El ejemplo de R.E.M.: c¨®mo hacer una carrera de calidad y saber retirarse a tiempo

De repente, los m¨²sicos de siempre se hicieron mayores. Bueno, no. De repente no. Es algo que nos acompa?a desde hace mucho tiempo, m¨¢s a¨²n cuando cada a?o no paramos de llorar p¨¦rdidas irreparables. Quiz¨¢ algunas de las ¨²ltimas m¨¢s simb¨®licas por su peso hist¨®rico y art¨ªstico sean las del cantante Harry Belafonte, el pianista Ahmad Jamal y el saxofonista Wayne Shorter. La muerte siempre gana su partida, pero, mientras tanto, conviene preguntarse si existe la posibilidad de retirarse en el mundo de la m¨²sica. Es decir, si una profesi¨®n es tan vocacional y otorga dinero, reconocimiento y adoraci¨®n hasta en circunstancias adversas, ?c¨®mo se baja uno del escenario y cuelga las botas? ?Es posible? ?Merece la pena?

Responder a estas preguntas solo est¨¢ al alcance de los propios m¨²sicos que se suben al escenario. Hay ejemplos ilustrativos de que, en este oficio, trabajar parece m¨¢s una cuesti¨®n de sentirse vivo que de jubilarse. El escenario da la energ¨ªa que, de otra forma, podr¨ªa desaparecer. Como escrib¨ª en un art¨ªculo titulado El fuego incombustible de la vieja guardia, se podr¨ªa decir que Willie Nelson, Bob Dylan, Van Morrison y Neil Young simbolizan una filosof¨ªa vital y art¨ªstica con su actividad imparable de discos y conciertos en los ¨²ltimos a?os. Otros muchos parecen vivir m¨¢s de las rentas de su fama y del fruct¨ªfero negocio del mercado de la nostalgia. De la A a la Z hay tantos nombres que ponga usted mismo el que quiera.

A estas alturas de la vida, siglo XXI, a?o 2023, cambio clim¨¢tico mediante y no s¨¦ cu¨¢ntos conciertos en la agenda, hay que recordar a R.E.M. Mejor dicho: hay que elevar a esta banda m¨¢s a¨²n de lo que ya estaba cuando sus miembros se retiraron en septiembre de 2011. El grupo de Athens fue un maravilloso ejemplo en vida y, hoy por hoy, desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, tambi¨¦n es otro maravilloso ejemplo de saber colgar las botas.

R.E.M. se disolvieron amistosamente, sin grandes peleas ni traumas. Como dijo Stipe, quisieron hacerlo ¡°correctamente¡±, a la manera que ellos entendieron que se deb¨ªa tomar una decisi¨®n tan importante. ¡°No hubo fuerzas externas ni problemas internos, sino que todo fue una decisi¨®n consensuada del grupo¡±, sostuvo el cantante. La banda se convirti¨® en la primera gran banda de la historia que se disolv¨ªa sin broncas y sin que ning¨²n miembro hubiese muerto o hubiese tenido fuertes problemas con las drogas. As¨ª es: su separaci¨®n nada tiene que ver con la de The Beatles, The Kinks, Led Zeppelin, Creedence Clearwater Revival, Oasis¡­ Incluso tampoco es comparable a la de la c¨¦lebre de The Band. Con su adi¨®s, R.E.M. hac¨ªan parte de historia, aunque su ejemplo no cundi¨®.

Hay formaciones o m¨²sicos que se han convertido en algo tan mastod¨®ntico que ya no est¨¢n en el escenario como portadores de algo m¨¢gico. Sino m¨¢s bien como meros espect¨¢culos de fuegos y artificio. Como escrib¨ªa Diego A. Manrique en su ¨²ltima columna sobre las actuaciones del festival Coachella, ¡°es pop colado de contrabando en una exhibici¨®n de baile coreografiado, cuerpos guapos con una excusa musical¡±. Sucede lo mismo cuando estas formaciones o m¨²sicos son cuerpos m¨ªticos con una excusa musical y tambi¨¦n pasan por el estudio de grabaci¨®n como un tr¨¢mite para hacer caja, olvidando desarrollar obras interesantes, ambiciosas, con cierto riesgo o esp¨ªritu. Incluso, en este sentido, es m¨¢s sangrante: ni buenos directos ni buenos discos. Nada m¨¢s que caja, nostalgia y acontecimientos sociales muy alejados del apetito art¨ªstico. R.E.M. hicieron lo que, en alg¨²n momento, pod¨ªan haber hecho por distintos motivos: The Rolling Stones, U2, Coldplay, The Libertines, Eagles, The Smashing Pumpkins, Black Eyed Peas¡­ Lo dicho, ponga usted mismo el que quiera.

¡°Hicimos siempre lo que quisimos y lo hicimos lo mejor que pudimos¡±. La frase de Stipe bien podr¨ªa darla cualquier otro grupo que se haya retirado empujado por los cismas. Sin embargo, no todos los grupos podr¨ªan presumir de dejar un legado tan impoluto de calidad. R.E.M. nacieron de aquella escena de los ochenta conocida como Nuevo Rock Americano, formada por regeneradores del rock a partir del country y el garage. En mitad de un mapa habitado por bandas de carreteras secundarias, como The Long Ryders, Green On Red, Jason & The Scorchers o Dream Syndicate, R.E.M. plant¨® una autopista. De su rock con par¨¢bolas grandilocuentes sali¨® un camino directo a la fama, donde los sonidos americanos a?ejos se abrazaron con un renovado universo pop. Una autopista que, conviene se?alarlo con letras grandes, siempre sigui¨® una l¨ªnea de coherencia art¨ªstica sobresaliente. Porque del microcosmos de R.E.M., formado por las ra¨ªces sonoras de The Byrds confluyendo con el garage, el punk y el pop, han salido verdaderos himnos a los que solo se llega cuando los astros se cruzan.

Como escribi¨® el periodista musical Simon Reynolds en su estupendo libro Post-punk. Romper todo y empezar de nuevo: ¡°El movimiento post-punk de finales de la d¨¦cada de los setenta y principios de la de los ochenta hab¨ªa eliminado sectores completos de m¨²sica del men¨², en particular la de la d¨¦cada de los sesenta¡­ Despu¨¦s de la desmitificaci¨®n del post-punk y los esquemas del new pop, se sinti¨® liberador escuchar m¨²sica arraigada en el asombro m¨ªstico y la rendici¨®n dichosa, como R.E.M. La banda recordaba a la m¨²sica de la d¨¦cada de los sesenta con sus clamorosas guitarras y su toque folk¡±. Eso es: una banda que recordaba a la grandeza de las de los a?os sesenta. Y, si la edad dorada del pop-rock nunca m¨¢s volver¨ªa como fue, tampoco deber¨ªa hacerlo R.E.M. toda vez que su tiempo de gloria ya pas¨®.

Ellos lo entendieron. Siempre supieron cu¨¢ndo retirarse. Tambi¨¦n fueron due?os de una carrera inteligente y de calidad. Pero, de cara a la historia, lo m¨¢s importante es una cosa simple: a R.E.M. se les echa de menos. Y eso es una virtud en un mundo en el que muchas veces se echa de m¨¢s a otras formaciones y artistas.