El Celta cumple ante un C¨¢diz sumiso
Espoleado por el list¨®n de los 42 puntos, la l¨ªnea imaginaria que entierra la amenaza de cataclismo, el Celta se quit¨® de en medio a un C¨¢diz sumiso que ense?¨® t¨ªmidamente las u?as durante los primeros 15 minutos y luego acept¨® su inferioridad hasta el pitido final.
Saldaron los de V¨ªctor Esp¨¢rrago la hora que le quedaba al partido con un tiro a la porter¨ªa: un suave disparo que recogi¨® Pinto con la rodilla clavada en el suelo. En esos 60 minutos mand¨® el Celta, que escribi¨® en letras gruesas que su Liga, mirando ya a Europa, es muy distinta a la que disputa su compa?ero de ascenso a Primera.
Dicen del Celta que brilla m¨¢s cuando pierde apelando a la heroica que en victorias como la de hoy, en las que el nombre del rival no le sugiere nada. Algo de eso tuvo el choque frente al C¨¢diz, s¨®lo que en esta ocasi¨®n tuvo tan escaso adversario enfrente que no le qued¨® m¨¢s remedio que imponer su autoridad, adornada por los destellos de gente como Silva o De Ridder. Y, por supuesto, de Oubi?a, el pilar que sostiene al Celta. Menos dado a la creaci¨®n que cuando se sobraba en Segunda, el vigu¨¦s se ha propuesto barrer todo lo que circula en un partido de banda a banda, lo que faculta a Fernando V¨¢zquez para acumular munici¨®n.
El entrenador gallego se entreg¨® a uno de esos vuelcos en la alineaci¨®n que se gasta de vez en cuando. Cambi¨® a Lequi por Contreras, devolvi¨® el lateral zurdo a Placente y sorprendi¨® con De Ridder. Las tres apuestas resultaron ganadoras: brill¨® Placente, Contreras adelant¨® al Celta y el internacional holand¨¦s sub 21 oxigen¨® una banda que con N¨²?ez corr¨ªa riesgo de atrofia. Con el gol de Contreras, al remachar una falta lanzada por Jorge a la cruceta, el partido muri¨®. Silva, en la segunda parte, s¨®lo logr¨® alejar cualquier riesgo de una remontada que ya por entonces sonaba a ciencia-ficci¨®n.
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