El Madrid canta el alir¨®n a lo grande
Los blancos dejan sentenciado el t¨ªtulo a dos jornadas del final con una goleada inapelable ante el Alav¨¦s
Son alguien en el f¨²tbol por acciones como las que determinaron los dos primeros goles, acciones de belleza letal, sorprendentes por su rapidez y precisi¨®n. As¨ª son estos tres futbolistas, decisivos durante toda la temporada y actores principales de un equipo que fue fiel a s¨ª mismo hasta el final. El Alav¨¦s le discuti¨® el partido en el primer tiempo y expuso sus debilidades, insuficientes en todo caso para discutirle la victoria. En el ¨¢rea no hubo color. En el ¨¢rea, el Madrid destroza a cualquiera.
El festivo ambiente del Bernab¨¦u denotaba la satisfacci¨®n por un t¨ªtulo que tiene un significado especial para los aficionados, molestos durante los ¨²ltimos a?os con el desafecto del equipo por la Liga. El entusiasmo se desat¨® definitivamente con el gol de Ra¨²l, en un momento de incertidumbre porque el Alav¨¦s dominaba aspectos clave del encuentro. Su autoridad en el centro del campo era tan grande que el gol no se descartaba. La defensa madridista sufr¨ªa para interpretar los movimientos de Javi Moreno y la astucia de Jordi Cruyff, que oper¨® en una zona de nadie, con espacios para conectar con los mediocampistas y para llegar con soltura al ¨¢rea. Ese tipo de problema es viejo en el Madrid, equipo largo, bastante permisivo con el juego de los rivales.
No admite discusi¨®n porque el Madrid ha dominado el torneo con mano firme, sin otros problemas que los derivados de sus obligaciones en la Copa de Europa. Frente al Alav¨¦s aprovech¨® cinco minutos fulgurantes para ganar el encuentro, con Figo, Ra¨²l y Guti como protagonistas. Y no pod¨ªa ser de otra manera. Son alguien en el f¨²tbol por acciones como las que determinaron los dos primeros goles, acciones de belleza letal, sorprendentes por su rapidez y precisi¨®n. As¨ª son estos tres futbolistas, decisivos durante toda la temporada y actores principales de un equipo que fue fiel a s¨ª mismo hasta el final. El Alav¨¦s le discuti¨® el partido en el primer tiempo y expuso sus debilidades, insuficientes en todo caso para discutirle la victoria. En el ¨¢rea no hubo color. En el ¨¢rea, el Madrid destroza a cualquiera.
El festivo ambiente del Santiago Bernab¨¦u denotaba la satisfacci¨®n por un t¨ªtulo que tiene un significado especial para los aficionados, molestos durante los ¨²ltimos a?os con el desafecto del equipo por la Liga. El bullicio se desat¨® definitivamente con el gol de Ra¨²l, en un momento de incertidumbre porque el Alav¨¦s dominaba aspectos clave del encuentro.
La autoridad del Alav¨¦s en el centro del campo era tan grande que el gol no se descartaba. La defensa madridista sufr¨ªa para interpretar los movimientos de Javi Moreno y la astucia de Jordi Cruyff, que oper¨® en una zona de nadie, con espacios para conectar con los mediocampistas y para llegar con soltura al ¨¢rea. Ese tipo de problema es viejo en el Madrid, equipo largo, bastante permisivo con el juego de los rivales.
El partido pintaba medio raro para el campe¨®n, pero Ra¨²l acab¨® con las dudas en una jugada que comenz¨® con una arrancada de Figo desde la media. El portugu¨¦s ya hab¨ªa anunciado sus intenciones en una jugada anterior, maravillosa por r¨¢pida y profunda. Figo desbord¨® a Ibon Bego?a, tumb¨® a T¨¦llez y envi¨® un delicado remate al palo. Esta vez se escap¨® de la vigilancia defensiva y conect¨® con Guti, que vio el desmarque de Ra¨²l, cuya vaselina sobre Herrera fue un prodigio de sutileza, tanto que la pelota traspas¨® la l¨ªnea a duras penas, como aquellos goles desde?osos de Romario.
Un minuto despu¨¦s, Ra¨²l tom¨® la pelota en la banda izquierda, demasiado libre como para que no ocurriera algo. Por el otro frente, Guti andaba suelto, dispuesto a cazar el remate, que lleg¨® con un cabezazo violento. Si alguna novedad ha desvelado esta Liga es la facilidad cabeceadora de Guti, cuya primera parte fue ejemplar. Protagoniz¨® varias jugadas de clase y puso a prueba la cintura de los centrales del Alav¨¦s, bastante despistados durante todo el partido.
Los dos tantos fueron protestados por los jugadores del Alav¨¦s. Consideraban que llegaron en fuera de juego. No lo pareci¨®, pero ese minuto tuvo un efecto desolador en el equipo que entrena Man¨¦. Se salieron del partido y no volvieron nunca m¨¢s.
Se abri¨® el camino a la goleada del Real Madrid, que no desaprovech¨® la oportunidad de ganar la Liga a lo grande, con goles y fiesta en la grada, donde se abr¨ªan ovaciones para todo el mundo.
En el arre¨®n, llegaron los goles de Hierro, Helguera y Ra¨²l. Ninguno lo celebr¨® m¨¢s que Hierro, por capit¨¢n y por el efecto que siempre le han producido los goles. Este defensa con alma de delantero representaba la conexi¨®n con el pasado, el ¨²ltimo de aquel equipo que gan¨® cinco campeonatos de manera consecutiva. En aquellos tiempos, el campeonato parec¨ªa un tr¨¢mite que no movilizaba a nadie del madridismo. Ahora, los tiempos han cambiado. La Liga ha alcanzado tanto prestigio que el t¨ªtulo es un regalo de los dioses. El regalo que ofreci¨® el Madrid a una afici¨®n entusiasmada.
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