Nedved y Poborsky levantan a la Rep¨²blica Checa

Los sobresaltos contin¨²an en esta Eurocopa y la Rep¨²blica Checa, uno de los favoritos al t¨ªtulo, ha sufrido m¨¢s de lo previsto para superar a una ordenada Letonia, que ya ha vivido su particular minuto de gloria. La actuaci¨®n de los veteranos Nedved y Poborsky ha sido determinante.

La expectaci¨®n que hab¨ªa por ver a la selecci¨®n checa, la m¨¢s imaginativa y brillante de la fase de clasificaci¨®n, qued¨® justificada en cuanto Nedved, Baros, Rosicky y compa?¨ªa entraron en contacto con el bal¨®n. La especulaci¨®n y el miedo que distingue a la mayor¨ªa de las selecciones de esta Eurocopa no tienen cabida en los planteamientos de Karel Br¨¹ckner. El combinado checo es una m¨¢quina perfectamente engrasada que apabull¨® con su juego a los letones en los primeros 45 minutos. Tuvo paciencia, mezcl¨® el juego en corto con los pases en profundidad y se mostr¨® seguro en defensa, pero le fall¨® la precisi¨®n en el remate. Se obsesion¨® tambi¨¦n en entrar por el centro, olvidando m¨¢s de lo aconsejable las bandas, pero ninguno de estos defectos debi¨® condenarles a la derrota en el primer parcial.

Letonia, que afront¨® el partido pensando s¨®lo en defender, solvent¨® como pudo el acoso de los checos y se encontr¨® con un gol en el tiempo a?adido, fruto casi de la casualidad. Un contragolpe nacido de un pelotazo llev¨® el bal¨®n hasta los pies de Prohorenkovs que aguant¨® bien, aprovech¨® el ¨²nico error de la zaga checa y cedi¨® el bal¨®n a Verpakovskis para que ¨¦ste marcara. El futbol no entiende de justicia.

Desconcierto

El gol consigui¨® que los checos perdieran el rumbo y tras el paso por los vestuarios salieron desconcertados, mal situados t¨¢cticamente y con una sola idea en la cabeza: colgar balones desde la banda para que los rematara Koller. Br¨¹ckner advirti¨® que con este err¨®neo planteamiento las ilusiones de los checos de hacer algo importante en esta Eurocopa ten¨ªan fecha de caducidad y dio entrada a dos hombres de ataque, Heinz y Smicer, y pas¨® a defender con tres hombres. Asumi¨® el riesgo de permitir que los letones les mataran al contragolpe y la apuesta dio su fruto. Dicen que el que no arriesga no gana y la Rep¨²blica Checa demostr¨® que es capaz de arriesgar y, lo que es m¨¢s importante, de no perder la paciencia.

Los letones permanecieron demasiado cerrados y agrupados en torno a su portero Kolinko y s¨®lo se descompusieron con las acciones individuales de Poborsky y la generosidad f¨ªsica de Nedved. De una magn¨ªfica jugada del primero naci¨® el gol del empate, que devolvi¨® la l¨®gica al partido. La superioridad checa termin¨® de confirmarse con el tanto de Heinz, un gol que hizo justicia a los m¨¦ritos de los checos.