El Valencia, eliminado (0-2)
Al equipo le queda la oportunidad de revalidar el t¨ªtulo de la Copa de la UEFA
La aventura del Valencia en Liga de Campeones lleg¨® a su fin y lo hizo de una forma indigna para un club que quiere ser grande, con sus impotentes jugadores tratando de hacer pagar con agresiones a los alemanes lo que nunca supieron hacer jugando al f¨²tbol. El Valencia tiene ahora la ocasi¨®n de revalidar el t¨ªtulo de la Copa de la UEFA logrado la pasada temporada.
Claudio Ranieri y sus jugadores se mentalizaron tanto para afrontar el partido contra el Werder con tranquilidad, como si fuera uno de Liga que terminaron por dormirse, cerrados en su campo a la espera de un error de los alemanes. C¨®mo si eso fuera f¨¢cil. La mano de Ranieri se nota en este equipo y los futbolistas parecen tan nerviosos como ¨¦l, quiz¨¢ porque es casi imposible que repita una alineaci¨®n y algunos no tiene muy claro cu¨¢l es su funci¨®n. En el encuentro m¨¢s importante de la temporada hasta ahora, el t¨¦cnico italiano present¨® un centro de la defensa con Caneira y Navarro, adelant¨® a Marchena para acompa?ar a Baraja y dio la responsabilidad ofensiva a Xisco y Mista, escoltados por Aimar. Algunos de esos hombres han pasado m¨¢s tiempo esta campa?a en el banquillo o la grada que en el c¨¦sped y el descontrol se not¨®. Las conversaciones entre los futbolistas fueron constantes, para corregir posiciones y tratar de aclararse un poco. El cambio de impresiones no dio resultado.
Y a todo esto los alemanes a lo suyo. Bien puestos atr¨¢s, organizados en el centro y con Klose y Charisteas bien despiertos para buscar los pases de Micoud, el mejor del Werder, y salir r¨¢pido al contragolpe. As¨ª llegaron las dos ocasiones m¨¢s claras. Una de Klose, que demostr¨® su limitada habilidad con los pies cuando entr¨® en el ¨¢rea y termin¨® cediendo el bal¨®n a Charisteas, que dispar¨® flojo; y otra de Micoud, que oblig¨® a lucirse a Ca?izares, desesperado por la facilidad con que el genial mediapunta franc¨¦s se movi¨® por el c¨¦sped. Del Valencia no hubo demasiadas noticias en ataque.
El Valencia sali¨® con las ideas m¨¢s claras y busc¨® el f¨²tbol que mejor sabe hacer, ese juego directo, de balones largos, sin centro del campo y con poca elaboraci¨®n. Como el empate no le val¨ªa Ranieri no encontr¨® mejor soluci¨®n que quitar al que estaba siendo su mejor futbolista, Pablo Aimar. Algunos entrenadores se sienten incomprendidos, pero no hay duda de que son otra raza. Algunos no parecen humanos. Junto a Aimar desfilaron hacia los vestuarios Xisco y Mista y saltaron Di Vaio, Corradi y Vicente, que no jugaba desde el 29 de septiembre, contra el Werder en Alemania. Con ellos en el campo y mucho bal¨®n largo y m¨¢s de un pelotazo el Valencia hizo m¨¢s da?o al Werder y se acerc¨® con m¨¢s intenci¨®n a la porter¨ªa de Reinke, que no recogi¨® el bal¨®n de su porter¨ªa por los fallos del Valencia, que desperdici¨® dos claros remates de cabeza. Los alemanes, con el l¨²cido Micoud al frente, se dejaron dominar y buscaron con descaro el contragolpe. As¨ª lleg¨® el gol de Valdez, sustituto de Charisteas, que aprovech¨® un gran pase largo de Ismael y el despiste de Navarro para plantarse solo delante de Ca?izares, regatearle y marcar. El Valencia estaba jugando a la ruleta rusa y perdi¨®. Hizo pocas cosas bien para ganar y lo acab¨® pagando. Sus futbolistas completaron la lamentable imagen que han ofrecido durante todo el torneo con la expulsi¨®n de Angulo por una salvaje entrada a la altura de la rodilla a Valdez. Angulo pens¨® que su actuaci¨®n no hab¨ªa sido suficientemente vergonzosa y escupi¨® a Borowski antes de irse al vestuario. Marchena, Navarro, Curro Torres y Vicente soltaron los pu?os sobre los alemanes y merecieron la expulsi¨®n, como la mereci¨® Borowski por hacer un corte de mangas al p¨²blico despu¨¦s de que Valdez marcara el segundo gol.
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