El Sevilla gana tambi¨¦n en el Calder¨®n

Como cantaba el resultado de la ida, el Atl¨¦tico ha quedado fuera de la Copa. Los cuatro goles encajados en Sevilla se antojaban una monta?a para los rojiblancos, pese a que esta semana los de Manzano se han esforzado por creer que era posible coronarla. Con una actitud furiosa y desbocada, pero sin f¨²tbol, el Atl¨¦tico s¨®lo ha podido morder una vez al Sevilla, que est¨¢ hecho de pan duro. Adem¨¢s tiene p¨®lvora arriba el club de Nervi¨®n, que ha logrado incluso llevarse el partido.

El gol de Torres al cuarto de hora ha sido el escaso premio que el Atl¨¦tico ha obtenido de un arranque brioso, pero alocado. Ha silbado el ¨¢rbitro y los jugadores atl¨¦ticos han convertido al ¨¢rbitro en corneta y al pitido en un toque a rebato. Tan alocadamente se han lanzado Torres y compa?¨ªa que a los dos minutos Gaspar ha tenido que derribar a Baptista al borde del ¨¢rea, cuando se machaba. La primera andanada se ha quedado en una ocasi¨®n, desperdiciada, para el Sevilla.

Un poco m¨¢s centrados a partir de aqu¨ª, dejando los mandos a Ibagaza, tambi¨¦n al m¨¢ximo de revoluciones, el Atleti ha logrado hilvanar alguna combinaci¨®n y, pronto, el gol del Ni?o. Los jugadores se lo han cre¨ªdo, corriendo como posesos a sacar el bal¨®n de la porter¨ªa; se lo ha cre¨ªdo el p¨²blico tambi¨¦n, que ha poblado escasamente el campamento. As¨ª, el poco de calma que ha llevado al gol se ha desvanecido. Y con ella, las posibilidades de forzar de nuevo la meta de Esteban con otro argumento que no fuera el de las bravas. Jugadas a bal¨®n parado, alg¨²n que otro ?Huy!, pero todo por empuje, fruto del empecinamiento de la delantera, compuesta esta vez por Torres, Nikolaidis y Toch¨¦, un chaval de la cantera que no lo ha hecho mal. Pero a agresividad no hay quien gane a los defensores sevillistas, as¨ª que el asalto se ha quedado en mero asedio.

No ha sabido Manzano inyectar algo de sosiego en el descanso, as¨ª que la segunda parte ha mantenido el mismo tono aguerrido. Era necesario, quiz¨¢, tamizar el br¨ªo con algo de clase, pero el Atl¨¦tico no anda sobrado de f¨²tbol. Ibagaza no ha vuelto a encontrar el tim¨®n en la contienda y en el segundo asalto las llegadas se han ido espaciando, al tiempo que se evaporaba el entusiasmo. Del Sevilla poco hay que decir, porque se ha limitado a defender, con orden, la renta lograda en casa. Cuando el Atl¨¦tico ha dicho basta, cuando ha asimilado lo que sucedi¨® en la ida, el Sevilla ha tirado de manual y ha matado al Atl¨¦tico al contragolpe, con goles de Dar¨ªo Silva y Baptista, que para eso estaban. As¨ª, como se preve¨ªa, el Sevilla avanza y el Atleti, por un exceso de confianza en la ida, se queda sin Copa, un t¨ªtulo que deb¨ªa haber reclamado.