El PSV juega y el Mil¨¢n gana
El equipo italiano se impone 2-0 en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones
El f¨²tbol puede llegar a ser muy injusto y cruel. El PSV complet¨® quiz¨¢ su mejor partido en esta Liga de Campeones, domin¨® al Milan, silenci¨® San Siro, pero abandon¨® el campo con la eliminatoria casi perdida. Le falt¨® lo que le sobr¨® a su rival, contundencia en el remate. Shevchenko y Tomasson llevaron al marcador una diferencia que no existi¨® sobre el c¨¦sped.
Guus Hiddink debe recordar c¨®mo gan¨® la Copa de Europa de 1988 con el PSV, un equipo limitado, como el actual, pero que sorprendi¨® a todos los favoritos hasta conseguir levantar la Copa. El orden, la disciplina, el trabajo, algo de talento y la suerte sacaron al PSV del anonimato. Esta vez el conjunto holand¨¦s part¨ªa como el m¨¢s inocente de los cuatro semifinalistas, pero Hiddink logr¨® desactivar el juego del Milan en la primera parte con un planteamiento inteligente.
Junt¨® las l¨ªneas, cerr¨® los espacios a Kak¨¢, presion¨® la salida del bal¨®n de Pirlo y trabaj¨® para tapar las bandas a Caf¨² y Kaladze. Y cuando todo eso fall¨® apareci¨® Gomes, un portero que en ocasiones parece que tiene cuatro brazos y en otra parece que juega sin manos. Pero lo que no pudo controlar Hiddink fue el talento de Shevchenko, el futbolista que marca diferencias en el Milan y en esta Liga de Campeones. Kak¨¢ aprovech¨® un despiste de la defensa holandesa para conectar con el ucraniano y ¨¦ste no fall¨® en el mano a mano con Gomes. La primera parte agonizaba y empezaba un nuevo partido.
Hiddink volvi¨® a sorprender a Ancelotti con un cambio en el descanso que dio la vuelta al partido. Dej¨® en el banquillo al central Bouma y puso en su lugar al centrocampista Lucius. Cocu se retras¨® hasta la zaga cuando su equipo defend¨ªa y fue un centrocampista m¨¢s cuando atacaba, ofreciendo una salida m¨¢s limpia del bal¨®n. La superioridad en el centro del campo convirti¨® al PSV en el due?o del encuentro. Fue el due?o absoluto del bal¨®n, olvid¨® la timidez de la primera parte, llev¨® la iniciativa, oblig¨® al Milan a defender demasiado cerca de Dida, con los riesgos que eso supone, y elabor¨® jugadas de mucho m¨¦rito.
Fue extra?o ver a todo los futbolistas del Milan, salvo Shevchenko, defendiendo casi en el ¨¢rea durante muchos minutos las embestidas de los holandeses, que no se marcharon con un resultado positivo de San Siro por su candidez ofensiva. Beasly, Park, Farf¨¢n o Van Bommel no terminaron de enterarse de la ubicaci¨®n exacta de la porter¨ªa italiana. Y eso salv¨® al conjunto de Ancelotti, al que le faltaron recursos t¨¢cticos para contrarrestar el planteamiento de Hiddink, que dio gratis al t¨¦cnico italiano una lecci¨®n de f¨²tbol. El gol de Tomasson ya al final s¨®lo lleg¨® gracias a la casualidad, a una acci¨®n aislada e injusta, porque si alguien mereci¨® marcar fue el PSV.
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