La grandeza de Duff Thompson, el nuevo talento de Nueva Orleans que inventa un folk a?ejo y atemporal

A Duff Thompson le puedes ver tocando cualquier instrumento. Su rostro no es muy expresivo y siempre guarda un aire de estar anticipando algo. A saber qu¨¦. Cuando se pone al micr¨®fono, su voz se destila como un whiksy de barrica, suave e intensa, hasta que embriaga toda la atm¨®sfera de un aroma dulz¨®n, entre melanc¨®lico y enso?ador. Es un tipo como salido de un recuerdo muy lejano, de una carretera desviada del camino principal, de una estampa en blanco y negro.

Duff Thompson desprende el mismo aura especial de Nueva Orleans, ciudad en la que pasa largas temporadas cuando no est¨¢ en C¨¢nada. Llama la atenci¨®n que un tipo blanco, con aire del medio Oeste estadounidense, tenga atributos de la gran ciudad del sonido, la urbe del jazz y del ritmo. Es como si del mismo lugar donde se criaron Louis Armstrong, Professor Longhair y Allen Toussaint y donde todav¨ªa reina Irma Thomas se hubiese abierto un sendero nuevo para la m¨²sica a trav¨¦s de un tipo como ¨¦l. Thompson es un talento inmenso, desconocido fuera del circuito de Nueva Orleans, que lleva a?os demostrando que Nueva Orleans es el sitio donde sucede la m¨²sica de verdad, aquella que no atiende a estrategias comerciales ni intereses vacuos.

Con su caracter¨ªstica gorra, Thompson es m¨²sico, compositor, productor e ingeniero de sonido. Es un hombre volcado en cuerpo y alma a la m¨²sica, al que tambi¨¦n se le ha conocido por sus colaboraciones con Big Thief, Twain y The Deslondes. Como cantante solista ha publicado Haywire, un ¨¢lbum de folk atemporal, que se mece en el pasado y en el presente como si no hubiese distancia entre los a?os 40 y 50 y este acelerado siglo XXI. Quiz¨¢ sea uno de los discos m¨¢s hipn¨®ticos que se han publicado en la m¨²sica norteamericana de los ¨²ltimos a?os. Solo por eso Duff Thompson deber¨ªa ser reconocido como el talento que es, pero es que adem¨¢s es cofundador de un sello discogr¨¢fico Mashed Potato Records, la compa?¨ªa ameteur con la que public¨® su disco y publica grabaciones de folk casero, rural, a?ejas.

Mashed Potato es tambi¨¦n la sede de Nueva Orleans donde Duff Thompson y sus colegas se juntan para juguetear con los instrumentos, compartir una pasi¨®n por la m¨²sica entendida como un lugar de encuentro de personas y no como una lanzadera para la fama. El esp¨ªritu que marca a Mashed Potato es el mismo que tiene desde hace m¨¢s de un siglo Nueva Orleans: la m¨²sica como un arte humano, colectivo, de resistencia ante el avance de una sociedad desmemoriada y rendida al desarrollo tecnol¨®gico sin importar los individuos. La m¨²sica como equipo y el equipo como una causa por el juego bonito, brillante, esplendoroso. No busques un gran videoclip aqu¨ª, busca como se coloca esta pe?a sobre la alfombra del estudio de grabaci¨®n para que todo suene org¨¢nico.

Este equipo de Nueva Orleans -con los m¨²sicos Gina Leslie, Max Bien, Matt Bell, Pat Reedy, Noel McKay y Steph Green-, se pudo disfrutar dentro del festival HolaNola, una iniciativa puesta en marcha en el sala Riquela de Santiago de Compostela. Se trata de un laboratorio sonoro que hermana la m¨²sica de Nueva Orleans con las ra¨ªces flamencas y del folclore gallego. El ¨²nico prop¨®sito es intercambiar m¨²sica y cultura. Es casi un experimento antropol¨®gico.

Pude ver en primera l¨ªnea los ensayos de esta gente en una casa de Santiago y, ya dentro de la programaci¨®n del HolaNola, los conciertos que ofrecieron en la sala Riquela. Hubo tanto arte sencillo desparramado aquellos d¨ªas de septiembre que es dif¨ªcil describirlo. Cuando este equipo se pon¨ªa en marcha, todo cobraba sentido a trav¨¦s de unas canciones que sonaban como viejos cuentos que hechizan. Los folcloristas gallegos y los flamencos disfrutaban del conocimiento de los de Nueva Orleans y viceversa. Varios mundos art¨ªsticos se encontraban en un lugar imaginario llamado Santiago de Compostela.

Duff Thompson es el gran cerebro detr¨¢s de Mashed Potato. Tambi¨¦n un enorme coraz¨®n obsesionado con latir al ritmo de la vieja Nueva Orleans, pero subido a un tren de mercanc¨ªas como los antiguos trovadores del folk. Es como si Woody Guthrie o Bob Dylan, ambos siempre en marcha, hubiesen encontrado su casa en Nueva Orleans. Es algo distinto, inaudito. Algo que se puede tambi¨¦n apreciar en los dos fascinantes recopilatorios de este equipo: Mashed Potato Records Vol¡¯s I & II. En ellos se recoge todo este esp¨ªritu que lucha contra la frivolidad y ofrece asilo al viajero cansado.

Conoc¨ª en persona a Duff Thompson y al equipo de Mashed Potato gracias al festival HolaNola. Entr¨¦ en contacto con su m¨²sica en directo y pude apreciar con toda el alma que esta comunidad de m¨²sicos de la ciudad del ritmo han moldeado un sonido distinto al jazz, pero igual de fascinante.