El Madrid se afina para el gran cl¨¢sico
Frente a un penoso Deportivo, el equipo de L¨®pez Caro sella una goleada con Beckham y los brasile?os en alza
A seis d¨ªas del gran cl¨¢sico, la energ¨ªa de Robinho y Cicinho, una versi¨®n aceptable de Ronaldo, el tobillo de plastilina de Beckham y la sensatez de Guti le bastaron al Madrid para despachar a un Deportivo sin chicha alguna. Poco m¨¢s le hizo falta al equipo de L¨®pez Caro, que, incluso en estos tiempos de atribulaciones, se mostr¨® muy superior a su rival. Y si no se luci¨® un poco m¨¢s fue porque no le alcanza. Este Madrid tira serpentinas cuando tiene una tarde sin angustias. Suficiente para que un taconazo de Robinho, un aceler¨®n de Ronaldo con figurantes del Depor desparramados a su paso y un par de pases enhebrados de Guti le hagan sentir en el para¨ªso. M¨¢xime, si el contrario aplaude desde el inicio, caso del Deportivo, un equipo tan p¨¢lido que entreg¨® la cuchara apenas unos minutos despu¨¦s del calentamiento. A una falta lateral enroscada por Beckham, la defensa de Caparr¨®s reaccion¨® de forma contemplativa hasta que H¨¦ctor, lejos de despejar, se encogi¨® como si sintiera un retortij¨®n, le rebot¨® la pelota y ¨¦sta emboc¨® en la porter¨ªa de Molina. Un gol que retrat¨® la p¨¢jara con la que el Depor pas¨® por Chamart¨ªn, hasta el punto de que Casillas bostez¨® m¨¢s que en toda su vida.
A varias lunas de aquel Deportivo que se instal¨® en el podio del f¨²tbol espa?ol, el equipo que hoy intenta tejer Caparr¨®s no tiene principio ni fin; ni pies ni cabeza. Es una plantilla trinchada sin ton ni son. Defiende con la u?a, no tiene luces en el centro del campo y su ataque se limita a Diego Trist¨¢n, que perfectamente pasar¨ªa por un ex jugador. En este Deportivo no hay cesto para m¨¢s. Ver al equipo al pie de la Copa de la UEFA resulta milagroso, o dice mucho en contra de la clase media de la Liga. En Chamart¨ªn fue un mu?eco al que otro Madrid habr¨ªa abrumado de forma escandalosa. S¨®lo el Espanyol puede disputarle la condici¨®n de ser el peor conjunto que ha pasado por el Bernab¨¦u en lo que va de temporada.
Con todo a favor, el equipo madridista pudo darse un ba?o de autoestima y reconciliarse con la grada. Hasta Ronaldo fue despedido con alborozo, con buena parte de la hinchada puesta en pie, un gesto reverencial para el mejor delantero de largo que tiene el Madrid. Pese a su dejadez f¨ªsica, Ronaldo a¨²n resiste entre los mejores goleadores del mundo. Con tripa incluida y en el peor Madrid en muchos a?os, el astro brasile?o suma 12 goles, un cifra que muchos sue?an lograr en la mejor temporada de su vida.
Mimado Ronaldo y con Robinho y Cicinho percutiendo por los costados, el Madrid arroll¨® a su rival cuando quiso. L¨®pez Caro ha recuperado las bandas y el equipo exprime mejor sus recursos. Las dos orillas est¨¢n bien equilibradas. Por la derecha, Cicincho se muestra como un tranv¨ªa de largo recorrido. Dobla por fuera y por dentro y Beckham le hace de escolta. El ingl¨¦s ha entendido su papel: vigilar la espalda del lateral brasile?o y copar todo el protagonismo en las jugadas a bal¨®n parado. De su bota derecha sali¨® el primer tanto y del mismo pie surgi¨® el gol de Sergio Ramos. Un tanto morboso, y no por su significado para el partido. Ramos no marcaba desde el encuentro de Mallorca y aquel gol dinamit¨® la era Florentino P¨¦rez. En Son Moix, tras el tanto, a Ramos no le levantaron a hombros precisamente. Ayer s¨ª se organiz¨® un remolino de jugadores madridistas a su alrededor.
Resucitado Ronaldo y festejado Ramos, la jornada a¨²n se reservaba otro gui?o. Baptista, una mala fotocopia del llegador que se encumbr¨® en el Sevilla, tambi¨¦n tuvo la ocasi¨®n de lucirse. Hab¨ªa fallado dos veces en los morros de Molina, pero a ¨²ltima hora, y tambi¨¦n con la pelota detenida, el brasile?o clav¨® una falta directa y convirti¨® su cuarto gol en la Liga. Y todos contentos.... Salvo Gravesen, desterrado desde hace semanas del equipo y que aprovecha sus minutos para mostrar sus malas pulgas. Lo pag¨® con De Guzm¨¢n, al que pate¨® con sa?a ante la pasividad del ¨¢rbitro. Tan pl¨¢cida estaba la tarde que tambi¨¦n Ra¨²l pudo cumplir con su objetivo: sudar unos minutos para ir poni¨¦ndose en forma rumbo al Mundial de Alemania. Al margen de la cita mundialista y de preservar el segundo puesto, pocos objetivos le quedan a esta plantilla. Uno de ellos, el pr¨®ximo s¨¢bado, en el Camp Nou. Una fecha siempre significativa para la entidad; esta vez, la mejor ocasi¨®n posible para que el Madrid maquille su decepcionante temporada.
Frente al Depor, adem¨¢s de darse un masaje, ratific¨® algunas se?as interesantes: el equipo se desenvuelve mejor cuando abre el campo por las bandas y se atasca menos cuando Guti ve a Gravesen comer pipas en el banco. ?stas son sus mejores armas actuales, la veta que mejor puede explotar. Pero con L¨®pez Caro nunca se sabe. Lo mismo en su primer desfile por el Camp Nou le da otro ataque de entrenador y retoca el dibujo. Al igual que ayer, y aunque el rival no tenga el mismo voltaje, al Madrid no le queda otro remedio que jugar con grandeza. No tiene otro camino. Nunca lo tuvo.
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