Armstrong impone su ley en los Pirineos
El estadounidense ara?a segundos a todos sus competidores en una etapa ganada por el austriaco Totsching
El estadounidense Lance Armstrong (Discovery Channel) se encamina directo hacia su s¨¦ptimo Tour consecutivo. Hoy ha impuesto un potent¨ªsimo ritmo en las rampas finales del alto de Ax-3-Domaines que no ha podido ser emulado por sus m¨¢s directos competidores en la general. El austriaco Georg Totsching (Gerolsteiner) ha culminado con una victoria una escapada de m¨¢s de 200 kil¨®metros.
Justo por detr¨¢s del austriaco ha entrado en l¨ªnea de meta el claro dominador de este a?o, como de los anteriores, Lance Armstrong, acompa?ado del italiano Iban Basso, el ¨²nico que ha podido aguantar su pedalada en los tramos finales de una etapa dur¨ªsima, la primera pirenaica con un puerto de primera y otro de categor¨ªa especial. Jan Ullrich (T-Mobile) ha desfallecido a menos de un kil¨®metro de la meta ante el empuje casi insultante de Armstrong, que lo ha dejado literalmente clavado en la ascensi¨®n final al Ax-3-Domaines. Al final ha sido cuarto y ha cedido 32 segundos.
M. Rasmussen (Rabobank), en apuros a pesar de jugar en terreno monta?oso, ha cruzado la meta junto al espa?ol Paco Mancebo (I.Balears) a 1.47 del vencedor. El texano afrontar¨¢ la etapa de ma?ana -la m¨¢s dura de este Tour, con cuatro puertos de primera y con final en Saint.Lary Soulan, un alto de categor¨ªa especial- con Rasmussen a 1.41, Basso a 2.46 y Ullrich a 4.34. Mancebo es el primer espa?ol clasificado, s¨¦ptimo, a 5.03.
Una larga escapada
Hubo escapada consentida en los primeros compases de la etapa, que nac¨ªa con un tremendo calor, y otra vez con los espa?oles Oscar Pereiro y Juan Manuel G¨¢rate como protagonistas. El permiso del pelot¨®n gener¨® diferencias de hasta 10 minutos hasta el pie del Col de Pailheres, donde Totschnig decidi¨® buscar la gloria. En el grupo de favoritos por fin se movi¨® el frente antiArmstrong con el T-Mobile encendiendo la mecha. Primero salt¨® Vinokurov sin los efectos deseados. Al instante Basso solt¨® un latigazo que obtuvo respuesta en Ullrich pero no en Armstrong. Ambos, incr¨¦dulos por ver por detr¨¢s el maillot del l¨ªder, tiraron a reventar, pero todo fue un espejismo. El texano se levant¨® del sill¨ªn y en unos metros alcanz¨® a sus rivales. La maniobra sirvi¨® para seleccionar el grupo de favoritos.
Vinokurov se entreg¨® rezagado al sufrimiento, Rasmussen mostraba debilidad con su maillot de lunares y Mancebo y Kloeden decidieron hacer grupo. El conjunto puntero se llen¨® de estadounidenses. Con Armstrong viajaban adem¨¢s Leipheimer (Gerolsteiner) y Landis (Phonak). Con acento americano pas¨® el grupo por la cima del puerto a 3.48 y con 30 kms por delante. Quedaba el asalto final a Ax-3 Les Domaines. En el descenso hubo una ef¨ªmera reagrupaci¨®n con el grupo de Mancebo, pero las primeras pendientes del puerto final volvi¨® a efectuar la selecci¨®n natural.
Ya en materia, y mientras Totschnig se lanzaba hacia la gloria aguantando el aceler¨®n de los perseguidores, Basso volvi¨® a subirse a las barbas de Armstrong a 5 kms de meta. El impulso del l¨ªder del CSC solo sirvi¨® para reventar a Ullrich, porque Armstrong ni se inmut¨®. Con el jefe en ese plan, todo qued¨® a su merced y sucedi¨® lo esperado. Arranc¨® en los ¨²ltimos 800 metros y fue segundo ara?ando dos simb¨®licos a Basso. Una escena para marcar el territorio, una vez m¨¢s. El austr¨ªaco ya se hab¨ªa arreglado para subir al podio y celebrar su ¨¦xito m¨¢s sonado.
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