Oriente de Asturias, una primavera como las de antes
Alrededor del parador de Cangas de On¨ªs, un monasterio benedictino a orillas del Sella, se organizan actividades y excursiones para descubrir c¨®mo viv¨ªan y viven los habitantes del lugar. Una forma apasionante y respetuosa de hacer turismo en una zona dominada por la monta?a
Bastan tres o cuatro d¨ªas para conocer a trav¨¦s de actividades al aire libre c¨®mo se vive en el Oriente de Asturias, c¨®mo se disfruta tambi¨¦n en esta regi¨®n ganadera a los pies de los Picos de Europa. Jos¨¦ D¨ªaz Pep¨ªn se encarga de la parte etnogr¨¢fica desde Sirviella, un pueblo de 56 habitantes en el que explica c¨®mo pastorear ovejas con dos border collie y c¨®mo elaborar sidra, que tan rica sabe con un cabrales o un gamoneu. A cargo de la fauna se halla Fernando Abarquero, un palentino experto en el avistamiento de rebecos y de aves en las inmediaciones de Sotres. La aventura es cosa de Fer Labra, un gu¨ªa de barranquismo que conduce a adultos y ni?os por toboganes y gateras en cuevas donde hace 14.000 a?os se refugiaban los pastores. Excursiones, todas, en el entorno del parador de Cangas de On¨ªs, un monasterio benedictino que ofrece recogimiento asomado a un meandro que traza el Sella.
El Parque Nacional de Picos de Europa, que toma su nombre porque era la primera tierra que avistaban los navegantes que proced¨ªan de Am¨¦rica, se cuela en el restaurante del parador. En marzo y abril se sirven tres platos elaborados con corderos lechales criados en los pastos por donde Abarquero, el gu¨ªa tur¨ªstico, conduce a los visitantes que quieren descubrir la monta?a asturiana. Esa carne de sabor suave y tierna entra en la cocina con la marca de garant¨ªa Pro-Biodiversidad, pues la existencia de ganado garantiza la supervivencia del quebrantahuesos al alimentarse de los restos ¨®seos de las ovejas que mueren.
Nacho Bosch, el director del parador, est¨¢ entusiasmado con esta iniciativa impulsada por la Fundaci¨®n para la Conservaci¨®n del Quebrantahuesos: ¡°Hace que los pastores no se vayan. Mejora sus condiciones de vida¡±, explica. Antes de que paran las ovejas lo tienen todo vendido; la marca de garant¨ªa hace que mejoren sus condiciones econ¨®micas. El comensal recibe en la mesa una carta en la que se detallan las tres recetas de temporada (paletilla, caldereta y costillas) y el nombre del productor. Ganader¨ªa extensiva can¨®nica.
Dentro del parador
Ovejas tiene Pep¨ªn en Sirviella. Las pastorea de forma magistral con los border collie ¨Chasta 12 tonos diferentes emite con su silbato para dar sendas ¨®rdenes: que si r¨¢pido, que si deprisa, que si por la derecha¡¨C. Los asistentes a la actividad etnogr¨¢fica La Ruta de Pep¨ªn, que transcurre en Sirviella y termina en su llagar, le preguntan por los h¨®rreos y por una caba?a similar a las que utilizan los pastores para hacer queso en la zona de Cabrales, por donde Abarquero, el gu¨ªa, conduce en un 4x4 a los clientes interesados en ver animales salvajes:
¡ªMirad, ese rebeco cojea. Y est¨¢ solo.
Uno de los visitantes se ha percatado, gracias a los prism¨¢ticos, de que uno de estos animales pasta separado del grupo y se mueve con dificultad. El gu¨ªa explica que se sacrifica por los dem¨¢s. Sabe que, ante la llegada de un depredador, ¨¦l servir¨¢ de aviso para que el resto brinque ladera arriba, mientras sortean las construcciones de piedra en las que los pastores viven en verano con sus reba?os en busca de los pastizales de altura. Una clase de Conocimiento del Medio al aire libre en la que los espectadores se sorprenden como si fueran ni?os. Se asombran porque la monta?a sobrecoge ahora ¨Cy siempre¨C con el deshielo y porque ver c¨®mo planea un buitre leonado en busca de comida es bonito y es buena se?al para la diversidad de la zona.
Naturaleza para los sentidos
Actividades y excursiones en el entorno de Cangas de On¨ªs
M¨¢s adrenalina
Las actividades de aventura no est¨¢n exentas de informaci¨®n etnogr¨¢fica. Fer Labra, nacido en Cangas hace 35 a?os, gu¨ªa a un ¡°80% de noveles que, en la pr¨¢ctica, no tienen ni idea¡± de barranquismo, espeleolog¨ªa o de caminar con raquetas de nieve. Les cuenta que cazadores de jabal¨ªes en el Paleol¨ªtico Superior iluminaban con antorchas las cuevas por las que ahora descienden a tramos de rodillas o en cuclillas como una forma de alimentar las ganas de hacer cosas nuevas. La cueva de la Huelga, donde transcurre una de las actividades, tiene una entrada y una salida diferentes y se descienden 50 metros de un lado a otro: ¡°Los clientes est¨¢n superrelajados, liberados. Puedes hacer con ellos lo que quieras¡±, admite Labra, que se refiere a la actitud de aquellos que viven todo el a?o en la ciudad, ¡°predispuestos a pasarlo bien¡±.
Pep¨ªn, bronceado porque trabaja al aire libre y en Asturias el sol se aguanta, advierte a sus clientes de que la actividad que organiza desde hace 19 a?os no solo consiste en beber y comer: ¡°Ahora est¨¢n m¨¢s sensibilizados. Antes nada m¨¢s bajarse del coche ya estaban pensando en la sidra¡±, cuenta. Eso llega, pero al final. Antes hay que identificar manzanos en el valle y saber que el ma¨ªz hace de tutor para que la planta de la faba crezca. La alubia buena y aut¨®ctona (¡°Cuando la encuentras no se te olvida en la vida¡±, asegura) hay que pagarla, y en el plato tiene que estar entera, pero fundirse como mantequilla en el paladar.
Pep¨ªn se para en una caleya y explica que la progresiva reducci¨®n de pastores y sus animales provoca que haya m¨¢s matorrales y ¨¢rboles antes inexistentes por la necesidad de crear pastos. Por esas caleyas y por las carreteras ruedan ciclistas atra¨ªdos por las rampas y por la emoci¨®n de subir a los lagos de Covadonga, donde termina la primera Vuelta a Espa?a femenina. Hay afici¨®n en la zona y el parador, que impulsa el cicloturismo, facilita la tarea al proporcionar informaci¨®n de rutas al visitante y al habilitar un taller con herramientas y bicis de alquiler.
Santos, Bel¨¦n y Fran te recomiendan
Desde Ribadesella hasta Pr¨ªa existe una ruta costera transitable. Te encuentras pozos, bufones, hay un merendero¡ Me gusta ir a pescar sargos, que solo comen marisco. En el parador lo servimos cocinado al horno con patatas.
Santos Vicente
Jefe de cocina 25 a?os en Paradores
La playa de Cuevas del Mar, en Nueva de Llanes, tiene una formaci¨®n de rocas en la que resulta f¨¢cil encontrar a aficionados practicando escalada durante todo el a?o. Se llega en media hora en coche desde el parador.
Bel¨¦n Gonz¨¢lez
Administrativa 18 a?os en Paradores
Un buen lugar para ir a nadar cuando la marea est¨¢ baja es la playa de Ballota, que dibuja una media luna. Para acceder hay que descender por un camino sinuoso con mucha vegetaci¨®n durante 10 minutos. Es parte del encanto.
Fran Seivane
Responsable de comedor 19 a?os en Paradores
La forma de vida en el Oriente asturiano se conoce tambi¨¦n de forma pausada en el tejo del parador, donde en la antig¨¹edad se reun¨ªa la gente para tomar decisiones como si fuera un Ayuntamiento, y en su iglesia rom¨¢nica aneja que, al estar abierta al culto y al p¨²blico, propicia el traj¨ªn de visitantes y vecinos de Villanueva y del resto de pueblos del concejo.
Se abre la veda de la pesca del salm¨®n en el Sella y el parador, como suced¨ªa con el antiguo monasterio, se encarg¨® de anunciarlo. El pasado 2 de abril repicaron las campanas; el primero que se pesca se conoce como campanu, en referencia a la tradici¨®n monacal. Este a?o pes¨® 3,250 kilos, midi¨® 72 cent¨ªmetros y se subast¨® en el puente romano de Cangas de On¨ªs, un lugar tan hermoso y concurrido como Covadonga o la playa de Gulpiyuri. Para los que ya dominan la zona o buscan una visita alternativa, su director Nacho Bosch y su equipo, y Pep¨ªn y Abarquero, tienen la respuesta.