El Sevilla perdona en Son Moix

Tras estrellar tres veces el bal¨®n y jugar con superioridad num¨¦rica durante casi sesenta minutos, el Sevilla no logr¨® vencer al Mallorca, que acab¨® el partido apabullado en su ¨¢rea y celebr¨® el empate como si de un triunfo se tratase.

El morbo por el reencuentro entre el jugador del Mallorca Arango y el defensa sevillista Javi Navarro se qued¨® fuera del terreno de juego. Siete meses despu¨¦s de la grave agresi¨®n que envi¨® al venezolano a la UCI, los protagonistas vivieron la cita con frialdad y ni siquiera tuvieron necesidad de entrar en juego directo. La ¨²nica reacci¨®n se escuch¨® en la grada, en forma de una sonora bronca autom¨¢tica cada vez que el central sevillista tocaba la pelota, am¨¦n de un variado repertorio de insultos coreados.

En Son Moix no prendi¨® la mecha hasta pasada la media hora, pero desde ese momento los acontecimientos se precipitaron. Antes, el Sevilla era claro dominador del partido y hab¨ªa enviado dos balones al palo. Pero fue el Mallorca quien dio primero, con una veloc¨ªsima contra conducida por Tuni desde la izquierda, que V¨ªctor, de volea, remat¨® a la red. Un minuto despu¨¦s, en el 35, el lateral del Mallorca Fernando Navarro fue expulsado por doble amonestaci¨®n, y la falta correspondiente dio lugar al empate sevillista: el bal¨®n colgado lo cabece¨® Kepa a gol. En tres minutos, dos goles y una expulsi¨®n. Con el equipo descompensado, H¨¦ctor C¨²per retir¨® del campo a un delantero, Yordi, para dar entrada a un defensa, Maciel, y el Mallorca aguant¨® hasta el descanso el achuch¨®n de un Sevilla insistente y crecido.

En la segunda mitad se impuso la t¨¢ctica. Juande Ramos puso a Saviola en punta cuando comprob¨® que su equipo no lograba romper las l¨ªneas de un rival en desventaja num¨¦rica. Por su parte, C¨²per reforz¨® con sus cambios el medio campo y coloc¨® a Arango arriba. El partido se convirti¨® en un aut¨¦ntico atasco en el ¨¢rea local, un envite que parec¨ªa a punto de desequilibrarse a cada embestida de los andaluces.

Por tercera vez en la tarde, la madera frustr¨® una clar¨ªsima opci¨®n de gol para el Sevilla, esta vez de Kanout¨¦, y en las sucesivas oportunidades la defensa italiana del Mallorca jug¨® con acierto la baza del fuera de juego.

El asedio qued¨® finalmente en tablas, con un regusto amargo para los sevillistas, que se fueron de Son Moix con la agridulce sensaci¨®n de las ocasiones perdidas. El Mallorca se content¨® con un puntito que le sabe a oro.