El Atl¨¦tico paga caro un exceso de confianza

C¨®modamente instalado en su cuarto puesto liguero y en la confianza que le da esta buena marcha, el Atl¨¦tico ha sufrido un calvario en Sevilla, donde ha encajado una derrota contundente (4-0) que le apea, salvo milagro, de la Copa. A ello ha contribuido una alineaci¨®n de circunstancias, garante a priori y en exclusiva de fortaleza defensiva, con el objetivo de mantener la puerta intacta y esperar a ver qu¨¦ pasa en el Calder¨®n. Tambi¨¦n ha contribuido el show del Mono Burgos, cada vez m¨¢s cantante y menos portero. En estas condiciones, el Sevilla, que de veras quiere la Copa, ha hecho sangre del Atl¨¦tico y ha dejado la eliminatoria sentenciada.

El buen transcurrir liguero se ha vuelto en contra de Manzano, que ha optado por un equipo in¨¦dito para pasar el tr¨¢mite del S¨¢nchez Pizju¨¢n. Ausentes Torres e Ibagaza, a los que se pretend¨ªa dar descanso, el t¨¦cnico ni siquiera ha tirado de Jorge, el suplente de mayor garant¨ªa para el argentino. En su lugar ha aparecido un chaval, Gabi, que se estrenaba hoy en el primer equipo. Por detr¨¢s, lo habitual, con Simeone y De los Santos en la medular y la defensa esperada, salvo en el caso de Santi, que sustitu¨ªa a Garc¨ªa Calvo. Toda una declaraci¨®n de intenciones: no encajar goles y dejar para el Calder¨®n la resoluci¨®n de la eliminatoria. Eso en la teor¨ªa, porque en la pr¨¢ctica ha quedado como un peligroso exceso de confianza. El Sevilla, en cambio, que se lanza a por esta Copa, ha sacado su artiller¨ªa habitual, con Reyes, Baptista y Dar¨ªo Silva por delante de una tropa de defensas conocida por su aguerrida efectividad.

No contaba el Atl¨¦tico, sin embargo, con que se ver¨ªa por detr¨¢s en el marcador a los pocos minutos, gracias a un despiste defensivo coronado por Burgos muy a su estilo. Es cierto que Dar¨ªo ha recibido rondando el fuera de juego, pero el Mono ha hecho como si no fuera con ¨¦l, esperando el pitido del ¨¢rbitro, que no ha sonado. El Sevilla ha visto entonces la debilidad de los rojiblancos y se ha tirado a por la yugular. Reyes primero, en un contragolpe y Alfaro, tras un c¨®rner, han dejado perplejos a los jugadores del Atl¨¦tico, que miraban al banquillo en busca de un plan B, visto que el A hac¨ªa agua por todas partes, empezando por el portero, el Mono, que ha quedado retratado como nunca antes.

El plan B pasaba, evidentemente, por sacar a los mejores jugadores, por lo que Torres e Ibagaza se han tenido que vestir para la segunda mitad, en la que el Atl¨¦tico ha mejorado la cara, aunque de forma infructuosa. El dominio ha cambiado de bando, obligados los rojiblancos a cercar la porter¨ªa rival. Torres e Ibagaza han forzado al Sevilla a atrincherarse, pero el roto ya estaba hecho. Entre ambos, han forzado alguna ocasi¨®n, pero el Sevilla, que tambi¨¦n se siente muy c¨®modo al contragolpe, ha podido convertir el resultado en verdadero escarnio. No obstante, el cuarto ha ca¨ªdo en una falta de Baptista que, c¨®mo no, el Mono s¨®lo ha visto entrar, sin intenci¨®n de pararla.

El Atl¨¦tico ha tirado la Copa por un exceso de confianza ante un equipo no s¨®lo rocoso, sino tambi¨¦n letal si sus delanteros la encuentran, como ha ocurrido hoy. Una alineaci¨®n como la de hoy, m¨¢s all¨¢ de que pueda funcionar, env¨ªa un mensaje, de desprecio a la competici¨®n o de creerse superior, en todo caso peligroso, que s¨®lo el Sevilla ha sabido leer.