Aprovechemos la inteligencia artificial para el periodismo
EL PA?S inicia una reflexi¨®n interna para delimitar los usos de herramientas como el ChatGPT en la Redacci¨®n
La irrupci¨®n de modelos de inteligencia artificial (IA), en particular ChatGPT desde noviembre, ha provocado una ola de preocupaci¨®n ¡ªquiz¨¢s precipitada¡ª, que tiene eco en los medios de comunicaci¨®n. En la reuni¨®n anual de ONO (la organizaci¨®n internacional de defensores del lector, con representantes de casi un centenar de medios, entre ellos EL PA?S), que se celebr¨® la semana pasada en Londres, se consta...
La irrupci¨®n de modelos de inteligencia artificial (IA), en particular ChatGPT desde noviembre, ha provocado una ola de preocupaci¨®n ¡ªquiz¨¢s precipitada¡ª, que tiene eco en los medios de comunicaci¨®n. En la reuni¨®n anual de ONO (la organizaci¨®n internacional de defensores del lector, con representantes de casi un centenar de medios, entre ellos EL PA?S), que se celebr¨® la semana pasada en Londres, se constataba la inquietud por que la llegada del primer chatbot capaz de crear contenido por s¨ª solo arrolle a las redacciones que no est¨¦n preparadas. Como si se fuera a repetir la crisis de la disrupci¨®n digital, cuando la universalizaci¨®n de internet a finales de los a?os noventa transform¨® radicalmente el sector y provoc¨® el cierre de miles de peri¨®dicos en todo el mundo.
¡°A medida que entremos en el mundo de la inteligencia artificial ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil saber qu¨¦ es verdad y qu¨¦ es mentira¡±, afirmaba en este foro la columnista estadounidense Margaret Sullivan, ex defensora del lector de The New York Times, que anim¨® a los periodistas a formarse en esta tecnolog¨ªa y a fomentar ¡°la transparencia radical¡± de su trabajo en aras de la credibilidad. Ella puso en palabras lo que todos piensan: si las habilidades de ChatGPT sirven para multiplicar exponencialmente el contenido falso que ya corre por las redes sociales, todo el ecosistema de la informaci¨®n quedar¨¢ contaminado, de forma que un lector sea incapaz de discernir la realidad por s¨ª solo.
¡°Hemos entrado en una era nueva¡±, afirmaba en el mismo c¨®nclave Andrew Cochran, fundador de journalismAI.com y antiguo jefe de estrategia de contenidos de CBC, la cadena p¨²blica de Canad¨¢. ¡°Hay un antes y despu¨¦s de GPT4 [la ¨²ltima versi¨®n del chat]¡±. Y eso a apenas unos meses tras su lanzamiento el 14 de marzo.
Medios como la agencia Reuters o Financial Times han empezado a anticipar da?os con indicaciones a sus empleados de c¨®mo deben utilizar estas herramientas, en las que recomiendan que los reporteros supervisen cualquier historia generada por inteligencia artificial.
La Redacci¨®n de EL PA?S tambi¨¦n ha iniciado este camino necesario. La directora, Pepa Bueno, ha encargado a la secci¨®n de Tecnolog¨ªa un trabajo de campo previo a cualquier decisi¨®n y el Comit¨¦ de Redacci¨®n, que representa a los periodistas, ha solicitado a la direcci¨®n formaci¨®n espec¨ªfica para los redactores y una reflexi¨®n interna.
Mientras, EL PA?S ya trabaja con unos principios profesionales aplicables a algunas situaciones, que es bueno recordar para que los lectores sepan el criterio:
Imagen
Es en la fotograf¨ªa y el v¨ªdeo donde se ha avanzado m¨¢s y ya existen muchas herramientas de tratamiento de la imagen que hacen los cambios imperceptibles, aunque los grandes hitos han sido Midjourney y la versi¨®n de Photoshop con IA de Adobe, de finales de mayo.
Sin embargo, el Libro de Estilo proh¨ªbe la manipulaci¨®n de im¨¢genes ¡°que no sea estrictamente t¨¦cnica (edici¨®n period¨ªstica, eliminaci¨®n de deterioros o correcci¨®n de defectos t¨¦cnicos)¡±. Moeh Atitar, redactor jefe de Fotograf¨ªa, explica que la IA ya ha endurecido el protocolo para aceptar trabajos externos, porque si no han pasado por un filtro anterior ¨Dpor ejemplo, como el material de agencias¨D es necesaria la supervisi¨®n t¨¦cnica. ¡°Para eso pedimos el archivo RAW [el original en bruto], que es m¨¢s dif¨ªcil de manipular¡±, precisa. Pero, la realidad, a?ade, es que la tentaci¨®n de usar estas herramientas es muy fuerte: ¡°Solo nos salva nuestro compromiso ¨¦tico personal¡±.
Texto
Algunos redactores, como Jordi P¨¦rez Colom¨¦ o Natalia Marcos, han hecho pruebas con el ChatGPT para explicar a los lectores c¨®mo funciona y en ambos casos especificaron que estaban experimentando con IA. La redacci¨®n lleva a?os usando herramientas de IA, sin que el lector sea consciente, ni sea necesario aclararlo: el corrector ortogr¨¢fico, el generador de etiquetas de b¨²squeda en las informaciones de la web o la plataforma que automatiza la publicaci¨®n en redes sociales, por mencionar algunas de uso diario. La gran diferencia es que ChatGPT es en s¨ª mismo un autor que crea textos propios.
?Es razonable usarlo? ¡°Ahora mismo, no¡±, afirma Patricia Fern¨¢ndez de Lis, redactora jefa de Ciencia y Tecnolog¨ªa. ¡°Porque como generador de contenido original tiene muchos fallos¡±. Aunque, recalca, evoluciona con mucha rapidez. La cuesti¨®n es que, adem¨¢s, esos errores no se perciben, porque la informaci¨®n que se inventa el chat es plausible. Y ah¨ª est¨¢ justamente el peligro.
Sin embargo, ChatGPT tiene otros usos de asistencia que funcionan correctamente. Por ejemplo, es capaz de convertir un texto largo en otro m¨¢s corto o proponer un titular. En ambos casos, se basa en originales ya creados por periodistas. Lo l¨®gico es aplicar la m¨¢xima de Spiderman: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Por tanto, el redactor que disfrute de las ventajas del chatbot tambi¨¦n deber¨¢ asumir los fallos.
Transparencia
Uno de los principios ¨¦ticos que recoge el Libro de Estilo es el de explicar de d¨®nde procede la informaci¨®n y atribuir correctamente las fuentes que la proporcionan. Siempre que se utilice IA para elaborar un texto lo correcto es identificarlo.
Derechos de autor
Existen muchas dudas jur¨ªdicas sobre la propiedad intelectual de las creaciones de IA. En Espa?a, y en la Uni¨®n Europea, los derechos de autor solo son reconocidos a las personas f¨ªsicas y su protecci¨®n no est¨¢ garantizada para las obras de una IA. ?Merece la pena el coste de crear una ilustraci¨®n si cualquiera puede luego usarla? ?Son las respuestas de ChatGPT de quien se las pide o de la fuente de donde este sac¨® la informaci¨®n?
Con las dudas razonables que se plantean en el uso period¨ªstico del ChatGPT, la prudencia es fundamental, sin ser timoratos con la tecnolog¨ªa y la innovaci¨®n. Esta es la hora de hacerse las preguntas, pero posiblemente no tengamos a¨²n todas las respuestas. Por eso, es mejor tomarse el tiempo necesario para delimitar los usos de la IA, adaptarlos a las necesidades de la Redacci¨®n y tratar de no contribuir al ruido informativo. La ¨²nica forma de aprovechar esta nueva ola digital es que nada salpique a la credibilidad del peri¨®dico.
Para contactar con la defensora puede escribir un correo electr¨®nico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duraci¨®n al n¨²mero +34 649 362 138 (este tel¨¦fono no atiende llamadas).