Del paseo al agobio azulgrana
El Bar?a se clasifica con un gol en la prolongaci¨®n de Gerard despu¨¦s de un partido muy cambiante
Quiz¨¢ fue la flor de Charly, plantada ya en la ¨¦poca del dream team. Pero el Bar?a, que logr¨® anoche su pase a la segunda fase de la Liga de Campeones, tuvo en Ly¨®n toda la suerte del mundo. Casi es imposible que quepa tanta en un mismo partido.
El Olympique, que se jugaba seguir so?ando con Europa, someti¨® a los azulgrana a un gigantesco martirio durante 45 minutos. El Bar?a se adelant¨® en el arranque con dos goles de contraataque gestados por Luis Enrique y culminados por Rivaldo y Kluivert y escribi¨® despu¨¦s, encerrado en el ¨¢rea, jugando m¨¢s al front¨®n que al f¨²tbol, un tratado del disparate. La justicia dio la raz¨®n al Olympique y Luyindula meti¨® el primero y Carri¨¨re, en el pen¨²ltimo minuto, el segundo. El Bar?a acab¨® tan mal que hasta el portero Coupet se fue hasta al ¨¢rea para certificar en el descuento una remontada hist¨®rica para el f¨²tbol franc¨¦s. Pero calcul¨® mal y Gerard, a pase de Geovanni, rob¨® un bal¨®n y marc¨® a porter¨ªa vac¨ªa.
El Bar?a roz¨® la cat¨¢strofe con su juego miserable y acab¨® tan mal como hace una semana ante el Bayer Leverkusen cuando su portero Butt se fue a rematar a porter¨ªa. Fue un final tan ag¨®nico como taquic¨¢rdico que dice muy poco del equipo y sobretodo de algo m¨¢s: que si a algo no sabe jugar es a defender y al contraataque. Pero Charly, que firmaba la v¨ªspera el empate que conced¨ªa la clasificaci¨®n, se olvid¨® de sus principios ofensivos y plante¨® un partido maquiav¨¦lico: todo estaba justificado para alcanzar un pasaporte europeo que tanto se le resiste al club en los ¨²ltimos a?os. Ya se intu¨ªa que Saviola no jugar¨ªa pero la sorpresa fue que tampoco lo hiciera Geovanni. La f¨®rmula no le sali¨® al principio mal porque en veinte minutos ya hab¨ªa dos goles en su zurr¨®n, que garantizaban la paz social de todo el a?o. El Bar?a hab¨ªa sufrido tinta en el Camp Nou para frenar a los velocistas Luyindula y Govou y se tem¨ªa lo peor con los dos carrileros como Juninho y Carri¨¨re, ausentes en Barcelona. El mejor ant¨ªdoto fue jugar descaradamente al contragolpe. El plan sali¨® al principio ni que pintado: el Ly¨®n, necesitado de la victoria, amenaz¨® en el primer minuto ya con una media ocasi¨®n creada por Juninho. El Bar?a, arropado con dos l¨ªneas de cuatro hombres, y con Luis Enrique y Rivaldo como puntas, se qued¨® agazapado atr¨¢s esperando su oportunidad para robar la cartera.
Y no tard¨® en llegar: Cocu rob¨® un bal¨®n en la medular y meti¨® un pase en vertical para Luis Enrique que se plant¨® s¨®lo ante Coupet: el cuero se le qued¨® atr¨¢s pero por ah¨ª lleg¨® Kluivert, que marc¨® a placer. El Bar?a hab¨ªa sacado petr¨®leo en su ¨²nica aproximaci¨®n a porter¨ªa. El gol fue un regalo del cielo para los azulgrana mientras el Ly¨®n no se alter¨® y sigui¨® cercando a Bonano con poco acierto. Luyindula acarici¨® despu¨¦s el empate con un chut potent¨ªsimo que despej¨® el argentino con los pu?os. El bal¨®n qued¨® suelto y Govou s¨®lo lo envi¨® a los pies de un jugador del Bar?a. Esa, posiblemente, fue la mejor ocasi¨®n del Ly¨®n en el arranque adem¨¢s de un espl¨¦ndido cabezazo que meti¨® Kluivert a centro de Juninho al despejar un bal¨®n. El equipo franc¨¦s maldec¨ªa a¨²n su mala suerte cuando el Bar?a calc¨® el primer gol. Xavi asisti¨® a Luis Enrique que dej¨® sentado a Chanelet. El asturiano se aprovech¨® de fallo clamoroso y encar¨® como una bala la porter¨ªa y sirvi¨® en bandeja el segundo a Rivaldo. El Olympique qued¨® entonces tocado.
El partido parec¨ªa destinado a languidecer o entretener -Rivaldo empez¨® la segunda parte con una extraordinaria jugada- pero el Bar?a sufri¨® entonces la c¨ªclica p¨¢jara, no se sabe si por cansancio f¨ªsico, que sufre en las segundas partes. No era algo nuevo: ya le sucedi¨® en Leverkusen y en A Coru?a, donde empez¨® ganando y acab¨® perdiendo. El Olympique, viendo la flojera azulgrana, les someti¨® a un descomunal acoso y derribo, resumido en 20 c¨®rners a 0. El ¨¢rea pareci¨® un queso gruyere y Bonano empez¨® a sacar las manos por d¨®nde pudo. Primero despej¨® un cabezazo y un chut de Luyindula; despu¨¦s De Boer sac¨® un bal¨®n de los pies de Govou y luego lo intent¨® Juninho. El Bar?a dej¨® de existir aunque tambi¨¦n pudo inclinar definitivamente la balanzas Pero entonces el petr¨®leo se acab¨® y la justicia se ali¨® con el Olympique: Luyindula, al final, marc¨® su gol. Quedaba aun media hora de angustia y Rexach movi¨® el banquillo no para reforzar el ataque sino para taponar mejor su defensa: quit¨® a Coco, que estaba sufriendo con Juninho, y puso a Reiziger. Luego sustituy¨® a Luis Enrique por Gerard.
La angustia fue infinita porque a Bonano le llegaron los balones por alto, por medio y por bajo. Govou, en un recorte espectacular sobre Reiziger, tuvo el gol pero se top¨® con el pie del argentino y Cristanval salv¨® despu¨¦s sobre la linea de gol. Y luego Laigle meti¨® un chut envenenado. Pero Bonano estaba insuperable hasta que en el ¨²ltimo suspiro se le escap¨® el bal¨®n y Carri¨¨re empat¨®. El Olympique, llevado en volandas, acab¨® embotellando a un Bar?a cat¨¢str¨®fico que se aprovech¨® al final de la miseria de una porter¨ªa vac¨ªa para que Gerard metiera el tercero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.