programa de Francino y eso ha marcado mucho mi estilo¡±. Habla Arantza Portabales (San Sebasti¨¢n, 50 a?os), una escritora que cambi¨® su crisis de mediana edad por una carrera literaria. Recibe a este diario en un restaurante gallego del centro de Madrid para hablar de un periplo peculiar que le ha llevado a descubrir una voz y un estilo presentes en las tres novelas de la serie protagonizada por el inspector Santiago Abad y su compa?era Ana Barroso.
La ¨²ltima de ellas, El hombre que mat¨® a Ant¨ªa Morgade, que acaba de publicar Lumen, es un buen ejemplo de su apuesta por un policial de ritmo muy r¨¢pido y personajes bien construidos. En ella, seis amigos se reencuentran en Santiago de Compostela durante el verano de 2021. Todos comparten un origen desfavorecido, eran compa?eros en un piso tutelado para j¨®venes si padres, y un trauma de aquella ¨¦poca: el suicidio de su amiga Ant¨ªa despu¨¦s de haber sido v¨ªctima de los abusos de un educador. Durante la reuni¨®n de viejos amigos, 23 a?os despu¨¦s, uno de ellos muere y Barroso y Abad tienen que descubrir al asesino y, al tiempo, evitar que caigan los dem¨¢s. Una escena, la de Ant¨ªa Morgade en el sal¨®n del piso, ensangrentada, une esta novela con la primera de la serie, Belleza roja (2019), donde una joven es hallada en medio de un charco de sangre en su habitaci¨®n. ¡°Me parec¨ªa una imagen muy potente. Quer¨ªa que estuvieran traumatizados. Y as¨ª, en los primeros cap¨ªtulos, cuando se presenta a los personajes, est¨¢n todos recordando la escena¡±, defiende la autora. Son dos momentos duros en unas historias que prefieren sugerir, violentas pero no expl¨ªcitas, sin descripciones. ¡°?Te das cuenta lo poco que describo? Ya ves lo mucho que hablo y lo poco que cuento cuando escribo. Hago un ejercicio de contenci¨®n brutal. Escribo muy poco. No me importa si la gente es rubia o morena, me importa c¨®mo es por dentro¡±.
8 elementos marca de la casa
1. El manejo del cuento condiciona para bien, y para mal. ¡°Yo acabar¨ªa todos los cap¨ªtulos en alto y a punto de caerme por el precipicio. O con la mecha ardiendo. Y ese vicio tambi¨¦n hay que corregirlo. El lector no puede estar al borde del abismo durante 100 cap¨ªtulos¡±.
2. La estructura tiene que estar clara desde el principio. ¡°Es como un castillo de naipes que tiene que ser fr¨¢gil pero resistente para sostener la novela¡±.
3. No es novela enigma, o no fundamentalmente. ¡°Esta novela es como el Titanic. No quiero saber si se va a hundir o no, eso ya lo s¨¦. Quiero saber c¨®mo se hunde, por qu¨¦ se hunde y qu¨¦ sucede mientras est¨¢ ocurriendo¡±.
4. Hay que hacer lo que uno sepa hacer. ¡°Me encanta El nombre de la rosa. ?T¨² crees que yo no me quiero levantar una ma?ana y describir esa portada rom¨¢nica en el monasterio? Claro que s¨ª. Pero yo llego delante de la catedral de Santiago y lo ¨²nico que me sale es ¡°piedra¡±. Qu¨¦ quiero decir con esto: no hagas algo que vas a hacer mal¡±.
5. Novela de gentes m¨¢s que de lugares. ¡°Muchos me dicen: es que no sale Galicia, es que no sale Santiago. Y yo siempre respondo: pero salen gallegos¡±.
6. Todo en la cabeza. ¡°Me paso seis meses planeando todo antes de empezar a escribir. La novela me ronda. Es como ir buscando Manderley y de repente sale el haz de luz y la ves a lo lejos. Luego escribo poquito cada d¨ªa. Me preguntan ?no se te olvida? Qu¨¦ va¡±.
7. Personajes inc¨®modos. Santiago Abad es un polic¨ªa que fue maltratador, que lucha cada d¨ªa por no volver a serlo. Carlos Morgade, hermano de Ant¨ªa en esta novela, y uno de los seis protagonistas, es un ser lastimero e incapaz de superar su trauma. ¡°Cuidado, es que los personajes no son como queramos que sean¡±.
8. Autodefinici¨®n de sus novelas en tres adjetivos: ¡°Adictivas, honestas y contempor¨¢neas¡±.
Doble vida
El camino de Portabales ha sido claro, que no sencillo. De los microrrelatos pas¨® a la novela por entregas en La voz de Galicia (de la que sali¨® Sobreviviendo, 2015 en gallego, 2022 en espa?ol) y de ah¨ª al policial que le ha dado estatus y confianza. Entre medias, una novela diferente, Deje su mensaje despu¨¦s de la se?al, un libro publicado por Galaxia en gallego en 2017 y que supuso su salto definitivo. ¡°Cuando hice Belleza Roja ven¨ªa de hacer una novela intimista que encima hab¨ªa triunfado y lo f¨¢cil era seguir por ah¨ª. Pero me dije: ¡®Quiero hacer una novela como cuando yo ten¨ªa 12 a?os y lo m¨¢s importante del mundo era llegar al sof¨¢ para leer; quiero hacer una novela como las que le¨ªa sin buscar el sentido de la vida, porque la vida me importaba un carajo. Y luego ya aprovechar¨¦ yo para hablar de lo que quiero hablar y el lector listo me seguir¨¢. Y el lector que no le interese profundizar lo habr¨¢ pasado bien¡±.
El inicio de las peripecias de Barroso y Abad (este no aparece hasta el quinto episodio del primer libro, pero enseguida gana terreno) coincidi¨® en el mercado con dos colosos de las ventas como Reina Roja, de Juan G¨®mez Jurado, y La novia gitana, de Carmen Mola. Su marcha fue lenta, la serie no despegaba, pero al final funcion¨® el boca a boca. Algo present¨ªa Portabales porque a su grupo de amigas, sus lectoras cero, les enganch¨® seg¨²n iban leyendo cada cap¨ªtulo. Quer¨ªan m¨¢s Abad y Barroso, dos personajes que han explotado al m¨¢ximo su tensi¨®n dram¨¢tica. As¨ª los defiende su creadora: ¡°Me gustan porque no se comportan protot¨ªpicamente. Hay un momento de este libro en el que dicen: primero fuimos pareja, despu¨¦s fuimos amantes y ahora somos amigos. Ojal¨¢ lo hubi¨¦ramos hecho todo al rev¨¦s. Hemos hecho estallar todo por los aires, todas las etapas can¨®nicas de una relaci¨®n y a m¨ª me interesaba que ellos se comportaran as¨ª¡±. ?Hasta cu¨¢ndo puede aguantar esa tensi¨®n? ?Hasta d¨®nde puede llegar la serie? Portabales ve posibilidades siempre que consiga hacer ¡°algo que merezca la pena¡±.
Llegada a Santiago con 13 a?os, la autora escribe indistintamente en gallego y castellano, pero nunca son traducciones, sino versiones paralelas. Sue?a, asegura, con una excedencia que le sirva para cuidarse, viajar m¨¢s, vivir mejor, pero sigue con su doble vida, que le da la ¡°libertad¡± de no pensar en la literatura como una profesi¨®n, fiscalizando cuentas en la Xunta por la ma?ana y escribiendo o pensando en la escritura el resto del tiempo. ¡°Soy esa se?ora insoportable que cuando vive solo piensa en su novela. Eso me hace mucho peor persona en muchos ¨¢mbitos de mi vida, pero quiz¨¢s me hace ser mejor escritora. Al final lo m¨ªo es surrealista. Este a?o cambi¨¦ la ruta para llevar a mi hija al instituto. Ahora paso todos los d¨ªas debajo de la casa de Abad y miro para arriba como si lo fuera a ver asomarse a la ventana¡±.
Autora entusiasta, no entiende su labor sin el otro lado, ¡°el del escritor feriante¡±, el de la promoci¨®n, el contacto con los lectores, las firmas, las presentaciones (¡°con el sitio lleno o con tres lectores, hay que torear en todas las plazas¡±) y eso hasta las ¨²ltimas consecuencias: ¡°Creo que es maravilloso encontrar gente que odie tu libro. Estad¨ªsticamente, no le voy a gustar a todo el mundo. Si te odian mil es que est¨¢s vendiendo cien mil¡±.
Babelia
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