El cirujano belga Jacques Rogge sustituye a Samaranch al frente del COI
El nuevo presidente del organismo deportivo, de 59 a?os, part¨ªa como favorito y fue elegido en segunda votaci¨®n
En la primera vuelta, sobre 107 sufragios emitidos (con la mayor¨ªa absoluta, por tanto, en 54) , Jacques Rogge obtuvo 46 votos, Un Yong Kim 21, Dick Pound 20, Pal Schmitt 11, y Anita DeFrantz 9.
Buen amigo de Espa?a
Rogge, que part¨ªa como favorito, desde hace 10 a?os, ha hecho de la lucha contra el dopaje el motor de su trabajo en el Comit¨¦. Muy vinculado a Espa?a, domina perfectamente el castellano y veranea habitualmente en nuestro pa¨ªs. Ser¨¢ el segundo belga en ocupar la presidencia del organismo despu¨¦s de que entre 1925 y 1942 lo fuera Henri de Baillet-Latour.
De hecho, Juan Antonio G¨®mez-Angulo, secretario de Estado para el Deporte, dijo en la capital rusa que Rogge "es un buen amigo de Espa?a".
"Es el momento m¨¢s importante de mi vida y un momento de gran responsabilidad"
Cambios necesarios
"Es el momento m¨¢s importante de mi vida y un momento de gran responsabilidad", dijo Rogge en su primera declaraci¨®n. Despu¨¦s, realiz¨® el primer anuncio de su mandato, asegurando que pondr¨¢ en marcha "las necesarias innovaciones" en la m¨¢xima organizaci¨®n deportiva mundial para que evolucione con los cambios de la sociedad.
"El olimpismo est¨¢ muy ligado a la sociedad, por lo que necesita adecuarse a sus cambios", dijo Rogge en su primera conferencia de prensa tras su elecci¨®n.
Por su parte, Samaranch dijo que la ¨²nica cosa que lamenta de sus 21 a?os de gesti¨®n es "no haber hecho diez a?os antes" la reforma del COI, a la que se vio obligado a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de corrupci¨®n ligado a la organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Salt Lake City (2004).
Samaranch precis¨® que las crisis tienen tambi¨¦n su lado positivo, ya que permiten cambiar "m¨¢s radicalmente" las cosas.
El marqu¨¦s de Samaranch, que ma?ana cumple 81 a?os, ha sido el presidente que m¨¢s tiempo ha permanecido en el cargo despu¨¦s del bar¨®n Pierre de Coubertin. Se marcha dejando un COI saneado, con la financiaci¨®n asegurada al menos hasta el 2012 y con tres deseos cumplidos estos d¨ªas: la hist¨®rica designaci¨®n de Pek¨ªn como sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008, la elecci¨®n de Rogge, "su" candidato y la de su hijo, Juan Antonio Samaranch Salisachs, como miembro del COI.
El ya ex presidente del COI tuvo que contener las l¨¢grimas de emoci¨®n cuando Rogge le ha impuesto el Collar de la Medalla de Oro Ol¨ªmpica, el m¨¢ximo galard¨®n del organismo.
Antes de la votaci¨®n de ayer el presidente de la comisi¨®n de ¨¦tica, K¨¦ba Mbaye declar¨® que las directivas remitidas a los candidatos durante la campa?a han sido respetadas y que ¨¦sta se ha desarrollado en un ambiente de "cordialidad, juego limpio e incluso fraternidad".
"La credibilidad se gana cada d¨ªa y se pierde en un minuto"
Jacques Rogge, el delf¨ªn de Samaranch, se perfila como el gran favorito. Con ¨¦l, curiosamente, no se perder¨ªa del todo la estela espa?ola. Rogge veranea desde hace casi 50 a?os en Cadaqu¨¦s (Girona).
Pregunta. ?Es el candidato de Samaranch?
Respuesta. Samaranch no tiene candidato. Los que le conocen saben que es un diplom¨¢tico, una persona que ejerci¨® la neutralidad como uno de sus poderes.
P. Pero s¨ª es en quien m¨¢s ha confiado ¨²ltimamente.
R. Los otros ya ten¨ªan responsabilidades y no pod¨ªan acumular m¨¢s. Llegu¨¦ en un momento en que necesitaba a alguien que pod¨ªa trabajar y confi¨® en m¨ª.
P. Ha sido m¨¢s m¨¦dico de cabecera que cirujano.
R. Un cirujano tambi¨¦n es un m¨¦dico, pero lo mejor es prevenir los problemas, no curarlos. ?se tambi¨¦n ha sido el secreto de Samaranch. Pero, si se necesita cortar, yo puedo cortar sin problema. He cortado muchas veces en mi vida. Pero si has preparado bien las cosas es cuando menos tienes que cortar. Y mi segunda filosof¨ªa es la uni¨®n y con ella buscar las soluciones aceptables para todos sin perder la direcci¨®n general del movimiento y sin compromisos.
P. ?Ser¨ªa continuista?
R. S¨ª. Hay que continuar la obra de Samaranch, una herencia que debemos defender, mejorar, si es posible, y tambi¨¦n innovar en muchos aspectos para adaptarla a la evoluci¨®n de la sociedad.
P. ?En qu¨¦ har¨ªa hincapi¨¦?
R. El COI es una organizaci¨®n que funciona muy bien. Sabemos c¨®mo organizar los Juegos, detectar los atletas y obtener dinero para invertir. Todo eso, claro, tendremos que defenderlo, pero me parece que lo m¨¢s importante ser¨¢ trabajar y luchar para mejorar la credibilidad del deporte. El problema del futuro son los valores, que corren mucho peligro con el dopaje, la violencia, la corrupci¨®n... Hay tambi¨¦n algunos brotes de racismo que aumentan en Europa. Contra eso tenemos que luchar, y es fundamental porque, si el deporte pierde su credibilidad, no es que se vaya a morir, pero s¨ª va a perder su atracci¨®n. Ser¨¢ fuerte si la gente cree en ¨¦l. Si hay demasiado dopaje, violencia y corrupci¨®n, si se da demasiada importancia al dinero, si se pierde el esp¨ªritu, entonces no tendremos en el futuro m¨¢s apoyo de la sociedad.
P. ?Y no es dif¨ªcil conseguir el equilibrio entre esos valores, ese esp¨ªritu y el gran espect¨¢culo con millones de d¨®lares en juego?
R. No, no es dif¨ªcil. No hay dualidad. Necesitamos dinero para el deporte, para mejorarlo e invertir en ¨¦l. Hay demasiada gente que dice que por culpa de los derechos de televisi¨®n, del marketing, el deporte est¨¢ enfermo. No. Los millones de d¨®lares permiten su universalidad y la democratizaci¨®n. Nos permiten organizar los Juegos, apoyar a los pa¨ªses en desarrollo y reducir en lo posible las diferencias entre los del Norte y los del Sur. Antes s¨®lo pod¨ªan participar ricos, naciones y atletas, porque exist¨ªa la hipocres¨ªa del amateurismo. Hace 30 a?os, en los Juegos de M¨²nich 72, solamente estaban el 70%. Ahora vienen todos con muy poco, porque les pagamos todo. Hay mucha m¨¢s universalidad y democratizaci¨®n en el deporte. Pero el dinero, siendo importante, no puede dar las ¨®rdenes, ¨¦sas las damos nosotros. No puede influir en las decisiones deportivas.
P. ?Cree que est¨¢ solucionado el problema de la corrupci¨®n?
R. La corrupci¨®n es una enfermedad de la naturaleza humana, pero hemos hecho un buen trabajo en el COI contra ella, aunque se debe hacer siempre m¨¢s. La credibilidad de una persona o de una generaci¨®n se gana cada d¨ªa, pero se puede perder en un minuto. Y nosotros debemos trabajar cada d¨ªa m¨¢s para protegerla.
P.?Cu¨¢ndo decidi¨® aspirar?
R. Despu¨¦s de los Juegos de Sydney. Ten¨ªa la responsabilidad de la coordinaci¨®n, fue un ¨¦xito y muchos miembros me apoyaron. 'T¨² tienes que presentarte', me dijeron. Y, bueno, yo tengo un sue?o para el deporte, una visi¨®n y, si lo tienes, el mejor sitio para realizarlo es en el cargo de presidente, claro.
P. ?El hecho de que haya mayor¨ªa de miembros europeos en el COI le puede facilitar la victoria?
R. Nunca es f¨¢cil. No lo ser¨¢; al contrario. No ser¨¢ una elecci¨®n con grandes diferencias, una competici¨®n hasta el ¨²ltimo momento, porque los cinco o, al menos, los otros cuatro aspirantes tienen capacidad para ser buenos presidentes y les tengo mucho respeto a todos.
P. Cada uno parece ofrecer unas capacidades espec¨ªficas...
R. Los cinco tienen experiencia, y claro que se necesita, pero lo importante es que el poder s¨®lo existe en los ojos de la gente que te mira. El poder que t¨² tienes es el que te dan los otros. No hay poder institucional que se pueda imponer. Todos los pogramas son muy cercanos. Los cinco hemos trabajado con Samaranch y omos responsables tambi¨¦n de lo que es hoy el COI, de las cosas buenas y de las malas. Claro que tendremos cambios en el futuro, pero me parece que lo que va a marcar la diferencia en la votaci¨®n va a ser la confianza de los miembros en la capacidad de una persona en dar las directrices y en trabajar con ellos.
P. ?Por qu¨¦ Cadaqu¨¦s?
R. Porque mi padre ten¨ªa all¨ª una casa, que es m¨ªa hoy, a la que fui por primera vez en 1952, y desde entonces he pasado siempre en ella mis vacaciones. Cadaqu¨¦s es parte de mi coraz¨®n.
P. ?Y el rugby?
R. Es mi pasi¨®n, mi afici¨®n, mucho m¨¢s que la vela. Para m¨ª es el deporte n¨²mero uno.
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