El Zaragoza ahonda la crisis de la Real
La Real Sociedad vive en ca¨ªda libre. Hoy por hoy, es un equipo asustado, plano, con el p¨²blico en contra y la moral derruida. Ni siquiera conseguir un gol en el inicio del encuentro le tranquiliz¨® el ¨¢nimo. M¨¢s bien se lo anestesi¨®; le dej¨® sin respuesta, sin saber qu¨¦ hacer: si seguir buscando la porter¨ªa de C¨¦sar o resguardar el resultado durante 81 minutos. Eligi¨® lo segundo y se suicid¨® porque enfrente ten¨ªa a un rival con m¨¢s oficio, con m¨¢s paciencia y con m¨¢s argumentos para dar la vuelta a una situaci¨®n adversa.
No se vio al Zaragoza triunfante de las grandes citas porque Movilla est¨¢ m¨¢s horizontal que vertical o porque Cani tir¨® m¨¢s de tac¨®n que de cabeza, pero ten¨ªa la traza de los equipos bien armados con la habitual sensaci¨®n de peligro que dan tipos como Ewerthon, siempre con las piernas listas, siempre con las cartucheras sueltas. Ayer fall¨® todo lo que se construy¨® a s¨ª mismo —ante Riesgo, mano a mano; en la l¨ªnea de gol— y marc¨® todo lo que le pusieron sus compa?eros.
El partido fue un mon¨®logo porque la Real no tiene di¨¢logo posible. El p¨²blico la toma con L¨®pez Rekarte, al que no le perdon¨® m¨¢s que una: cuando se invent¨® un autopase y procur¨® el gol de Nihat. Entonces call¨® con esa simpleza que define a los polemistas sin argumentos. Cuando empat¨® el Zaragoza, los gritos volvieron. Y luego, contra Gonzalo Arconada cuando cambi¨® a Nihat. Y todo as¨ª, porque la Real no juega al f¨²tbol. Corre, eso s¨ª, pero jugar lo ha aplazado para mejores tiempos. Los refuerzos han caido en la vulgaridad y son m¨¢s de lo mismo con la ¨²nica novedad de que ahora no juegan los de la cantera.
El Zaragoza fue m¨¢s pr¨¢ctico. Sin lujos, se adue?¨® del bal¨®n, lo manej¨® a su antojo, fue creando ocasiones y en 15 minutos, tras el descanso, resolvi¨® el asunto. Tan fiero andaba que el primer gol fue un caso de solvencia de Gabi Milito, que se fue hasta el borde del ¨¢rea rival para construir una pared con Cani que el canterano resolvi¨® con un pase con el interior que acab¨® en la puntera de Ewerthon. Cani hizo poco m¨¢s, pero su gesto de tobillo s¨®lo pod¨ªa ser un sobresaliente gesto t¨¦cnico o un churro si hubiera querido tirar a gol. S¨®lo el lo sabe, pero no lo pareci¨®. El segundo tanto fue de fortuna, la que acompa?a al que insiste en el ¨¢rea. El tercero, el premio al goleador. Y pudo haber m¨¢s porque la Real hab¨ªa dimitido cuando Nihat se encontr¨® con un gol que no esperaba.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.