Un segundo tiempo primoroso

En una segunda parte fabulosa, en la que ha monopolizado el bal¨®n, el f¨²tbol y las ocasiones, el Barcelona ha conseguido dar la vuelta a un marcador adverso y afrontar el partido de vuelta con ventaja, corta y peligrosa, eso s¨ª. El Barcelona ha tenido que remontar el gol de Belleti en propia puerta y lo ha hecho con una clase magistral de f¨²tbol ante la que nada ha podido hacer un Chelsea ultradefensivo y que ha renunciado miserablemente a todo trato con el bal¨®n. Maxi L¨®pez y Eto'o han culminado una aut¨¦ntica maravilla futbol¨ªstica de asedio total a un fort¨ªn que pod¨ªa haber acabado en goleada.

Hasta ocho jugadores del Chelsea, dispuestos en dos l¨ªneas inalterables -eso s¨ª lo tiene controlado Mourinho- han soportado un aut¨¦ntico temporal de f¨²tbol orquestado por Ronaldinho, Xavi, Eto'o, Deco y, sobre todo, Iniesta, que se ha traducido en m¨¢s de una veintena de disparos a puerta. Ha sido el peque?o mediapunta el que lo ha revolucionado todo con su salida apenas iniciado el segundo tiempo. Tambi¨¦n es verdad que el castillo de Mourinho se ha venido abajo con la expulsi¨®n de Drogba, que ha dejado al Chelsea sin filo. De hecho, los ingleses no han llegado a tirar a puerta -el gol ha sido de Belleti en propia meta.

Los azulgrana se han asomado a las almenas del Chelsea con paciencia y vertiginosidad. Pases y pases en el balc¨®n del ¨¢rea, frente a ocho defensas y un portero excelente. Unas veces cab¨ªa entrar por la derecha, con Belleti, otras por la izquierda, con Gio, siempre por el centro, con Eto'o, Ronaldinho y Deco haciendo rondos a la defensa inglesa. Tambi¨¦n la entrada de Maxi L¨®pez por Giuly ha supuesto un problema m¨¢s para los ingleses en el centro del ¨¢rea. No han podido con tanto. Se ha cansado el Bar?a de llegar, de disparar sobre Cech, que ha parado cuanto ha podido, y contra Carbalho, que ha terminado con el cuerpo lleno de moratones.

No ha sido tanto as¨ª en la primera mitad. En ella, ha pesado Albertini, que no tiene ni de lejos la verticalidad de Iniesta. Es cierto que el Barcelona ha sido muy superior durante el primer tramo del encuentro. Se ve¨ªa tambi¨¦n acogotado al Chelsea, incapaz de contener la movilidad de Ronaldinho, de Eto'o, de Giuly. Asentado sobre un centro del campo en el que Albertini distribu¨ªa con eficacia y M¨¢rquez apuntaba firme, se ve¨ªa a Xavi por todas partes, ora d¨¢ndosela a Ronaldinho, escorado a la izquierda, ora a Deco, ora a la izquierda, donde Belleti relevaba a Giuly. Antes de que se cumplieran los 10 minutos, el Barcelona hab¨ªa disparado ya tres veces con peligro, entrando por ambas bandas.

Pero el juego era mucho m¨¢s pausado, no hab¨ªa urgencia, y s¨ª m¨¢s pausa. As¨ª no se descoloca f¨¢cilmente el equipo de Mourinho, que igualmente renunciaba a jugar a nada. Sin embargo, ha tenido un momento de inspiraci¨®n que parec¨ªa darle la raz¨®n a su t¨¦cnico. Ha conseguido dormir el dominio del Barcelona y, en su ¨²nica aventura arriba hasta la fecha, Duff ha bajado como el que silba un bal¨®n con nieve lanzado desde su defensa, se ha largado como una flecha hacia la l¨ªnea de fondo y, con el exterior, ha colado un pase de la muerte que Belleti ha metido en su propia porter¨ªa. Ha acusado el golpe el Barcelona y se ha ido al descanso s¨®lo con uno porque Drogba ha fallado a continuaci¨®n solo ante Vald¨¦s.

Mourinho se frotaba las manos -no pierden dos partidos seguidos, dice- pero no se esperaba el chaparr¨®n de la segunda mitad, que se ha quedado, a¨²n as¨ª, corto para una vuelta que se presume apasionante.